Opinión | Retiro lo escrito

Torpezas y misterios

Como los catorce millones de turistas no coinciden todos aquí durante una semana Curbelo excluye a los turistas de cualquier exceso demográfico

Manifestación 20A 'Canarias tiene un límite' en Las Palmas de Gran Canaria

Manifestación 20A 'Canarias tiene un límite' en Las Palmas de Gran Canaria / Juan Carlos Castro / LPR

El lunes ya están preparadas las medidas. Eso es rapidez. Ángel Víctor Torres, ecotasa, retomar agenda 2030 y nuevo convenio colectivo. Bueno, en realidad solo lo primero es una medida. Los gobiernos ni suelen ni pueden intervenir en la negociación de los convenios colectivos (salvo si se trata de empresas públicas: ahí intervienen como patrón). Y que uno sepa la agenda 2030 aún está en vigor. Nueva Canarias: ruedita de prensa para presentar siete, siete acciones, aproveche la ocasión que nos las quitan de las manos. Ecotasa, por supuesto. Moratoria para la autorización de viviendas vacacionales.

Rehabilitación de zonas turísticas, modernización de planta alojativa, mejora de los sueldos del sector. Más vale no seguir. Me parece una tomadura de pelo proponer como medida que mejore todo. Jessica de León –una de las consejeras más inteligentes y diligentes del Gobierno– dice que no a la ecotasa y su partido calla. Casimiro Curbelo dice que la culpa es la superpoblación. Como los catorce millones de turistas no coinciden todos aquí durante una semana Curbelo excluye a los turistas de cualquier exceso demográfico.

En fin, todo es así: una cumbia de declaraciones, propuestas y antipropuestas pensadas más en la imagen de su propio partido que en las reivindicaciones del pasado sábado. Lo que tanto la oposición como el Gobierno deberían hacer es convocarse mutuamente para después de la reunión entre el Ejecutivo y los cabildos insulares –es una cita importante por la capacidad competencial de las corporaciones insulares, entre otras razones– y llevar al Parlamento un conjunto de acciones consensuadas que se apruebe antes del verano. Un conjunto de medidas, no la definición de una estrategia turística para el próximo lustro.

Porque hay una legitimidad de origen que nadie discute seriamente, pero también una legitimidad de ejercicio que empieza a agrietarse y que afecta a las fuerzas que apoyan al Gobierno y a la oposición. Y hay que demostrar valor cívico y democrático y explicar claramente que no se puede hacer todo lo que se pide que se haga. Porque hay muchas cosas imposibles y otras dañinas, y respecto a las hacederas exigen trabajo, esfuerzo, acuerdos y tiempo: no pueden materializarse esta tarde.

Las manifestaciones de ayer se vuelven cada vez más misteriosas. La cosa va más o menos así tradicionalmente: tú haces una manifestación para exigir el cumplimiento de una plataforma de reivindicaciones. Si realmente estás comprometido con las mismas, tu siguiente paso, después de conseguir un respaldo cívico importante, es montar una interlocución con los responsables políticos basada en un agenda de compromisos y un calendario de reuniones.

Aquí no ha ocurrido nada de eso. No hay interlocutores, no hay voluntad patente de diálogo con los poderes públicos, no hay calendario. Lo que sí burbujean son conversaciones y propuestas que circulan por reuniones y chats. Una sentada de 5.000 personas durante 24 horas frente al Parlamento de Canarias. Una nueva manifestación (¿bastaría con 10.000?) en las inmediaciones del aeropuerto Reina Sofía.

Está ganando el sector –los empoderados en el grupito Canarias se agota, promovido al margen de las asociaciones ecologistas– que quiere apretar el acelerador viendo el éxito popular del sábado. Por eso se les ha ocurrido que el próximo jueves todos los simpatizantes que puedan reunir marcharán con sus huelguistas de hambre hasta la puerta de la casa de Fernando Clavijo y no se moverán hasta que los reciba y tome nota de lo que como presidente del Gobierno de Canarias tiene que hacer.

Yo creo que ya es hora de que ATAN, Salvar La Tejita o Ben Magec aclaren si respaldan las acciones de este colectivo, su hambriento martirologio y su escrache de lajas mesiánicos. Si apoyan que se intente acorralar en su domicilio particular al presidente de un gobierno democrático y se le chantajee bajo la presión de cientos o miles de personas ante su esposa y sus hijas. Si avalan, en definitiva, a esta pequeña colección de fascistas.

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