Victoriano Ríos Pérez, médico, profesor de la Universidad de La Laguna, histórico militante de Coalición Canaria (CC) y uno de los nombres más destacados en el despertar del nacionalismo en el Archipiélago, falleció ayer en Tenerife a los 87 años.

La muerte de Ríos, que venía arrastrando problemas de salud que hace poco más de un año, en diciembre de 2016, le impidieron asistir al homenaje que el Parlamento regional ofreció a los cinco predecesores de Carolina Darias en la presidencia de la institución -estuvo ocho años al frente de la Cámara-, provocó una fuerte conmoción en la política regional y, especialmente, en la familia de CC y demás siglas de raigambre nacionalista. Ríos es, no en vano, parte indisoluble de la etiqueta nacionalismo canario y, de hecho, es por igual uno de los progenitores del PNC y de la actual Coalición, desde el embrión de las agrupaciones insulares independientes, las llamadas AIC, hasta el partido a que aquellas darían lugar para liderar desde entonces el Gobierno autonómico.

Ríos fue protagonista en mayúsculas de la política regional a partir de aquel primer paso que llevó a su Partido Popular Canario a agruparse junto con otras siglas en torno al renovado Partido Nacionalista Canario (PNC), en cuya refundación fue no menos protagonista. Lo esperaban aún en los albores de la década de los ochenta del siglo pasado tanto el Parlamento como las Cortes Generales, instituciones en las que se granjeó con creces el respeto de correligionarios y adversarios en capítulos como los de las controvertidas leyes de aguas y de universidades o el de la investigación de la vertiente política de los GAL.

Trayectoria

Victoriano Ríos nació el 10 de junio de 1930 en San Cristóbal de La Laguna, en Tenerife, ciudad a la que estuvo unido en su trayectoria vital y profesional como docente en su alma mater, de la que fue vicedecano y secretario. Estudió medicina y fue profesor de su facultad, siempre en la Universidad de La Laguna (ULL), tras labrarse el reconocimiento del gremio de galenos, lo que más tarde lo auparía para llegar a la presidencia del Colegio Oficial de Médicos de Santa Cruz de Tenerife, cargo que ocupó entre 1976 y 1982. En su currículum profesional figuran también sus membresías de la Real Academia de Medicina, del Instituto de Estudios Canarios y de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife.

En la década de los setenta del siglo XX, Ríos Pérez era ya un activo de la política isleña en las filas del susodicho Partido Popular Canario, heredero del Partido Popular Autonomista que en 1901 fundara Secundino Delgado.

Ya en 1982, el nombre de Victoriano Ríos confluyó con los de otros históricos nacionalistas -Bernardo Cabrera, Juan Pedro Dávila, José Diego Díaz-Llanos...- en el célebre Congreso de Bajamar, en que de algún modo revivió el actual PNC. El congreso sirvió para la refundación de la organización que hoy preside Juan Manuel García Ramos y para reinstaurar una conciencia nacionalista en los nuevos tiempos. El Partido Popular Canario y otras fuerzas autodenominadas de centro-izquierda parían así ideológicamente -formalmente la unión se había anunciado ya en 1980- el moderno Partido Nacionalista Canario: "Muchos de nosotros nos sentimos herederos del ideario político de Secundino Delgado, el padre del nacionalismo canario", explicaba entonces, en concreto en octubre de 1980, un Victoriano Ríos que apenas superaba la cincuentena. Muchos años más tarde, en una entrevista publicada en este diario en mayo de 2013, Ríos desvelaría que por aquel entonces, el nacionalismo "buscaba evitar que Canarias se viese como el Sahara". "Nos preocupaba ser la siguiente colonia abandonada por el Estado español", aseguraba.

De la ATI a las instituciones

Ríos Pérez daría después el salto a las emergentes AIC, de las que fue presidente como miembro de la Agrupación Tinerfeña de Independientes (ATI). Ya en 1986 fue por primera vez candidato al Congreso de los Diputados por la provincia de Santa Cruz de Tenerife, si bien no pudo alcanzar un escaño en la Carrera de San Jerónimo (figuraba en las listas de la AIC como suplente).

Así pues, no sería hasta el siguiente año, 1987, cuando el histórico nacionalista sería elegido por vez primera para un cargo institucional: el de diputado del Parlamento autonómico bajo las siglas de la ATI. Un mes y cuatro días después de los comicios, el 14 de julio de aquel año, Victoriano Ríos era elegido nuevo presidente de la Cámara regional -el segundo de la etapa autonómica tras Pedro Guerra Cabrera- en virtud de un pacto que implicó a cuatro organizaciones distintas: el Centro Democrático y Social, Alianza Popular -el actual PP-, las AIC y la doblemente independiente Agrupación Herreña Independiente, que ya entonces marcaba distancias con lo que más tarde sería CC.

Ríos se mantuvo al frente del Parlamento entre 1987 y 1995, ya que fue reelegido para el cargo tras las elecciones de mayo de 1991, entonces con el apoyo del PSOE. Acumuló así siete años y 11 meses al frente de la Cámara, solo un mes menos que el también nacionalista Antonio Castro, que ostenta el particular récord de permanencia en el principal sillón de la institución ubicada en la calle Teobaldo Power. Durante la etapa de Victoriano Ríos Pérez en la presidencia -años en los que desfilaron hasta cuatro presidentes del Gobierno regional-, el Parlamento del Archipiélago sacó adelante algunas de las leyes más controvertidas que se recuerdan en la política isleña, especialmente la ley de universidades y la de reforma de la normativa de aguas.

Antes de terminar su periplo en la presidencia de la Cámara, el que fuera fundador del nuevo PNC lo sería también de Coalición.

En 1993, Victoriano Ríos fue también protagonista, como lo había sido en el Congreso de Bajamar, en aquella unión de las AIC con el PNC, la Iniciativa Canaria Nacionalista (ICAN), la Asamblea Majorera y el Centro Canario Independiente que daría lugar a la actual Coalición Canaria. Los mismos partidos, salvo el PNC -que no tenía diputados-, que habían presentado la moción de censura contra Jerónimo Saavedra dando la Presidencia del Gobierno a Manuel Hermoso. En 1995, tras dejar el primer cargo de la Cámara, pasó a ser presidente del grupo parlamentario de CC, partido en cuya historia figura en letras de oro como uno de sus fundadores y como "un referente", tal como subrayó ayer Fernando Clavijo.

Pero, además, Ríos dejó también su impronta en el Senado, en que llegó a ser secretario segundo de la Mesa e incluso presidente, a pesar de que no precisamente le entusiasmó la idea, de la comisión de investigación que en 1995 ahondó en las responsabilidades políticas del caso GAL, lo que lo catapultó al primer plano de la política nacional. El nacionalista estuvo en la Cámara Alta en representación de la Comunidad Autónoma en buena parte de dos legislaturas, la quinta (1993-1996) y la sexta (1996-2000). Su último cargo volvería a ser el de diputado autonómico entre junio de 2003 y septiembre de 2004.