El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha asegurado que la "gestión integral" que ha desarrollado su departamento "en muy poco tiempo" ha permitido que en estos momentos haya en Canarias 3.200 migrantes en los centros de acogida, cuando su capacidad es para 7.000 plazas.

Lo ha revelado en la sesión de control al Gobierno en el Congreso al ser preguntado por el diputado de Nueva Canarias Pedro Quevedo si cree que debe implantarse un modelo diferente de acogida humanitaria para que los inmigrantes puedan ser distribuidos entre las distintas comunidades autónomas ante el "evidente fracaso" de la política migratoria del Gobierno.

"En este momento el problema que hay es absolutamente manejable: nuestro sistema de acogida tiene capacidad para 7.000 personas y ahora están 3.200. Ese es el resultado de la gestión integral que hemos hecho en todos los recursos de acogida", ha aseverado el ministro.

Tras señalar que la llegada masiva de inmigrantes al archipiélago "es una situación fuertemente sobrevenida y vinculada a la pandemia", Escrivá ha destacado que este flujo migratorio se ha abordado "prácticamente sin capacidad de acogida" porque, ha dicho, durante una década no se prepararon instalaciones ni infraestructuras.

"Lo hemos ido haciendo sobre la marcha (....) y hemos podido absorber una situación muy complicada en muy poco tiempo que tenía algunos ribetes asociados a la pandemia difíciles de gestionar", ha añadido el ministro.

Unas explicaciones que no han bastado a Quevedo, que ha asegurado que la política migratorio del Ejecutivo "hasta ahora ha consistido en hacer sufrir" a Canarias "por el mero hecho" de ser territorio fronterizo con el África occidental.

Crear "un auténtico muro" entre Canarias y el Estado con una política de macrocentros, convertir al archipiélago "en la cárcel" de unas personas que no se quieren quedar allí y dar una "imagen penosa" de las islas "que ha dado la vuelta al mundo" son para Quevedo algunas de las consecuencias de la gestión migratoria del Gobierno.

Ha reconocido que los traslados de inmigrantes a la península han aumentado, si bien lo han hecho "después de que haya protestado" el Defensor del Pueblo, más de un centenar de ONG, la sociedad canaria o el gobierno insular, aunque ha advertido de la situación preocupante de los casi 3.000 menores extranjeros no acompañados que hay.

"Una cifra inaceptable para los menores que no pueden ser atendidos como se merecen y para el Gobierno canario que no puede hacer frente a un número monstruoso como ese", ha lamentado Quevedo antes de exigir una política "consensuada" con un reparto de estos menores de acuerdo a las posibilidades de cada comunidad.

Escrivá, que ha recordado que son las autonomías quienes deben encargarse de estos menores que viajan solos, ha considerado que este año "el margen para la solidaridad entre comunidades es amplísimo".