El debate del pasado martes en el Senado sobre la crisis energética y el plan de ahorro aprobado por el Gobierno de Pedro Sánchez, que incluye medidas para mitigar el efecto del incremento desbocado de la inflación, está marcando la pauta y esclareciendo las claves con las que se inicia el nuevo curso político. El agrio y desabrido enfrentamiento entre el líder socialista y el jefe de la oposición y presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, parece haber confirmado el tipo de debate político que va a predominar en los prolegómenos del ciclo electoral previsto para el año próximo, las elecciones autonómicos y locales de mayo, también insulares en el caso de Canarias, y las generales previstas en principio para diciembre, en plena presidencia española de la UE.
El calendario electoral parece descartar cualquier tipo de entendimiento y acuerdos entre el Gobierno y la oposición pese al escenario de incertidumbre económica y social que se avecina, en España y en toda Europa por las consecuencias de la guerra en Ucrania, y eso traslada al conjunto de la vida política y del resto de partidos una dinámica de posicionamiento estratégico que, de facto, se inició ya antes del verano. La reanudación de la actividad parlamentaria esta semana en el Congreso asume así estas dos premisas previas, que marcarán los debates y las posiciones en la intensa agenda legislativa que deberá afrontarse en los próximos meses.
Los partidos canarios, tanto los de ámbito estatal como los nacionalistas, tienen muy presente esta situación y ajustan internamente sus movimientos y estrategias para tomar posiciones, dándose la circunstancia de que este inicio de curso presenta novedades relevantes respecto a cómo comenzó la legislatura estatal, e incluso a tan solo hace unos meses.
La polémica sobre la negativa del Gobierno de Sánchez a conceder al transporte terrestre en las Islas la gratuidad total que sí ha aprobado para los trenes en la Península hasta el 31 de diciembre marca el debate político en estas semanas de rentrée parlamentaria, pero a la vuelta de la esquina, a finales de este mes o principios de octubre, está ya la presentación de los presupuestos estatales para 2023 que sin duda cargarán más el ambiente.
Cara a cara bipartidista
En este marco, los socialistas canarios se encuentran a la espera de que Sánchez oficialice en las próximas semanas, en todo caso antes de dos meses, ‘liberación’ a Carolina Darias de sus actuales obligaciones como ministra de Sanidad y comparezca como candidata a la alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria. Es un paso fundamental que, con toda seguridad, mermará aún más el peso del PSOE isleño en Madrid tras las recientes salidas de otros dos canarios de los ámbitos del poder en la política estatal, la del diputado tinerfeño Héctor Gómez como portavoz del grupo socialista en el Congreso, en julio, y unas pocas semanas antes la del palmero Héctor Izquierdo como secretario de Estado de Hacienda tras su nombramiento como Comisionado especial para la reconstrucción de La Palma.
En el PP, sus diputados y senadores enfrentan la nueva etapa con el convencimiento de que el cambio de ciclo político es ya imparable para llevar a Feijóo a La Moncloa tras las próximas generales, aunque reconocen que las expectativas en Canarias para la autonómicas, municipales e insulares de mayo son menos optimistas. Creen que esa cita electoral llega sin que el nuevo equipo del partido en las Islas, liderado por Manuel Domínguez, vaya a tener tiempo de desplegar todo su potencial y lanzar un nuevo mensaje, pero confían en beneficiarse de la ‘marca PP’ que domina las encuestas en el ámbito estatal.
En todo caso, tienen preparada una intensa agenda de iniciativas y propuestas en el Congreso y en el Senado sobre Canarias y relativizan el hecho de que uno de sus puntales en Madrid, el diputado por Las Palmas Guillermo Mariscal, fuera relegado por Feijóo de su puesto como secretario general y número dos del grupo parlamentario en la Cámara Baja.
El espacio nacionalista
Una de las novedades más relevantes en el inicio de curso en los partidos canarios es la nueva configuración del espacio nacionalista tras la marcha en julio pasado de Pedro Quevedo como único representante de NC para ceder el escaño a María Fernández, de CC. El partido canarista, en pleno proceso de ‘refundación’ tras su cancelación como partido en el registro del Ministerio del Interior por una sentencia de la Audiencia Nacional por no comunicar la modificación de sus estatutos, se enfrenta a una situación inédita en su historia y sin el escaparate que le suponía su escaño en el Congreso.
Esto elimina además su capacidad de influir en las leyes que se tramiten en la Cámara baja que afecten a Canarias, especialmente en los presupuestos estatales, en cuya tramitación en los dos últimos años ha hecho de puente entre el Gobierno regional y el Ejecutivo central para incluir a través de enmiendas las mejoras que se reclamaban desde las Islas.
Coalición Canaria, por su parte, ahora con dos diputadas en el Congreso y la posibilidad de condicionar el resultado de algunas votaciones si algunos de los socios de Sánchez (ERC, PNV y Bildu fundamentalmente) se desmarca de la mayoría de la investidura, ha confirmado en este inicio de curso su estrategia de oposición frontal al Ejecutivo estatal con el convencimiento de que solo esa posición le será rentable de cara a las elecciones de mayo.
En todo caso, la formación liderada por Fernando Clavijo asegura mostrase dispuesta a negociar los presupuestos y otras leyes de impacto en las Islas, si con ello logra sustanciales mejoras que pueda rentabilizar electoralmente. Un escenario poco probable salvo que el Gobierno se vea con la soga al cuello en votaciones trascendentales.
El senador de ASG, Fabián Chinea, por su lado, mantendrá ese doble juego de apoyo al Gobierno de Sánchez pero trasladando siempre las matizaciones o reclamaciones que su formación defiende desde Canarias como socio menor pero exigente del Gobierno regional.
Desbarajuste ‘morado’
Se mantiene por otro lado en este inicio de curso político el desbarajuste interno que vive desde hace meses Sí Podemos Canarias, formación que, de facto, ha perdido los dos escaños que tenía en la Carrera de San Jerónimo. En espera de que se clarifique el proyecto político que impulsa la vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y los apoyos que pueda sumar en el Archipiélago, la formación morada ha perdido toda opción de influencia en Madrid y en el Parlamento estatal tras el portazo dado por Meri Pita, diputada por Las Palmas, al pasarse al grupo Mixto en marzo pasado, y la inhabilitación del tinerfeño Alberto Rodríguez hace casi un año, escaño que la formación en las Islas se ha negado a cubrir.
Aún en el caso de que el Tribunal Constitucional, que examina un recurso del ex número tres de Podemos para intentar recuperar el escaño, resolviera a su favor con tiempo, su salida del partido y su intención de abanderar algún proyecto de ámbito regional e inspiración canarista le sitúa al margen de cualquier colaboración efectiva con sus ex compañeros.
El panorama general de los partidos canarios en Madrid es de reubicación para afrontar la recta final de la legislatura con circunstancias diversas y contextos internos muy distintas entre ellos, pero con el objetivo común de lograr la mejor ubicación posible para los cercanos exámenes de las urnas.
