El Instituto Geográfico Nacional (IGN) recuerda que tal día como ayer se cumplió un año desde que detectó el inicio del enjambre sísmico en la zona sur de La Palma que supuso el comienzo del proceso de reactivación magmática que culminó ocho días después con la erupción volcánica. En sus redes sociales, el IGN indica que ese día, el 11 de septiembre de 2021, fue solo el principio del enjambre y se localizaron once terremotos por parte de la Red Sísmica Nacional de este instituto.

En principio se consideró que tan escasa cantidad de terremotos no resultaba realmente significativa, pero la actividad no se detuvo y, de hecho, en los días posteriores aumentó considerablemente, recuerda el IGN. Este enjambre vino precedido por otros varios, al menos seis, desde el mes de octubre de 2017, todos ellos localizados en la zona sur de la isla de La Palma, con profundidades que oscilaban entre los 10 y 35 kilómetros.

No obstante, el IGN indica que aunque el enjambre que se inició el 11 de septiembre de 2021 empezó en la misma zona que los anteriores, era diferente a aquellos en muchos aspectos. De una parte, por la mayor frecuencia de eventos, además de que sus magnitudes eran superiores y se producían a una menor profundidad (alrededor de 10 kilómetros), es decir, más cercanos a la superficie.

La erupción volcánica comenzaba el 19 de septiembre de 2021 en la zona conocida como Cabeza de Vaca, en el municipio de El Paso, y se dio por concluida 85 días después, el 13 de diciembre. El IGN recuerda que investigadores de este instituto publicaron en 2020 un artículo científico donde se mostraban cambios en las emisiones gaseosas en la isla de La Palma, que resultaban compatibles con la presencia de magma bajo la isla, y asociadas a los enjambres sísmicos. En este sentido, también aclaran que la presencia de magma bajo la superficie terrestre no implica necesariamente que comience un proceso eruptivo y «es más, aunque el magma comience a ascender, en muchos casos no culmina en erupción».

Fase posteruptiva

Desde el 13 de diciembre continúa la que se denomina fase posteruptiva en la zona de Cumbre Vieja, en la que persisten algunos peligros volcánicos, sin que a juicio de los científicos sea posible descartar futuras reactivaciones.

Las mediciones constatan que no hay presencia de tremor volcánico en las señales sísmicas, si bien sigue localizándose sismicidad superficial y a profundidad intermedia, además de que continúa la sismicidad relacionada con el movimiento de fluidos volcánicos. Con todo, no se perciben deformaciones superficiales del terreno significativas relacionadas con actividad magmática.

Concentración de CO2

El promedio diario de la concentración de CO2 en el aire ambiente exterior registrado por las estaciones localizadas en La Bombilla, en el municipio de Los Llanos de Aridane, presenta un amplio rango de valores, desde inferiores a 5.000 partes por millón (ppm) hasta valores superiores a los 200.000 ppm. Por su parte, el promedio diario de la concentración de CO2 en el aire ambiente exterior registrado por las estaciones localizadas en Puerto Naos, también en Los Llanos de Aridane, presenta un amplio rango de valores desde inferiores a 5.000 ppm hasta 10.000 ppm con valores que superan los 45.000 ppm en algunas de las estaciones. Ello sin dejar de mencionar que en la zona de Puerto Naos se han llegado a registrar, mediante el uso de sensores de gases portátiles, concentraciones de CO2 en el aire ambiente exterior, que superan las 100.000 ppm.

En cuanto al promedio diario de la concentración de CO2 en el aire ambiente interior (el que se recoge en las plantas bajas de los edificios y a nivel de calle), registrado por las estaciones localizadas en Puerto Naos, las mediciones presentan un amplio rango de valores que van desde inferiores a 5.000 ppm hasta 200.000 ppm. En el caso de los sótanos, estos valores promedios deben ser superiores a los registrados. También se ha observado en el aire ambiente interior concentraciones anómalas de gas helio (He), unos datos que vienen a confirmar el origen volcánico de los gases que existen en interior de las viviendas.

Se mantienen las altas temperaturas e inestabilidades del terreno en el cono volcánico, así como también en las coladas de lava, persistiendo por tanto su peligrosidad.

Actualmente, el IGN mantiene operativa una red instrumental de vigilancia para registrar de manera continua las concentraciones de CO2 en el aire ambiente, tanto en interior como en exterior de edificaciones, así como en los núcleos poblacionales de Puerto Naos y La Bombilla, dos localidades en las que actualmente hay instalados más de une veintena sensores de diferente naturaleza.

Red de trampas

Los resultados obtenidos de la Red de trampas alcalinas instaladas en Puerto Naos durante los últimos cuatro meses está permitiendo la zonificación (plantas bajas a nivel de calle) de las áreas más afectadas por las emanaciones anómalas de CO2 en esta localidad.

Tanto en los núcleos de Puerto Naos y La Bombilla, mientras los niveles de dióxido de carbono (CO2) no estén dentro de los límites de exposición que se consideran habituales para la población general, lo más aconsejable es mantener la zona desalojada, permitiendo el acceso únicamente para el desempeño de la actividad laboral y siempre siguiendo los protocolos establecidos por los servicios de riesgos laborales, una serie de medidas que se toman por un principio de precaución, prudencia y prevención.

El IGN sugiere que, en esta etapa posteruptiva, se mantenga en amarillo el color del semáforo volcánico, según el cual la ciudadanía puede continuar con sus actividades, pero debe estar alerta y pendiente de las autoridades. Entre las recomendaciones, revisar el plan de emergencia familiar. Si en la familia hay ancianos, enfermos, personas con discapacidad, embarazadas o con cualquier otro problema de movilidad o de salud, debe comunicarlo a las autoridades.