El cine canario está atrapado en un bucle sin final. Desde los años 70 hasta nuestros días, los directores y creadores del Archipiélago comparten la sensación de ser los primeros y encontrarse ante un momento de ruptura. Sin embargo, nada ha ocurrido al llegar la siguiente generación y, así, la historia regresa a su punto de inicio. "Estamos ante una nueva explosión de creatividad, pero este momento puede acabar truncado por la falta de apoyos y sin conexión con el gran público, como ocurrió en los años 70 y 80", expuso Nacho Bello, director de Bregando historias

¿Pero existe realmente el cine canario? A partir de esta pregunta este joven, recién graduado del Politécnico Las Palmas, confecciona el documental Bregando historias, un trabajo de investigación, realizado junto al guionista José Acevedo, con entrevistas a una treintena de profesionales, en el que propone una reflexión sobre el presente del séptimo arte en las Islas. Ayer se presentó este título en el Festival de Cine, incluido fuera de concurso en la sección Canarias Cinema.

Bregando historias ofrece una mirada sobre lo que está pasando en el cine canario actual, sobre los directores y los modelos que existen en el panorama insular. "Tomamos la historia como referencia para reflexionar sobre el presente", explicó Nacho Bello. Así se propone un retrato actual a partir de conversaciones con directores como Víctor Moreno, David Pantaleón, Jaime Falero, Claudio Utrera, Juan Carlos Falcón o la familia Ríos.

"No están todos los que son pero hemos intentado recoger las distintas sensibilidades y opiniones del panorama", aseguró Acevedo. Sí algo caracteriza la cinematografía canaria, para estos dos cineastas, es la heterogénea y la disparidad de miradas de sus autores, "aunque la mayoría muestran opiniones muy cercanas".

"Se está dando ahora, en tiempos de una crisis aguda, una verdadera explosión de creatividad", apuntó Acevedo, antes de que su compañero de proyecto destacara que las dificultades económicas que padece el sector "pueden constreñir su desarrollo, igual que ocurrió en los años 70 y 80, cuando la mayoría de autores fueron abandonando la profesión". Este argumento sustenta el temor recogido por los autores de que "esta generación tan creativa puede también acabar truncada", advirtió Bello, que apoyó su punto de vista con el ejemplo reciente de un abandono de un autor de gran proyección como el tinerfeño Iván López, un habitual de certámenes como el de Las Palmas de Gran Canaria.

La situación es compleja. Tanto, que José Acevedo recordó una conversación con uno de los directores que le aseguró que, pese a sus carreras y años de trabajo, muchos de los autores canarios se encuentran en riesgo de exclusión social. Pero ambos señalaron que esta rueda no deja de girar, ya que detrás vienen otras nuevas generaciones para tomar el testigo. "Lo curioso es que cada nueva ola tiene la sensación de ser los primeros en intentarlo, pero ya llevamos 40 años", planteó Acevedo como curiosidad. "Por eso, lo importante es que se pueda consolidaren el tiempo", apuntó Bello, que recordó, a modo de resumen, una frase del historiador Sola Antequera: "El cine canario se compone de inicios que han carecido de continuidad".