El director argentino Fernando Salem ha realizado "un ensayo sobre el destino y la muerte con tintes autobiográficos" en su primer filme Cómo funcionan casi todas las cosas, que compite en la Sección Oficial del Festival. Así lo afirmó ayer el autor durante la presentación de esta obra localizada en el oeste de Argentina, cerca de la cordillera de los Andes, en una provincia muy desértica llamada San Juan.

"Todo surgió de una época en la que me cansé de buscar fórmulas sobre mi vida", dijo. "Mi padre era judío, mi madre creía en la reencarnación y me mandaron a un colegio de curas. Yo creo que esto fue el germen de la propia película".

El director señala que, desde que tuvo la idea original hasta que pudo estrenarla, pasó casi una década. "Estuve muchos años buscando a una actriz que hiciera de Celina, pero como el rodaje se fue posponiendo, ellas envejecían y yo iba buscando otra". Al final, el director la descubrió, en una banda llamada la Pequeña Orquesta de Trovadores, a la actriz. "Comprobé que Verónica Gerez tenía una capacidad que podía trasladar a la pantalla y la terminé contratando".

La película también habla "del universo femenino como algo insondable que merece ser investigado", dijo. "Celina logra cruzar esa barrera que es el peaje en el que trabaja en pleno desierto. Y logra descubrir que las respuestas de la vida no están en ninguna enciclopedia, sino en el vivir mismo". Aquí está, precisamente, su aspecto autobiográfico, ya que el realizador tuvo muchos trabajos, ya sea vendiendo libros, empleado en un supermercado chino, o vendiendo seguros, "y eso lo volqué en Celina".

El director reconoce que ha partido de un presupuesto de cerca de 100.000 euros, buscando un modelo de producción posible. "Tuve la fortuna de trabajar con gente de teatro que arriesgó en una ópera prima", que ha sido rodada durante cuatro semanas en un lugar hostil, pero en el que vive gente "muy fuerte" que lo han hecho habitable y que le sirvió a su vez ya que "Celina tenía que ser igual de fuerte".

La película se ha estrenado en el festival Mar de Plata o en el Museo de Arte Latinoamericano, y ha sido preseleccionada para los Premios Latinos y los Premios Condor, aunque próximamente competirá en el Festival de Montevideo.

Salem eligió un final feliz, ya que "tras todo ese periplo de 92 minutos no quería decepcionar al espectador y sí ofrecer cierta esperanza dentro de la desesperanza". En algunos momento los personajes responden a una aparente entrevista con ellos. "Es algo que aparece en Woody Allen, Roberto Bolaño o Shakespeare", afirmó. "Y eso ayuda a que no se los juzguen tanto, a que se conozcan sus resortes internos y pequeñas miserias y terminen empatizando con ellos".

Otro elemento importante es un perro que la NASA envía a Marte. "Al principio tenía una visión más surrealista, más latinoamericanista, del filme que se fue cayendo unas veces por el presupuesto, y otras porque íbamos en otra dirección", señaló. "Pero la inclusión del perro es una crítica a Estados Unidos que intenta vender tanto una enciclopedia que tiene respuesta a todo, o que manda un perro a Marte que termina siendo adoptado por la chica. Era para introducir un tono de humor, pero a veces surgía por el plan de rodaje", añadió.

Salem se mostró admirador de Ricardo Darín, de quien dijo que es el "George Clooney de Argentina" y que le encantaría tenerlo como actor, si bien reconoció que el presupuesto no daba para un casting, por lo que optó por seleccionar a actores que convocó en Facebook.