Canarias Cinema: La erupción activa del cine isleño

La sección dedicada al cine canario proyecta este fin de semana los primeros pases de las películas dirigidas por cineastas isleños que formaron su mirada en el Festival de Las Palmas de Gran Canaria

'El volcán habitado', de David Pantaleón y José Víctor Fuentes.

'El volcán habitado', de David Pantaleón y José Víctor Fuentes.

Nora Navarro

Nora Navarro

La pantalla grande ha constituido su ventana, su búsqueda, su espejo, su lugar. Y ahora se erige, además, en escaparate de su obra y legado, donde se mirarán ojos de otros tiempos y geografías para seguir proyectando, en guiones no escritos, la pregunta de en qué consiste esto de hacer cine.

Bajo distintas denominaciones desde que se fundara el Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria en el año 2000, la sección Canarias Cinema ha reservado un espacio al cine de producción o autoría canaria, donde una amplia nómina de cineastas de las Islas ha educado y ensanchado su mirada cinematográfica en el mapa de sus programaciones festivaleras. 

Y con el paso de los años, muchos de estos nombres han emprendido el camino de vuelta para estrenar sus propias películas en el que fuera su espacio de formación cinéfila. Muchos, incluso, regresan al festival con sus obras premiadas en otros certámenes nacionales e internacionales bajo el brazo para proyectarlas en su isla o Archipiélago natal entre amigos, compañeros y maestros.

Esta 23ª edición es escenario del estreno de los primeros largometrajes de grandes asiduos de la muestra capitalina, como la cineasta Macu Machín, que estrena el sábado La hojarasca, o Coré Ruiz, que presenta el domingo Voy a desaparecer. Ambos compiten por el Premio Richard Leacock a Mejor Largometraje 2024, donde también concurren David Pantaleón y José Víctor Fuentes, grandes veteranos de la cita capitalina; que presentaron el viernes en tándem el largometraje documental Un volcán habitado; y Domingo J. González, socio fundador de la distribuidora Digital 104, que presenta el domingo Una casa en el pueblo. 

En el apartado de cortometrajes, la selección engloba nueve películas en formato corto bajo la firma de los multipremiados Víctor Moreno y David Pantaleón -quien hace doblete este año-, junto a los cinestas Marina Alberti, Pablo Borges, Pablo Vilas, Fernando Alcántara, Jesús F. Cruz, Alexander Cabeza Trigg, y el tándem de Shira Ukrainitz y Omar Al Abdul Razzak.

La Palma y las raíces

La isla de La Palma y la erupción del volcán que fracturó el valle de Aridane en otoño de 2021 se erige en paisaje y protagonista de dos de los cuatro largometrajes a concurso, filmados bajo distintos prismas en La hojarasca y Un volcán habitado. 

Pero el conjunto de los cuatro largometrajes, pese a sus distintas coordenadas estilísticas, entraña un regreso común a las raíces y memoria de la infancia: Machín y Fuentes viajan a los enclaves palmeros donde se enraizan sus orígenes; Coré Ruiz rinde homenaje a los veranos de nuestra vida en el sur de Gran Canaria; y Domingo J. González vuelve al espacio de la casa familiar en Vilaflor de Chasna, en Tenerife.

Junto a esta interlocución con la realidad local, con sus fantasmas y recuerdos, la agrupación de este año se desenvuelve en géneros diversos, a veces híbridos, desde una mirada marcada por el sello autoral y un discurso estético propio alrededor del paisaje como territorio e intimidad, lejos de arquetipos comerciales frívolos o esquemáticos. También se inscriben en esta línea los trabajos del apartado de cortometrajes.

Cuatro largometrajes

La primera erupción de Canarias Cinema en la pantalla grande de esta edición se proyectó ayer bajo el rugido de Un volcán habitado, de David Pantaleón y Víctor Fuentes. Este largometraje documental arrasa el corazón como la lava pero, lejos de reabrir la herida que aún sangra en la isla de La Palma, lo que sedimenta en la memoria es una obra de arte que rinde homenaje a lo único que puede salvarnos del abismo: la amistad, la solidaridad, el arte como testigo frente a nuestra fragilidad.

Un volcán habitado vivió su estreno mundial en la sección Burning Lights del Festival Visions du Réel 2023, en Suiza, uno de los certámenes internacionales de cine documental más importantes de Europa, y en su periplo festivalero antes de ver la luz en el Archipiélago ha recibido el Premio a Mejor Documental en el Festival de Cine de Ibiza y en el Márgenes de Madrid, así como una mención especial del Jurado en Cinespaña.

'Un volcán habitado'.

'Un volcán habitado'. / LP

Filmada con un profundo respeto y delicadeza en las antípodas del «pornovolcán», en palabras de Fuentes, del que entonces abusaron tantos medios, Un volcán habitado refleja a un tiempo, con una factura visual extraordinaria, el horror de la destrucción y la belleza hipnótica de las coladas ladera abajo. Y es que la lava aún no había alcanzado el corazón del Valle de Aridane cuando los cineastas desembarcaron en la isla bonita para registrar las escenas de aquellos meses: esos largos días de espera e incertidumbre, el rugido omnipresente del volcán, las abuelas tejiendo y rumiando el futuro negro de sus nietos, los vecinos sacudiendo cenizas de los tejados, patios y plataneras. 

Y entreveradas con los temblores del Tajogaite se escuchan las voces en off de los amigos de Fuentes, residentes y damnificados de El Paso, grabadas en vivo en audios de WhatsApp: «Amigo mío (...). Tienes mi casa hasta que te endereces: dormimos más apretaos y el día que me estés dando mucho por saco te mando pa’ ahí debajo pa’l parral, pero si te quieres venir aquí tienes la casa, te dejo ya hasta la llave puesta por fuera, amigo». No puede haber mejor testimonio audiovisual de aquellos días que esta película.

Por su parte, la erupción en Cumbre Vieja sorprendió a la cineasta Macu Machín en pleno rodaje de La hojarasca, una bellísima película que pendula entre el documental y la ficción en el enclave rural de Puntagorda, en el noroeste de La Palma. La atmósfera de ese paisaje rural casi onírico imprime el tono de una trama que gravita sobre las relaciones entre tres hermanas, Elsa, Carmen y Maura, que son la madre y las dos tías de la directora, que se reencuentran en este espacio familiar para negociar el reparto de una herencia. Pero este argumento sirve como pretexto para explorar sus conflictos, silencios y recuerdos, donde Machín sitúa la cámara en un plano observacional y de escucha que combina primeros planos de sus gestos y emociones contenidas con planos generales de su manera de moverse en el campo, esa vida apegada a la tierra y jalonada por barrancos, huertas y un horizonte abierto al mar.

'La hojarasca'.

'La hojarasca'. / LP

Entre lo orgánico y lo mágico, La hojarasca cristaliza ese tiempo detenido en el que estallan las palabras no dichas, donde la erupción del volcán acontece como metáfora sutil y telúrica para imbricarse en la historia como un símbolo más del carácter palmero. Pero alrededor de estas tensiones también hay espacio para la ternura, los cuidados, las risas, como el momento en que desempolvan sus trajes de niñas para jugar entre recuerdos, o cuando se va la luz y Maura canta a oscuras en la cocina: Palmero, sube a La Palma... Con la impronta autoral de Machín, su ópera prima es una carta de amor, a su familia, a La Palma, a la memoria y al séptimo arte.

La hojarasca vivió su estreno absoluto en la Berlinale, un hito en la trayectoria del cine canario, y fue distinguida con dos Biznagas de Plata a Mejor Película y a Mejor Dirección en la Sección Zonazine del Festival de Cine de Málaga el mes pasado.

Y siguiendo la línea de debuts en formato largo, el cineasta y músico grancanario Coré Ruiz estrena su primer largometraje, Voy a desaparecer, rodado en distintas localizaciones que conforman su geografía sentimental de su isla natal. La de Ruiz es la única película de la selección planteada como una historia narrativa de ficción que, además, entrevera géneros como el thriller o el melodrama, con grandes destellos de humor e ironía. El punto de partida de la trama se sitúa en el reencuentro de dos hermanos, Rocío y David, cuando este último abandona la cárcel con un permiso penitenciario y convence a la primera para escaparse juntos al sur de Gran Canaria donde transcurrieron los veranos de su infancia.

Y en ese viaje de la risa al llanto en el alambre de la intriga, el trabajo de la pareja protagonista, Raquel Herrera y Abraham Santacruz, conforma el gran corazón de la película. Ambos firman dos personajes tan conmovedores como hilarantes resultan las dos recepcionistas encarnadas por Patri Rivero y Lirio Mosqueda

'Voy a desaparecer'.

'Voy a desaparecer'. / LP

Pero en esta huida a los orígenes de una herida familiar abierta afloran los rasgos comunes del imaginario de Ruiz con ese cóctel explosivo y costumbrista de humor, ternura, violencia y fatalidad. También merecen una mención especial los planos de los dos hermanos mirando la misma línea del horizonte, o la maravillosa decadencia del centro comercial Cita, y por supuesto, su brillante banda sonora de sello canario, con nombres como Fajardo, Lajalada, Virya Cruz, Usted o The Amaroses, con ese eco final que repite: I’m Gonna Disappear. El mejor Coré para los fans de Coré. 

El recorrido por los largometrajes a concurso culmina en la isla de Tenerife, en concreto, en el municipio de Vilaflor de Chasna, donde se sitúa Una casa en el pueblo, de Domingo J. González. «En esta casa, pasaste todos los veranos de tu infancia», reza al comienzo una voz en off. «Sobre el suelo de esa habitación nació tu madre. Alrededor de ese fuego, tus abuelos sobrevivieron a la miseria de la posguerra y a los duros inviernos del pueblo. Al fondo del patio, detrás de esa puerta, dicen que nació un santo». 

'La casa de mi pueblo'.

'La casa de mi pueblo'. / LP

Esta película documental traza un microcosmos multifocal que se deshoja en capas según dónde se sitúe la mirada, puesto que transita desde la casa como espacio intimista, donde se miran sus habitantes desde dentro, a la casa como parte de un territorio e identidad rural, donde se mira el pueblo desde fuera, y a la que se incorpora la mirada foránea como página en blanco. El filme atesora un gran trabajo de montaje, a cargo de Claudio de la Torre, puesto que combina imágenes de vídeos caseros antiguos con fragmentos de móviles y secuencias recientes, junto con material de archivo del pueblo y lecturas de viajeros extranjeros que pasaron por Tenerife y Vilaflor durante los siglos XIX y XX. Una casa en el pueblo es, sobre todo, un viaje puertas adentro para comprender dónde nace el camino de nuestras huellas y convertirlo en un relato universal.

Nueve cortometrajes

En cuanto a cineastas con obra en la competición de cortos, destacan talentos como Víctor Moreno, ‘Premio de Honor’ del Festival en su vigésima edición, voz que lleva más de una década vinculada al certamen grancanario y que pudo medirse con autores internacionales al ser seleccionado, en su estreno, para la Sección Oficial. Ahora Moreno visita la ciudad con su corto Meteoro.

Otros autores relacionados a lo largo del tiempo con el festival son Fernando Alcántara, que presenta Colonos del Espacio; Marina Alberti, conocedora del certamen como productora y, ahora con Aitana, como cineasta; la pareja de autores integrada por el flamante ganador al mejor largo del año pasado, Omar Al Abdul Razzak, y la directora Shira Ukrainitz, que permanecen fieles a una cita en la que han presentado cortos de animación como Los espacios confinados o La prima cosa, y a la que vuelven con Las invasiones biológicas. El caso del Ovis orientalis musimon en la isla de Tenerife: «El último muflón». David Pantaleón, todo un referente de la sección, con un histórico extraordinario en el que brillan premios canarios y reconocimientos nacionales e internacionales, volverá a las salas Yelmo Las Arenas para presentar cortometraje. En 2024, el grancanario concursará con El naciente.

Por otro lado, confluyen autores que repiten tras experiencias pasadas: Pablo Borges que debutó en el Festival con su corto Cloro en 2023, regresa con el trabajo La isla errante; lo mismo que Pablo Vilas que presentó en equipo Fuera de campo en 2021 y volvió a inscribirse y ser seleccionado, esta vez, con Las cosas queridas; o Jesús F. Cruz, acreedor de una mención especial del jurado en 2022 por Una flor en el vacío y ahora intenta ascender en el palmarés con Cabreo.

Canarias Cinema incorpora la obra de un director novel como es el antropólogo social y cultural Alexander Cabeza Trigg. Con un largometraje previo en su currículum como cineasta, La Tramuntana (2020), Cabeza Trigg debuta en el Festival de Las Palmas de Gran Canaria con El Canto de los Años Nuevos, documental que ha sido seleccionado en DOCLISBOA o en el barcelonés D’A Festival Cinema.

Dentro del apartado se celebrará un aniversario especial, el de la productora La Mirada Producciones que cumple, este 2024, tres décadas ininterrumpidas de desarrollo de proyectos. La Mirada, avalada por una trayectoria fundamental para el corto en España, ofrecerá una sesión especial en la que recupera el corto que llevó a su equipo a Cannes: Ruleta, y el largometraje con el que iniciaron su camino en el formato: Hombres felices, dos obras de Roberto Santiago.

Palmarés de 2024

Al igual que en años anteriores, el palmarés de Canarias Cinema se falla al término del primer fin de semana festivalero, por lo que este año se desvelará el lunes 22 de abril el Premio Richard Leacock en sus respectivas categorías. Entre tanto, que disfruten de la erupción activa del cine canario.