La que es sin duda la mejor hornada de jugadores de la historia de baloncesto español, no sólo por su trayectoria, sino por su forma de juego, aterrizó esta semana en Gran Canaria con el objetivo de preparar el Mundial de Turquía (28 de agosto al 12 de septiembre). Los chicos de oro, actuales campeones del mundo de baloncesto, inician el camino para acariciar un nuevo sueño y alzarse con un campeonato, que, de ganarlo, pondría a España en lo más alto del podio deportivo tras el éxito cosechado recientemente por La Roja de Vicente Del Bosque.

El oro conseguido en Japón hace cuatro años, la plata en los Juegos de Pekín y el Europeo ganado en Polonia el año pasado, suponen el mejor currículum de unos jugadores, que están dispuestos a divertirse y a darlo todo por España.

Además, esta sed de victoria la trasladaron esta semana (jueves y viernes por la noche) de la cancha a los bares de la capital grancanaria. Este periódico, al igual que los clientes de una conocida terraza de la ciudad, contemplaron con asombro cómo los jugadores de España protagonizaron su particular entrenamiento nocturno.

Los chicos de Sergio Scariolo cambiaron el parqué del Centro Insular de Deportes, donde se entrena, por el reservado de una terraza en la que se aferraron a las copas, como si de oro se tratasen. Incluso, varios guardias de seguridad mantenían alejado al resto de la clientela a los que no se les dejaba hacer fotos de los jugadores, que no obstante, se acercaban tímidamente a firmar algún autógrafo. La instantánea, sin embargo, no era otra que varios jugadores bebiendo alcohol y fumando, al tiempo que disfrutaban de la encantadora compañía de varias aficionadas.

Asimismo, como si de un quinteto titular de lujo se tratase, en la noche del viernes debutaron, entre otros, el jugador de la NBA, Calderón, Ricky Rubio, Garbajosa o Marc Gasol. Es más, el organizador del juego de España, Juan Carlos Navarro, con cigarrillo en mano, era uno de los más animados de un entrenamiento que se prolongó hasta bien entrada la madrugada y en el que España, esta vez sí, ganó de paliza.

Los jugadores de baloncesto, que tuvieron el sábado libre, jugarán dos amistosos (1 y 2 de agosto) para afrontar con las máximas garantías el próximo campeonato en Turquía. Los 15 elegidos, de los que tres se quedarán fuera, llegan con la presión justa y conscientes de su fuerza mental y su unidad. Todo eso lo dejan traslucir dentro y fuera de la cancha. La ausencia del mayor de los Gasol, el regreso de Calderón o la presencia de Vázquez son los ejes de la puesta de largo del equipo de Scariolo. De hecho, el listón de los entrenamientos irán en aumento a medida que se acerque la cita en Turquía. Además, y pese a que todos intentan asumir la baja del jugador de Los Lakers Pau, nadie parece haberlo logrado aún. Ni siquiera el propio seleccionador italiano, que, a buen seguro, echará de menos a uno de los mejores pívots del mundo. De hecho, las otras copas de las selección tal vez no se hubiesen producido con la presencia de una pieza muy importante en el combinado nacional. Con su experiencia y liderazgo, tal vez los jugadores de España no hubieran calentado tanto la mano en su estancia en Canarias. La selección de todos acaparará los flashes en el próximo mundial con el objetivo bien definido: ganar o ganar. De la magia de Ricky Rubio, del acierto de Rudy Fernández, del olfato de pase de Calderón y de la fuerza bajo el aro de Marc Gasol depende el triunfo de esta campeona y las ilusiones de miles de aficionados.