- ¿Siente que afronta la última semana en la UD Las Palmas?

- No lo quiero pensar así. Ante el Sabadell será un partido más. Se trata del último de la temporada pero seguiré jugando. Sea aquí o en otro club. Y lo afronto con naturalidad. Por mi cabeza no pasa que sea el último de amarillo.

- Elimina cualquier liturgia de despedida, ¿realmente piensa que le renovarán su contrato que acaba el 30 de junio?

- No sé si el club contará conmigo. Si tengo opción de renovar, por supuesto que la aprovecharé. No sé si ellos lo ven -la dirección deportiva-. Pero no me voy a despedir de nadie, quiero terminar la competición con buenas sensaciones. Me iré para mi casa y lo que tenga que pasar, pasará.

- 238 minutos en 41 partidos. ¿Quién es el responsable de su ostracismo en la UD?

- Desde mi punto de vista, no es cuestión de ponernos a buscar responsables. El año ha sido como ha sido el peor de mi carrera: el de menos minutos, el de menos participación... El máximo responsable -Juan Manuel- ha querido conveniente que otros compañeros han estado mejor que yo. Uno decide y a otros nos toca acatar y seguir trabajando para cuando lo considere oportuno.

- ¿Cree que ha existido una mano negra?

- Desde mi regreso -llegó del Levante UD en junio del 2009-, estos tres últimos años no han sido fáciles. Venía un jugador contrastado listo para haber hecho muchísimo más de lo que me han dejado. He puesto todo de mi parte, toda mi ilusión, todas las ganas y el trabajo para ser importante. No se me ha dejado. He terminado sin continuidad, sin confianza. Así, no puedes estar cómodo. No he tenido opciones de demostrar mi capacidad como futbolista.

- ¿Cuál ha sido el momento más difícil de su calvario?

- Fueron tres años complicados, tres años difíciles y tres años sin alegrías. Siempre a contracorriente y viéndolas venir. No poder afrontar las cosas que uno quiere y estar en el centro de las especulaciones. Te piden que salgas 15 minutos para resolver un partido y así es difícil. La gente espera mucho de mí, yo espero mucho de mí, pero hay que ser conscientes de mis circunstancias físicas y psicológicas. Éstas te impiden estar listo para competir. Me gustaría estar libre mentalmente, intentar más cosas, sentirme importante dentro del equipo. Vivir sabiendo que la próxima semana puedo seguir jugando. No me he sentido importante y así es difícil sacar lo mejor que tienes.

- Cumplirá 33 años en julio, ¿ha pensado en la retirada?

- Te planteas muchas cosas. Siento lástima porque tengo capacidad. La pena es que esto puede ser un adiós. Como está el fútbol, pueda ser un adiós. Es el miedo que tengo, que se cierre la puerta para seguir jugando en alto nivel. Sería desaprovechar a un futbolista que puede dar muchas alegrías. Estos tres años han sido muy duros para mí y mi familia. Me he planteado si merece la pena seguir sufriendo. Pero mientras tenga la chispa de entrenar a muerte seguiré intentándolo. Sea en Segunda, Tercera División o Segunda Regional. Tengo fútbol dentro de mí y solo quiero poder sacarlo.

- El 17 de abril, en su comparecencia ante los medios en Barranco Seco, señaló que 'alguien quería jubilarle'. ¿A quién se refería?

- Se malinterpretó totalmente, no quise herir a nadie. Y no quería atacar a los medios o a la afición. Lo de algunos que me quieren jubilar, fue porque lo noto en el ambiente y por si la gente pensaba que estaba acabado. Quise eliminar cualquier duda por si pensaban que era conformista y que me daba igual no jugar en la UD. Eso me dolió. Cada día entreno con ganas de aprender. Tuve que alzar la voz ante el hecho de que me vean como un jugador acabado.

- Su rol residual en el equipo ha provocado que su figura se distancie de la del técnico Juan Manuel Rodríguez. ¿En algún momento ha tenido alguna fricción con el preparador? ¿Qué trato ha recibido por parte del técnico?

- No sé el trato que merezco. Con Juan Manuel no tengo ningún problema pero obviamente no puedo estar contento.

- Usted acusó al entrenador de haberle faltado al respeto.

- Se interpretó mal. Igual que cuando dije que no tenía que demostrada nada a nadie. Mis estadísticas, 270 partidos en Segunda, son números importantes pero me refería a que venía a ayudar. No se me ha aprovechado y ya sé que no se vive del currículum. Yo venía con unos números y no a ver que pasa. Ya sé que no soy nada en el fútbol. Solo quería ilustrar que tenía experiencia.

- ¿Ha pedido explicaciones a Juan Manuel Rodríguez ante la falta de continuidad en este curso liguero -solo ha sido titular en dos partidos en Girona y en el Mini Estadi-?

- No soy de los futbolistas que piden explicaciones. Hay un plantel muy competitivo en la UD y eso me ha cerrado las puertas. Pero por otra parte, creo que ha habido momentos en los cuales mis compañeros no han estado todo lo bien que se esperaba. Han surgido sanciones, lesiones y podían haberme dado más protagonismo. Al final, nadie se acuerda de mí. Te pesa psicológicamente.

- La pasada temporada, con Juan Manuel en el banquillo, fue una pieza clave en la salvación. En pretemporada era uno los estandartes del equipo y solo cinco meses después, una figura anónima en los entrenamientos. ¿Cómo se ha sentido en este viaje?

- Me sentía anónimo e invisible. Tenía que marcharme a casa y no me sentía futbolista. Sabía que no iría convocado, y si me convocaban que no jugaría. Eran un cúmulo de sensaciones. Mi familia estaba detrás y me veía trabajar. Llegaba a casa desanimado; me sentía 'pequeñito' e infravalorado.

- ¿Qué relación mantiene con la dirección deportiva [Toni Cruz y Juanito Rodríguez] y con el presidente del club, Miguel Ángel Ramírez?

- Con Toni, Juanito y Miguel Ángel me llevo muy bien. Soy una persona directa y digo las cosas muy claras. Llevo 20 años en la UD y saben que siento este escudo como el que más. Me hubiese encantado tener más apoyo del club en algún momento. Que viesen que era un jugador contrastado y que podía haber aportado más. Y desde el club, me he sentido solo. Pero la relación es positiva. Se acabe el sábado o no mi vinculación con la UD, mantendré la misma opinión sobre su trabajo. Son muy profesionales y buscan lo mejor para la entidad.