El latir de la bestia. La UD se ha convertido, en el punto kilométrico número 12, en un animal despiadado. Líder de la categoría de plata con 25 puntos y máximo realizador con 22 dianas, el ejército de Paco Herrera solo registra un desliz en su expediente (debacle en el Heliodoro ante el Tenerife (2-1) el 28 de septiembre) y sigue en búsqueda de la perfección. Es la obsesión del estratega. El maillot de primer clasificado refrenda una situación idílica, que se abrazó el pasado sábado tras triturar al Girona en Montilivi (1-2), y que es idéntica al curso 1999/00.

Aquella campaña, hace ya 15 años, significó el último salto a Primera. Bajo los mismos patrones de rigor e instinto asesino respiran dos propuestas fiables, que comparten la virtud del catenaccio más hermoso. Equilibrio defensivo como bandera ya que los dos conjuntos solo han recibido diez tantos en los primeros 1080 minutos de Liga.

Defender como titanes es el pasaporte para alcanzar la tierra prometida de dos regímenes tácticos infranqueables. El equipo de Kresic, el 21 de mayo del 2000, goleaba al Elche (4-1) en el Estadio Insular y entraba en la historia. Acabaría como campeón del planeta de plata con solo 41 tantos encajados [con una media de 0,97 por encuentro]. Con una estética pragmática, que aparcó el fútbol de seda, se refugió en la aportación ofensiva coral y en los 13 tantos del delantero Eloy.

En esa misma frontera de la competición (12ª jornada), el cuadro isleño, dirigido por el hispano-croata Sergio Kresic, gobernaba la tabla con 25 puntos tras batir al Logroñés en el Estadio Insular con un solitario tanto del brasileño Renaldo -30 de octubre de 1999-. Con ocho victorias, un empate y tres derrotas; 23 dianas a favor y las citadas 10 en contra, superaba al segundo UD Salamanca por la diferencia de goles. Empatados a 25 puntos con el cuadro charro, la pegada de acero amarilla permitía mantener la posición de privilegio. Igual que en la actualidad, ya que los de Herrera computan los mismos puntos que el Real Valladolid de Rubí, pero con mejor diferencia de goles [+12 ante los +7 de los pucelanos]. La historia se repite pero con el matiz de que la UD de Herrera, con marcado acentograncanario, solo contabiliza una derrota: la cicatriz del clásico.

Los de Kresic, a estas alturas de Liga, ya habían perdido ante el Recreativo (1-2), Osasuna (1-0) y Extremadura (2-1). Además, en la 13ª jornada, cuando se presentaban ante el Lleida como líder, sucumbían (4-1) ante el conjunto catalán. Este sábado, desde las 17.30 horas en el Gran Canaria, ante el CD Mirandés, los amarillos confían en sumar la octava victoria, la sexta en el recinto de Siete Palmas, y seguir en las alturas. Y de esta manera, afrontar el pulso dramático del 23 de noviembre ante el Valladolid con aires de contienda galáctica. Un combate a muerte que perfil a la UD como gran favorito. Los de Herrera adoctrinan una filosofía solidaria, donde hay vida sin la pólvora de Araujo -que suma 9 dianas-. El argentino encadena dos jornadas sin ver portería pero no ha llegado el fin del universo. Ante el Albacete, Hernán y Roque se disfrazaron de poetas del gol y en la última jornada ante el Girona, el extremeño Guzmán fue el salvador con dos dianas. Y ya contabiliza tres en Liga. Nauzet Alemán (2), Momo (2) y Hernán (2) estiran la lista de principales ejecutores.

La zona noble, hábitat natural

La UD ha liderado la tabla durante cinco jornadas. Fue segunda en otras tres (1ª, 3ª y 9ª). En las cuatro fechas que restan, ha ocupado zona de promoción. El navío de Herrera es la mejor muestra de regularidad. Y ahora busca estirar la dictadura tropical ante el Mirandés.

El trabajo de los zagueros David García y Aythami Artiles [que han participado en las primeras doce jornadas de forma sobresaliente] ha sido capital en el asalto al liderato. Hace quince años, esta función de coroneles de la retaguardia la practicaban Olías (37 partidos), Sarasúa (23) y Molina (38), que estuvieron custodiados en aquella campaña en las bandas por Jaime Quesada (30), Álex Castro (31) o Paqui (33). Cicovic, que forma parte del equipo técnico amarillo, fue el meta del ascenso, y firmó 31 duelos de Liga en los que encajó 29 tantos. Con esta defensa de acero, la UD encontró a Eloy (13 tantos), Tevenet (8) y Marcos Sequeiros (8) a los líderes de su nómina de pólvora. Sin olvidar la aportación de Pablo Lago (5).

Con 60 tantos, el cuadro de Kresic finalizó como el tercer máximo realizador, solo superado por Villarreal (61) y Lleida (66). Hay que reseñar que los de Herrera, por su parte, ya computan 22 dianas, lo que deja una media de 1,8 tantos por partido. Un dato brutal, que dejaría a la UD al término de esta edición liguera con 75 goles. El veterano técnico catalán, en la 2011/12, cuando logró ascender con el Celta, acabó el curso con 83 y en una meritoria segunda plaza. Al son de Herrera, el galeón amarillo siembra el terror y evoca a la era industrial de Kresic. Almas gemelas en el kilómetro 12, las partituras lucen matices en su filosofía pero buscan la eternidad.