La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Automovilismo 40a edición del Rally Islas Canarias-El Corte Inglés

El pequeño rally del Elder

El Museo del parque Santa Catalina acoge una muestra para que los usuarios disfruten de la prueba con coches de 'scalextric'

No son piloto y copiloto de una de las escuderías que participarán en la 40ª edición del Rally Islas Canarias-El Corte Inglés, pero atesoran varias características que precisa un tándem al volante de un coche. Para empezar, la confianza y complicidad necesaria para creer el uno en el otro; por otro lado, vivir con pasión algo en lo que invierten gran parte de su tiempo.

Son Roberto Santana y Gerardo Santana, fundadores de PRslot, un club de carreras de automóviles a escala. Esto es el slot -ranura en inglés-, término con el que se define a esta afición que consiste en hacer volar a sus coches en miniatura a tráves de rieles por donde pasa la electricidad. Un hobby que llega ahora al Museo Elder del Parque Santa Catalina de la mano de la pareja con el apoyo de esta entidad, volcados con lo que se vive estos días en la plaza capitalina, donde todos los equipos ponen a punto a sus bestias.

Entre el rugido de los motores se cuela esta exposición, Scalextric: coches en miniatura con velocidades de vértigo. Una muestra donde se podrán encontrar alrededor de cincuenta coches míticos además de cinco tramos de competición distribuidos en cuatro grandes maquetas que poseen cientos de detalles que otorgan un realismo total a la prueba. Desde un rally puro, con subidas de vértigo cubiertas de nieve hasta la aridez de los desiertos por donde transcurren los raids, al más puro estilo Dakar. Precisamente será sobre este circuito por donde se desarrollará la primera prueba puntuable para el VII Campeonato Rallye-Raid y valedero para el Desafío B:90 que organiza la página web Mundo Slot Magazine. Todoterrenos y camiones a escala se citarán el 19 de marzo para ver quién es el más rápido en el Museo Elder. La exhibición de los coches se mantendrá hasta el día 25 de este mes.

"Intentamos que sea lo más real posible. Por lo normal, ponemos gofio para emular la tierra y el polvo, pero aquí no hemos podido. El gofio levanta una buena polvajera y estamos en un museo", explica Roberto Santana. La solución para emular la tierra y grava de las competiciones que trascurren por la tierra llega directa de las cafeteras. Las borras del café, es el nuevo balasto. "Llevamos varios meses reuniéndola, secándola al sol, para ver cómo responden los coches a esta superficie", prosigue con pasión. Él es el diseñador de las maquetas a las que no le faltan detalles. "Lo mismo que hacemos para la tierra, lo hacemos con la nieve. En competición le ponemos algo de harina y queda espectacular", concluye Roberto. Mientras, en las cunetas de las maquetas se agolpan figuras de fotógrafos, algún aficionado imprudente e incluso varios coches averiados con sus pilotos pidiendo ayuda. Los muros de corcho, el papel que simula las montañas o los pequeños árboles -muchos de ramas caídas de pinos de la cumbre de Gran Canaria-, son detalles que dejan estampas que parecen sacadas de un auténtico rally. "Intentamos hacerlo lo más real posible, inspirándonos en los auténticos o en otras maquetas que hayamos visto antes", continúa Roberto Santana.

Si Roberto es el encargado de dar forma a las curvas y escenarios de competición y exhibición, Gerardo Santana es el ingeniero perfecto en los boxes. Entre palmeras, pinos y abetos salen los protagonistas impulsados por los motores eléctricos. La evolución de las distintas piezas a lo largo de los años ha provocado que las maquetas se conviertan en pequeñas máquinas de la velocidad. "Antes, cuando nosotros empezamos con esto, estaba la marca Scalextric y poco más. Ahora hay muchísimas marcas y evoluciones que le podemos poner al coche", sentencia Gerardo.

Porque personalizar los modelos, jugar con sus engranajes y hacer que ganen cada centésima, es esencial en el slot. "Aquí la destreza del piloto es importantísima, pero también tener un buen coche. Lo mismo que en una carrera de verdad", agrega.

Para explicarlo ponen el ejemplo de alguno de los coches que se darán cita en poco más de una semana: los camiones y buggies de los raids. "Son 4x4 puros. Le ponemos mejor amortiguación en las cuatro ruedas y minimizamos el peso de las carrocerías con nuevos materiales. Hemos pasado de los plásticos gruesos de antes a otros elementos muy finos", asegura, con su caja de herramientas delante. Tanto como otros elementos como los mandos o los cronómetros. Algunos son capaces de regular las curvas de potencia, cambios de sensibilidad, tope de recorrido para el gatillo o frenos.

Ambos llevan juntos "toda la vida" y han experimentado los diversos cambios tecnológicos del slot, siempre con la esencia, permanece intacta. Vecinos del barrio de Tenoya, descubrieron el automodelismo en su adolescencia. "Sería desde los 13 ó 14 años cuando empezamos con esto, ¿no?", pregunta Roberto a Gerardo. Ahora cuentan con 47 y 48 años respectivamente. Las canas afloran en sus cabelleras, pero la pasión por los rallies y el slot sólo ha crecido. Antonio Suárez, un clásico del slot canario y también vecino de Tenoya, les invitó a una prueba que él organizaba. Desde entonces, se quedaron prendados de estas competiciones en miniaturas. "Nos fuimos metiendo poco a poco y nos gustaba cada vez más. Conocimos también con el tiempo a Jorge Trujillo, uno de los mejores artesanos de Canarias. Sus chasis personalizados eran buenísimos", reconoce Roberto.

Las ganas por seguir compitiendo, adquirir y modificar nuevas maquetas siempre iba a más, con algún mínimo parón puntual. "Íbamos a donde fuera. Hacíamos hasta rallies de dos días, como los reales. Nos quedábamos a dormir por ahí y al día siguiente, tirábamos para la asociación de vecinos, locales, colegios, donde fuera la prueba que nos tocara", asevera. Entre todos ellos recuerdan el Rally Tinamar, con más de 30 ediciones a su espalda, o los que organizan Los Llanos slot. Pruebas que siguen hoy en activo y que les ha permitido conocer más gente interesada en estos temas.

Fruto de este hobby nació en 2010 el equipo PRslot. En Tenoya está su sede social donde todos los viernes se juntan entre 10 y 12 amigos para empezar el fin de semana. "Está abierto a quien le guste el tema y quiera pasar un buen rato", asegura la pareja de amigos, que han enganchado a sus familias a esta afición. En la Isla hay seis clubes de slot que disfrutan modificando sus coches y compitiendo entre sí. Con el evento del 19 de marzo reunirán a unas 30 personas, con dos coches por cabeza, para retarse en estos circuitos de plástico, pero tremendamente reales a escala 1:32.

Coches míticos del rally

Además de poder probar algunos de los circuitos montados para la ocasión, los aficionados del Islas Canarias-El Corte Inglés, tendrán la oportunidad de volver a sentir la emoción de ver a coches que dominaron junto a sus pilotos el panorama del automovilismo canario.

Por ejemplo, el impecable Lancia 037 del palmero de nacimiento y grancanario de adopción Medardo Pérez. La publicidad de Lucky Strike entre sus colores blanco y rojo no falta en el vehículo. Jose Mari Ponce y su BMW 635 también se encuentra entre las piezas expuestas a escala, como el Peugeot 207 de Luis Monzón o el Opel Manta 400 de Carlos Alonso Lamberti. Todos estos coches forman parte de la memoria colectiva de la afición del automovilismo del Archipiélago.

Gran parte de los coches que salen de los talleres de PRslot acaban repartidos por el mundo. Porque vender, comprar e intercambiar coches y accesorios para perfeccionar las colecciones en un clásico en el mundo del automodelismo. Algunos de los vehículos que han salido de Tenoya han acabado a muchísimos kilómetros de Gran Canaria. "Además de gente de la Península, nos han comprado coches desde Australia o Finlandia", sentencia Gerardo Santana.

Esta fórmula les vale para intentar recuperar algo de dinero para cubrir nuevas adquisiciones o sufragar algunos gastos. "A veces da pena venderlos porque les has cogido cariño, pero otros directamente los preparamos para vender". Cientos de coches han pasado por sus manos, pero hay dos que nunca podrán olvidar: los primeros. Roberto con un Renault R5 Copa de Scalextric; Gerardo, con un Ford Fiesta. Dos coches que no estarán en competición, como los que sí lo hacen en las medianías de la Isla, pero también como otros más pequeños en el Museo Elder.

Compartir el artículo

stats