Entrevista | Direna Alonso Curbelo Investigadora de tumores

Direna Alonso: «Nuestro gran objetivo es desentrañar los orígenes del cáncer»

"Gracias a técnicas innovadoras, ahora ya podemos desenmascarar el cáncer, célula a célula", asegura la investigadora de tumores

Direna Alonso, investigadora de tumores

Direna Alonso, investigadora de tumores / La Provincia

Direna Alonso Curbelo, que nació hace 37 años en Santa María de Guía, tiene muy claro que iba a ser investigadora por su gran curiosidad y ganas de saber cómo funcionan las cosas. El fallecimiento de su padre a los 52 años por un cáncer de piel influyó en gran medida en su trabajo por el cáncer de páncreas y el melanoma. Está en el inicio de un proyecto en Barcelona. «En un honor enorme recibir esta distinción del Cabildo», asegura.

¿En qué proyecto trabaja en la actualidad y dónde?

Trabajo en el Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona (IRB Barcelona). Me uní a finales de 2021 y actualmente estoy montando mi equipo de investigación, después de haber estado ocho años en Nueva York. El IRB es un centro puntero, con investigadores e investigadoras de alto nivel. Trabajar aquí es una oportunidad muy buena para hacer ciencia innovadora. Mi grupo de investigación se centrará en estudiar cómo las mutaciones genéticas y factores ambientales causantes de cáncer alteran la identidad normal de las células y su entorno para promover el cáncer.

¿Qué busca en el proyecto?

Buscamos entender cómo las mutaciones genéticas alteran procesos normales de nuestro cuerpo, como la respuesta inflamatoria que normalmente se induce cuando hay daño en un tejido, y los aprovechan para promover el cáncer. La genética es un componente muy importante, pero también el entorno de las células. Buscamos comprender cómo señales del entorno cooperan con las mutaciones oncogénicas para promover el cambio de identidad de las células normales, que hace que se conviertan en tumorales. Además, ahora sabemos que las células de nuestro cuerpo no responden de igual forma a las mutaciones oncogénicas o al daño tisular, así que otro gran objetivo es identificar cuáles son las más propensas a transformarse, porque éstas serían las semillas del cáncer. 

Recibir esta distinción es un honor enorme. Además me hace especial ilusión que venga de mi tierra

¿Hay que entender cómo funciona el cáncer y por qué?

Entender cómo funciona el cáncer es fundamental porque nos da información muy valiosa para poder combatirlo de forma más específica y eficaz. Y hay que entenderlo en toda su complejidad. Los cánceres no sólo están compuestos de células tumorales; las células tumorales se rodean de células normales, como las inmunitarias, cuya función normal sería detectar y atacar a las primeras pero que en los tumores no solo no lo consiguen, sino que incluso pueden llegar a favorecer la progresión tumoral. Si conseguimos entender cómo las células tumorales alteran la función de las células normales en su entorno, podremos diseñar formas para reactivar nuestras defensas naturales para controlar la enfermedad.

¿Cómo hacerlo?

En el laboratorio, podemos descomponer la masa tumoral en las distintas células que la componen y, con técnicas novedosas como la secuenciación de célula única, podemos revelar su identidad, sus diferentes estados, y los mecanismos de comunicación entre ellas. Estas técnicas punteras nos están ayudando a desentrañar la complejidad del cáncer y estudiarlo a un nivel de detalle que hasta ahora no se podía conseguir, pero también son muy costosas.  

¿Por qué se ha interesado y especializado en relación con la oncología y los cánceres de páncreas y de piel?

Por varios motivos. Dedicarse a la investigación es hacer de la curiosidad una forma de vida, una profesión. Desde pequeña siempre tuve mucha curiosidad por entender cómo funcionan las cosas. Mi inclinación por especializarme en investigación en cáncer vino más tarde. Mi padre, José Miguel Alonso Fernández-Aceytuno, que era arquitecto paisajista, falleció a sus 52 años por un cáncer de piel y eso me marcó de especial manera. Por aquel entonces yo estudiaba Farmacia en la Universidad Complutense de Madrid, y me di cuenta de que la razón por la que no había un tratamiento eficaz para cada paciente es porque no había suficiente conocimiento sobre la enfermedad. Así que después de terminar Farmacia, decidir hacer una tesis doctoral en Biología Molecular y Bioquímica en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), con el empeño y la ilusión de poder contribuir al conocimiento sobre el cáncer. Hice mi tesis en el laboratorio de la doctora Marisol Soengas, que justo arrancaba un laboratorio enfocado en estudiar, precisamente, el cáncer de piel. Tras terminar mi tesis doctoral, y después de haber hecho dos estancias cortas en centros extranjeros, decidí cruzar el charco para unirme a un laboratorio que me permitiese aprender otras técnicas y desarrollar modelos que me permitiesen investigar qué ocurre en los primeros instantes en el desarrollo de un tumor.  

Entender cómo funciona el cáncer es fundamental porque nos da información muy valiosa para poder combatirlo de forma más específica y eficaz

Entre sus logros está el descubrir aspectos del gen mutado KRAS, presente en el 95 por ciento de los pacientes de esta enfermedad, y contribuyó a identificar la vulnerabilidad específica en melanoma y el desarrollo de un nuevo fármaco que está en ensayos clínicos.

Detrás de los avances científicos no hay una persona, hay mucha gente detrás. Lo bonito es poder trabajar con equipos multidisciplinares porque cada uno aporta un enfoque distinto que enriquece el diálogo. Yo he tenido la suerte de estar expuesta a este ambiente tan diverso a lo largo de mi carrera, y es lo que aspiro a construir ahora en el IRB Barcelona.

¿Cómo valora el premio Can de las Ciencias que le otorga el Cabildo de Gran Canaria?

Recibir esta distinción es un honor enorme. Además me hace especial ilusión que venga de mi tierra, de la que siempre seré una orgullosa embajadora. Gran Canaria, como todo el Archipiélago canario, no es sólo playa, sol y mar, sino también mucha cultura y talento. Que las instituciones se fijen en alguien como yo y en mi trabajo como investigadora es muy bonito porque es un reconocimiento a mi profesión. También puede inspirar a los más jóvenes para animarse a seguir un camino similar.

¿Cuántas horas trabaja?

Muchas, pero las horas empleadas en algo que te apasiona y al que le ves un propósito son horas agradecidas. Es importante dedicar tiempo también para cuidar lo importante. En mi caso, soy muy afortunada de tener el apoyo de familiares y amigos que en momentos difíciles y de incertidumbre de la carrera investigadora han sido siempre una fuente de motivación e inspiración. Al fin y al cabo, al igual que las células, nuestro entorno importa.