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BARRIOS / HACIA LA CIUDAD INCLUSIVA Y SOSTENIBLE

La rehabilitación de La Paterna creará empleo para los vecinos del barrio

El plan impulsará cooperativas para que los residentes se encarguen de instalar y mantener las placas solares y bombas de calor que se colocarán en las casas

Dos sanitarios transportan a un enfermo por una de las escaleras de La Paterna La Provincia

La instalación de placas solares en las azoteas y la sustitución de los tradicionales termos eléctricos o de gas por bombas de calor, dos de los proyectos energéticos que contempla la rehabilitación de La Paterna, servirán para crear empleo en el barrio al mismo tiempo que mejorarán la calidad de vida de los vecinos, reducirán la factura de la luz en al menos un 30%, así como el consumo de energía fósil y la contaminación.

La creación de cooperativas será la herramienta que se usará para formar y dar empleo a la gente que está en paro, uno de los objetivos prioritarios que contempla el plan de regeneración del barrio, junto a la colocación de ascensores, la eliminación de barreras y la regeneración de los edificios, algunos de los cuales tienen más de 50 años.

La rehabilitación de La Paterna, el primero de los barrios vulnerables de la capital que ya cuenta con financiación de los fondos Next Generation, presenta como principal novedad que no se limita a la regeneración urbanística pura y dura sino que la vincula a programas sociales, educativos y laborales.

 El Plan de Acción para la Cohesión Social de La Paterna Viva, que ha sido elaborado por el sociólogo Federico E. González Ramírez tras realizar un diagnóstico con los vecinos del barrio, considera necesario dar un «paso más» con medidas concretas para solucionar los problemas que sufren los cerca de 10.000 vecinos y vecinas.

Los más graves son el alto desempleo que golpea a la población joven y las barreras dentro y fuera de los bloques que aíslan a los habitantes más viejos. González ha diseñado una serie de objetivos y actuaciones que permitan superar las causas de la exclusión social y cohesionen el barrio, además de hacerlo energéticamente sostenible y mejorar el medio ambiente urbano.

El concejalde Urbanismo Javier Doreste destaca, además de las políticas de cohesión social, las actuaciones de eficiencia energética que se van a desplegar. 

Los residentes ven prioritario la eliminación de las barreras que aislan a los más viejos

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 «Eso significa», explica, «utilizar materiales más caros en los techos y fachadas para luchar contra el cambio climático; quitar todos los termos y poner bombas de calor, que son más eficientes y ahorran un 30% en la factura de la luz. Instalar placas fotovoltáicas para alumbrar las escaleras y zonas comunes, porque no hay superficie suficiente para alimentar todas las viviendas». Resalta además la importancia de generar «una oportunidad para que los vecinos se formen en el mantenimiento de las placas y bombas de calor y puedan crear cooperativas, a través de las cuales se encargarán de realizar esos servicios en el barrio y otros más que se están estudiando».

El uso de energías limpias permitirá reducir en al menos un 30% el coste de la factura de la luz

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Miguel Quintana Henríques, vicepresidente de la asociación de vecinos San Esteban, no duda al afirmar que la accesibilidad y la creación de empleo son las acciones más prioritarias que necesita La Paterna, mientras resalta: «Estamos muy esperanzados e implicados cien por cien en el proyecto». El impulsor de la página de Facebook La Paterna se ilusiona reconoce que «la gente lo que dice es que cuando lo vea se lo cree. Y yo les digo que si no ponen ilusión como barrio, como vecinos, los políticos tampoco se ilusionarán».

Quintana habla del drama que supone para muchas personas mayores acceder a su casa.

«Son la mayoría, los fundadores del barrio y algunos no salen o solo caminan muy cerca de sus bloques, porque el barrio no es accesible», debido a la exagerada proliferación de escaleras. Los mayores problemas están, no obstante, dentro de los edificios, algunos de los cuales alcanzan las siete plantas, que se convierten en ocho, si a la persona que vive en el primero se le ocurre ir a tender a la azotea. «LLevamos años pidiendo ascensores porque ese es el problema más relevante», el que más le complica la vida a a la gente. «Muchos de ellos se resignan y no salen», sostiene.

Al contrario que las barreras arquitectónicas, que fastidian a los más mayores, el desempleo, el segundo gran problema en un barrio que en 2011 llegó a tener la tasa más alta de paro junto a Jinámar con más de un 42%, afecta sobre todo a la población joven, algo que se nota perfectamente en los bares o espacios públicos durante las horas de trabajo.

«Lo que más nos preocupa es que ese problema derive en el consumo de drogas. Para mí es como un puñal ver a un niño de 12 años fumando un porro. Me duele en el alma porque puedes ver que su futuro está condenado», subraya Quintana, quien reclama más intervención social sobre las causas del absentismo escolar y valora muchísimo que se creen cooperativas laborales para los jóvenes desempleados.

«A nivel social, en La Paterna hay que recorrer una milla extra», advierte. «No puedes darle lo mismo que a los otros barrios con más oportunidades, porque la exclusión social se acentúa un poco más. En muchos casos, la administración se limitó a darles una vivienda, pero no trabajó para sacarlos de la exclusión y esa circunstancia se replica en los hijos».

Amianto en los tejados

Por ello, considera que la creación de cooperativas no se puede limitar al mantenimiento de las placas solares y bombas de calor.

«Muchos de estos jóvenes desempleados quieren trabajar, no todos, pero hay una buena parte que sí quiere. Hay opción de hacer cooperativas para adecentar los jardines, para limpiar el barrio e incluso -aunque sería más difícil porque necesitaría una especialización de dos años-, para mantener los futuros ascensores. Yo creo que hay un potencial enorme en la juventud», resalta.

Otro problema muy grave que afecta a la salud del vecindario y que espera que se resuelva con la rehabilitación es la eliminación del amianto de los tejados. «Más de un 80% de los edificios y muchas azoteas están afectados.

Amianto en el barrio La Provincia

Todos los tejados de La Paterna vieja son de fibrocemento. Algunos están rotos y desprenden restos, aunque la gente no le pone importancia. Si podemos cambiar los tejados de amianto por placas solares es un espacio más que se puede aprovechar y seríamos un barrio vanguardista. ¿Es que no merecemos tener esto por ser un barrio obrero?», se pregunta el dirigente vecinal que también plantea que La Paterna podría ser «autosuficiente energéticamente», algo que se podría conseguir con la rehabilitación que está a punto de comenzar.

A su juicio, «sólo hay que tener voluntad política y querer hacerlo. Sería viable pagar un recibo de luz de 15-20 euros, algo vital en un barrio donde hay mucha pobreza energética. El Ayuntamiento dice que sólo hay hueco en las azoteas para poner placas que alimenten los ascensores y los espacios comunes, pero tenemos los tejados, que son peligrosos y perjudican la salud y si los podemos cambiar por placas solares, es un espacio que se aprovecha». La colocación de rampas para sortear las escaleras es otro caballo de batalla.

Asamblea de vecinos del barrio La Provincia

 La lista de carencias del barrio es inmensa. El mal estado del asfalto, por ejemplo, trae locos a los vecinos, que consideran que su estado debe ser renovado de manera urgente por el Ayuntamiento.

También se quejan de la falta de guaguas que conecten La Paterna con otros barrios de la Ciudad alta, como Siete Palmas o Tamaraceite.

El barrio se acaba de quedar sin supermercado donde hacer las compras del mes, tras la marcha de una gran superficie, junto a las colas que tienen que hacer los más mayores para acceder a los servicios del único banco que queda en La Paterna.


Un proyecto que durará seis años



Coste total rehabiltación: 56 millones

2.814 viviendas

Se prevé que rehabilitar las 2.814 casas de La Paterna costará 56 millones de euros. Está previsto que el proyecto, dividido en cuatro fases, se lleve a cabo a lo largo de seis años.


La primera fase costará 19,2 millones

899 viviendas

De momento, el Ayuntamiento sólo tiene garantizado el dinero para llevar a cabo la primera fase que abordará 23 bloques y 899 casas de La Paterna Vieja. Esta primera fase, que durará un año, está presupuestada en 19,2 millones, de los cuales Europa pone el 70% y el resto Ayuntamiento y Gobierno canario.


9.750 habitantes

La Paterna tenía censados en 2019 un total de 9.750 habitantes. El barrio se divide en cuatro zonas, delimitadas en función de su fecha de creación: La Paterna Baja, Vieja Paterna, Paterna Alta y la Nueva Paterna, la más reciente. La antigüedad de las casas oscila entre 42 y 56 años.


Una renta media de 23.375 euros

La renta media por hogar se sitúa en 23.375 euros, bastante más baja que la media del municipio, situada en 32.359 euros, lo que indica el grado de vulnerabilidad de la población. El 18,6% tiene 65 años o más.

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