Opinión | Cartas al director

Laurentina Parada

Canarias tiene un límite

Manifestación 20 A Canarias tiene un límite: ciudades, horario y recorrido

Manifestación 20 A Canarias tiene un límite: ciudades, horario y recorrido

Esta es la consigna de la convocatoria a la manifestación del día 20. Y, en efecto, Canarias no puede seguir creciendo poblacionalmente y sin control como lo ha hecho hasta ahora.

Ya en los años cincuenta del siglo pasado, cuando aún no había empezado el turismo sueco en Las Canteras, principio de la masificación turística de hoy día, la densidad de población de las Islas era la más alta de España. Las familias numerosas fueron siempre lo más común, y la escasez de medios de subsistencia durante siglos obligó a buena parte de la población a emigrar a la América despoblada, siendo los canarios que emigraban con sus familias enteras, los fundadores de innumerables ciudades de aquel continente.

En la época inmediatamente anterior al comienzo del turismo, Venezuela fue el país que acogió la emigración en masa canaria. Fue el turismo, con la creación de miles de nuevos puestos de trabajo, directos e indirectos, el que acabó con la secular diáspora del pasado, pues el cultivo de la caña de azúcar, la exportación de vinos, o la de la cochinilla, e incluso ya con el plátano, no daba para todos

El boom de la construcción de complejos de apartamentos y bungalows en décadas pasadas permitió al ciudadano grancanario participar también de la riqueza del turismo.

Pero no sólo el canario ya no emigra, sino que Canarias es desde hace años lugar de inmigración. La economía turística, unida al buen clima, ha atraído gente de todas las latitudes y la población de inmigrantes legales e ilegales se ha sumado a la nativa y a la turística, lo que ha dado lugar a la actual superpoblación.

Culpar sólo al turismo de esta situación y practicar la turismofobia es un disparate sólo propio de incultura y desconocimiento. Quienes lo hacen tendrían que decirnos cuál es la alternativa económica, o varias que juntas pudieran suplirlo, y no lo hacen porque, lamentablemente, no la hay.

Canarias tiene un límite poblacional al que es muy posible que ya hayamos llegado, pero que no solucionaremos a base de turismofobia, a la que se suman cada vez más ciudadanos siguiendo la corriente de la moda. Es el turismo el que nos trae dinero del exterior y sus ingresos están ya muy repartidos entre la población, gracias al poder multiplicador de puestos de trabajo en todos los ámbitos y que muchos desconocen. Corresponde a los trabajadores del sector y sindicatos reclamar a las empresas turísticas más sueldos si lo creen necesario. Y habrá que tomar medidas para que la población en general no siga aumentando y no sólo en el plano turístico, porque continuará siendo por mucho tiempo, guste o no guste a algunos y si no ocurre una hecatombe, la principal fuente de riqueza de las Islas.