Es necesario que "se logre algún tipo de acuerdo fundamental y básico" en materia de "conciencia ecológica", afirmó tajante el Papa Francisco durante su intervención en la cumbre sobre Cambio climático y nuevas formas de esclavitud moderna celebrado ayer en la Ciudad del Vaticano con los principales alcaldes de todo el mundo y múltiples representantes de la ONU.

"La Santa Sede puede dar un bello discurso en Naciones Unidas, pero si no viene de vosotros, tanto de las grandes ciudades como de las pequeñas, el cambio no puede comenzar", advirtió el Pontífice a los más de 65 representantes presentes en el evento.

En un discurso de marcado carácter verde, el que fuera el cardenal Bergoglio instó a la ONU, también presente en la reunión, a actuar contra la grave crisis ambiental que sufre el Planeta Tierra y a darse cuenta del peligroso "efecto rebote" y la terrible "destrucción que se está produciendo por no cuidar la ecología humana y no tener conciencia ecológica".

Para Francisco, el trabajo debe fluir desde "la periferia hasta el centro" para ser eficaz. Asimismo, el Pontífice denunció que el hombre es un "creador de incultura porque no cuida el medio ambiente". Para el líder católico, "dentro de la vida social del hombre no se puede excluir de ninguna manera el cuidado del medio ambiente".

El Papa censuró también "el trabajo ilegal y el dinero negro", en línea con la esclavitud moderna, el otro gran asunto de la cumbre. "Un trabajo arreglado debajo de la mesa significa que una persona no gana lo suficiente para vivir. ¿Hoy qué futuro se le puede ofrecer a esta juventud? Las adicciones, el aburrimiento, el no saber qué hacer, el suicidio juvenil, los proyectos guerrilleros" lamentaba al respecto.

La sesión se abrió con la intervención de dos jóvenes mexicanas víctimas de la trata de personas. La primera en hablar, Karla Jacinto, relató las vejaciones que sufrió en su hogar: "En mi familia no era feliz, mis hermanos me violaban y mi madre me odiaba". También narró como más tarde, un joven que le prometió amor la dejó embarazada de una niña, la cual le quitó durante un año después de haberla obligado a prostituirse hasta los 8 meses de embarazo.

A continuación contó su historia Ana Laura Pérez, que sufrió esclavitud laboral. Esta joven trabajó sin descanso y en condiciones paupérrimas en un taller de confección: encadenada de forma permanente, sin comer, y siendo maltratada constantemente.

Las dos protagonistas de estas estremecedoras historias lograron escapar de sus situaciones gracias a la Fundación Camino a Casa y la Comisión Unidos Contra la Trata de Personas.

En la cumbre la representación española corrió a cargo de la nueva alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, quien animo a los presentes a reflexionar seriamente sobre "por qué uno se va de putas", a la vez que solicitaba una política "forzosamente represiva" para acabar con esta práctica. A juicio de la regidora de Ahora Madrid, "si queremos evitar el terrible crimen de la esclavitud sexual, tenemos que reflexionar con sinceridad sobre las causas", haciendo referencia a la prostitución.

Además de esa represión, Carmena abogó por hacer un esfuerzo educativo para aprender sobre "algo oculto de lo que no se habla", y por supuesto por proporcionarles "a las mujeres que están siendo objeto de esta esclavitud los instrumentos para que ellas mismas puedan salir". "Es necesaria una diferente educación en la mentalidad para que resulte inadmisible que alguien pueda disfrutar con el dolor del otro", apostilló con rotundidad la exjueza.

Carmena también alabó la persona del Papa Francisco, una "figura extraordinaria" de la que destacó que siempre predica "con su propio ejemplo".

La alcaldesa también tuvo pa-labras para el actual arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, sobre el cual afirmó que lo considera una persona "ejemplar" con la que mantiene una "buenísima" relación.

Esta cumbre, que comenzó el pasado día 20 y finalizó ayer, es básicamente un encuentro que cuenta con la participación de más de 60 representantes de la ONU, y de los alcaldes de las mayores urbes del planeta (París, Bogotá, Sao Paulo, San Francisco, Nueva York...), con la única ausencia del representante de Londres.

Al final de la primera jornada los alcaldes participantes en el evento y el Papa Francisco firmaron un documento de propuestas para acabar con las diversas formas de esclavitud actuales.

Francisco ha situado una vez más el vector ecológico en el centro de su discurso, algo que ya se está convirtiendo en una marca distintiva de su pontificado. Es un Papa que ha convertido lo verde en prioritario.