El expresidente del FC Barcelona Sandro Rosell se ha acogido este lunes a su derecho a no declarar en el juicio al que se enfrenta por defraudar 230.591 euros a Hacienda en 2012. Una maniobra que habría llevado a cabo utilizando una sociedad administrada por él mismo para cobrar sus servicios profesionales. Rosell, para quien la Fiscalía pide una condena de dos años y nueve meses de cárcel, ha declinado contestar a las preguntas de las partes, incluidas las de su defensa y se ha remitido a la declaración que prestó hace cuatro años en la instrucción del caso.