Entrevista |

Comisionada de Transparencia y Acceso a la Información Pública: "Todo el mundo debería usar el superpoder de la transparencia"

Noelía García Leal asegura que "los representantes públicos tienen que asumir que ser transparentes es parte de su actividad diaria"

"Plantearé al Parlamento poder comparecer cada trimestre y desglosar el informe anual"

Noelia García Leal, comisionada de Transparencia y Acceso a la Información Pública

Noelia García Leal, comisionada de Transparencia y Acceso a la Información Pública / Andrés Gutiérrez

Salvador Lachica

Noelia García Leal (El Paso, 1972) asume el reto de ponerse al frente de una institución respetada y laureada fuera de Canarias y casi desconocida por el canario de a pie. ¿Su objetivo?, que la transparencia "sea parte del ADN de todos los responsables públicos" para acabar con la desafección ciudadana.

Diputada en la V Legislatura, directora del entonces Instituto Canario de la Mujer, alcaldesa y ahora Comisionada de Transparencia. ¿Cómo afronta este nuevo cargo teniendo en cuenta toda su trayectoria?

La verdad es que es una actividad absolutamente diferente a la que yo estaba acostumbrada. Y por eso justamente me está pasando como con el Instituto Canario de la Mujer (ICM) cuando empecé, que era algo diferente, pero cuanto más conozco la institución más me apasiona. Creo que podemos dar mucho de sí y la ciudadanía tiene que aprovecharnos mucho más de lo que nos está aprovechando. Así que estoy afrontando esta etapa con pasión, con ilusión y con responsabilidad.

El hecho de que el Comisionado de Transparencia sea un referente a nivel nacional y que haya sido premiado pone el listón muy alto ¿no? 

Sin lugar a dudas. Me parece que en Canarias no somos conscientes del lugar que ocupamos a nivel nacional. Creo que la figura de Daniel Cerdán, reconocida a nivel nacional y con premios al trabajo hecho por nuestra Comunidad Autónoma, es de destacar. Eso me da a mí un plus de responsabilidad, porque debo fijar lo conseguido y, a la vez, avanzar, porque tampoco podemos quedarnos ahí. Y para eso cuento además con un equipo de profesionales fantástico. Cerdán empezó él solo poniendo una pica en Flandes y supo rodearse de gente muy buena y eso es un valor importante que tiene el órgano. 

¿Qué hay que hacer ahora a partir de ahora para avanzar?

Bueno, el propio Comisionado en su último informe ya apunta algunas cuestiones sobre hacer las modificaciones oportunas, incluyendo la posibilidad de imponer sanciones coercitivas a los incumplidores.

Suena a fracaso que haya que multar por incumplir un mandato. Es como sancionar por no convocar un pleno municipal

Ese es el quid de la cuestión. Tenemos que avanzar en que las entidades entiendan que la transparencia no es un trabajo añadido, una fiscalización añadida, sino que poco a poco la vayan integrando en su actividad diaria. Es decir, las administraciones no deben entender que es un sobreesfuerzo tener que dedicar personal a la transparencia. Si conseguimos integrar dentro del trabajo diario que todos los representantes públicos entiendan que ser transparente es parte de esa actividad, yo creo que habremos conseguido un paso muy importante.

Pero tampoco está muy integrada en la sociedad como parte de la democracia participativa.

Es cierto. La transparencia es un superpoder, pero ese superpoder tiene que estar en manos de todos. Todo el mundo debe usarlo. Da igual una persona que viva en Barlovento que una que viva en Pájara o que sea otra que viva en Santa Cruz de Tenerife. Tenemos que acercar esa herramienta no solo a todos los ciudadanos por su localización geográfica, sino también a todas las personas con discapacidad para que la conozcan la herramienta, y en ese objetivo he planteado al equipo la posibilidad de hacer una visita por todas las islas. Es cierto que en diez años hemos avanzado y hay muchas personas en toda Canarias, en las diferentes instituciones, que conocen la transparencia y que quieren seguir trabajando en reforzarla. Por eso creo que debemos elaborar un plan estratégico para los próximos años con la participación, porque sin ellas es imposible, de todas las entidades.

¿Preocupa ese desconocimiento?

Si, claro, porque a medida que las instituciones se alejan de la calle pierden ese contacto y tiene mucho que ver con el desafecto que existe. Mi idea es intentar llegar al último rincón de Canarias y que todo el mundo tenga las mismas oportunidades de acceso a la información y de conocer con transparencia a sus instituciones Hay un sector que me parece fundamental que es el de las nuevas generaciones, es decir, los chicos y las chicas, porque quiero que aprendan también desde jóvenes que tienen esta herramienta y porque, al fin y al cabo, van a ser nuestros futuros ciudadanos adultos. Tendremos que estrujarnos la cabeza para ver cómo llegamos a la juventud.

En los países nórdicos no hace falta ningún organismo de transparencia.

Ojalá no tuviese que existir la Comisionada de la Transparencia y de Acceso a la información como ocurre en países nórdicos, donde las instituciones la tienen absolutamente integrada dentro de su código de trabajo. De todas formas, hay que ver la botella medio llena, ahora somos más transparentes y solo falta dar ese pasito que dije antes y convencer a los responsables públicos de que si, al fin y al cabo, lo que quieren es recibir la aprobación de su ciudadanía y que ésta se reconcilie con ellos solo se puede usar el camino de la transparencia. Es un valor esencial para esos tiempos convulsos, es el vehículo más rápido.

¿No puede retraer también a la hora de exigir información el hecho de que la gente pueda pensar que no sirve porque no la van a hacer ni caso? 

De 3.000 reclamaciones que se han hecho, solo 11 entidades han considerado que no teníamos razón. Me parece importante ese dato. Hay entidades que nos decían que era imposible ofrecer la información que le pedía un ciudadano porque les faltaba personal. Yo entiendo, porque fui alcaldesa, que a veces se retrase el expediente que se pide, pero lo que debe hacer una administración es decirle al ciudadano que no se preocupe, que están en ello. Lo que es inadmisible es la negativa o el silencio administrativo como práctica habitual y la falta de personal no puede ser un atenuante, 

¿Y en su mente qué debe incluir ese plan estratégico?

Profundizar en el conocimiento de la herramienta para toda la ciudadanía y profundizar en el entendimiento y conocimiento de esa implantación de la cultura de la transparencia en los responsables públicos que, al final, son los que deciden qué se prioriza o qué no se prioriza. Creo, y estoy convencida de ello, que cuando los responsables públicos entiendan y conozcan las bondades de la transparencia, la van a usar como una herramienta fantástica para acercarse a la ciudadanía.

Me sorprendió que su antecesor, Daniel Cerdán, dijera que los contratos que se investigan por la pandemia estaban colgado en el portal de Transparencia y ni los diputados lo sabían.

Si, es una paradoja. Pero tenemos tanto volumen de información que a veces pasa desapercibido algo que puede ser importantísimo. Una de las cuestiones que quiero plantear al Parlamento es que no solo haya un informe anual de la Comisionada, sino que, por lo menos a la Comisión, para que sus señorías tengan conocimiento, podamos hacer, pues no sé si un informe trimestral o semestral. Es verdad que en una sola comparecencia al año es imposible, porque no se puede estar tres horas explicando todo el informe. Cada tres meses se puede abordar de manera más detallada y más minuciosa. E, incluso, comparecer un día para explicar el portal de Transparencia porque me parece que es fundamental que, por lo menos, nuestros representantes sepan perfectamente toda la información que tenemos. Mi idea es tener más presencia periódica también con las entidades y con las instituciones.