La película del momento de Netflix se rodó en Canarias

Desde hace tiempo Canarias es un destino atractivo para los rodajes de cine y series de televisión. Un caso reciente es el ejemplo de la producción de Televisión Española 'Weis & Morales' que tiene a Miguel Ángel Silvestre como protagonista. Otras producciones más cinematográficas como 'Exodus', en Fuerteventura, al igual que la misma 'Los Eternos' o 'Allied' en Gran Canaria, o la serie de Movistar+ 'Hierro' ha dejado su huella y sello distintivo en las Islas, al igual que otras gracias al auge de las plataformas, aunque en algunos casos estos éxitos llegan años después de sus estrenos en las salas de cine. Es el caso del último éxito de Netflix: 'La Niebla y la Doncella', una obra de 2017 rodada en La Gomera y que en estos días se ha convertido en una de las películas más vistas de toda España.

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La historia tiene lugar en lugares emblemáticos de San Sebastián de La Gomera, como la Plaza de La Constitución, el Parque Nacional del Garajonay y el campo de fútbol municipal de la capital de la isla colombina. Estos escenarios no solo forman parte esencial de la trama, sino que también destacan la belleza de la islacomo un excelente plató de cine.

El director de la película, Andrés Koppel, describe "La niebla y la doncella" como un clásico policiaco centrado en la búsqueda del autor de un crimen. No obstante, la película profundiza más en el "por qué" del crimen que en el "quién", abordando temas de "soledad" y "pesimismo" relacionados con la cuestión de si es la justicia o la venganza la que proporciona consuelo a unos padres tras la muerte de su hijo.

El caso gira en torno a nuevas pistas sobre la muerte de un joven que fue hallado degollado tres años antes. Estas pistas obligan a la Guardia Civil a reabrir un caso que previamente se había cerrado con la rápida acusación de un político local, quien más tarde fue absuelto en el juicio. Al sargento Bevilacqua (interpretado por Quim Gutiérrez), la cabo Chamorro (Aura Garrido) y la cabo Anglada (Verónica Echegui), quien fue la última persona en ver con vida al joven asesinado, se les asigna la tarea de investigar el caso. En La Gomera, son recibidos por el teniente Navas (Roberto Álamo) y su esposa Carmen (Marián Álvarez), quien está embarazada de ocho meses. La pareja vive en la isla con su hija de cinco años, aparentando ser una familia perfecta.