Entrevista | El Chojin Rapero

El Chojin: “No le voy a pedir a nadie que haga lo que yo hago, pero yo necesito dormir por las noches"

"Exigir a los demás que den tanto como tú das es injusto, pero yo sí me exijo a mí", reconoce el rapero

Fotografía en blanco y negro del rapero El Chojin

Fotografía en blanco y negro del rapero El Chojin / lp/dlp

Poeta, escritor y uno de los raperos más importantes del país, sin quedarse la etiqueta corta. El Chojin lleva casado con las letras prácticamente toda su vida. Con el hip hop celebra ahora sus bodas de plata, organizando una gira fundamentada en su decimoquinto álbum de estudio ‘Con todo’. En esta entrevista para LA PROVINCIA/DLP, el cantante estudia su carrera en retrospectiva, cuando pasó en 1999 por la sala Paraninfo de Las Palmas de Gran Canaria y creó un recuerdo "inolvidable". El artista vuelve mañana a la Isla con la esperanza de vivir una experiencia similar en la sala Alboroto.

¿Le falta por visitar alguna de las Islas Canarias?

Ninguna, las he pisado todas. Lo estuve hablando con unos amigos ayer [por el miércoles, para el lector], y una de las cosas bonitas que me regala mi trabajo es poder recorrerme medio mundo. Las Islas Canarias no son la excepción.

Más concretamente, estuvo en Las Palmas de Gran Canaria en 1999. Aquello fue un hito, supongo.

Fue mi primer concierto fuera de la Península, en Gran Canaria. Tengo un recuerdo increíble. Tú no sabes qué día se va a quedar marcado en tu memoria para siempre. Te levantas y vives tu día. Hay algunos cuantos días que se quedan grabados para siempre y ese sin duda fue uno de ellos. Llegué con Arianna Puello y el ambiente que hubo en el concierto, la cantidad de gente... No lo olvidaré nunca.

El rapero El Chojín

El rapero El Chojín / Manu Mitru

Decidió suspender el concierto que originalmente iba a celebrar en Fábrica La Isleta tras publicarse en LA PROVINCIA/DLP la doble condena en firme que recaía sobre su director y fundador, José Alberto Medina, por casos de violencia machista contra sus exparejas. ¿Le fue difícil tomar la decisión?

Recibí mensajes en redes sociales preguntando si se había suspendido el concierto. Al principio no entendía el contexto porque como no vivo aquí no me llegan las noticias locales. Yo decía que no se había suspendido, sin entender el motivo de la pregunta. Hasta que me llamaron de la oficina para comunicármelo. Evidentemente, fue muy fácil en este caso tomar la decisión. Primero leí las noticias, 'googleé' para enterarme de lo sucedido y no ir a ciegas. Cuando vi que había dos condenas firmes y la falta de asunción de la responsabilidad por su parte, tuve clarísimo que no podíamos celebrar el concierto en esta sala.

¿Es parte de un fenómeno anómalo esto de que los artistas se posicionen?

He aprendido con el tiempo que cada uno debe posicionarse en lo que considere. Exigir a los demás que den tanto como tú das es injusto, pero yo sí me exijo a mí. No le voy a pedir a nadie que haga lo que yo hago, pero yo necesito dormir a gusto por las noches. Hay cosas que me callo porque entiendo que no tengo por qué exponerme del todo, siempre y constantemente, pero en otros casos no tengo dudas y, sobre todo, no me importan las consecuencias. A veces puedes plantearte cómo se recibirá lo que dices o dejas de decir, por toda la cultura de la cancelación en la que estamos. En otros casos, me da igual posicionarme y la repercusión que haya. Es decir: "Este soy yo. Si te gusta bien y si no, fuera".

Habrá lugar para las contradicciones.

Todo el rato. La contradicción es parte de nuestra naturaleza. Yo lo que he aprendido es a convivir con ella y permitirme ser contradictorio. Antes pensaba que debía ser consecuente y entendía por "consecuente" tener una idea y morir con ella. El tiempo pasó y me di cuenta de que eso es así. Por la mañana puedo pensar una cosa y por la tarde otra. No estoy traicionando a nadie, ni a mí mismo. La cabeza se mueve. Nosotros crecemos, para mejor y peor, a veces. No soy siempre la misma persona. Hoy puedo estar enfadado contigo y mañana perdonarte.

De esto habla también Las mentiras que nos decimos, su canción con Andrés Suárez presente en su último álbum Con todo, un trabajo más introspectivo.

Tengo la suerte de tener una carrera larga, de modo que he pasado por muchas rachas. Cuando escribí este último disco estaba en una temporada de introspección. Creo que para poder relacionarte con lo que hay fuera de ti tienes que estar en cierta calma contigo. Yo no encuentro esa calma si no es escribiendo para ver qué hay ahí dentro. Aprovechando ese viaje ya después lo compartes con la gente.

¿Es un proceso de madurez?

No sé si tiene que ver con la madurez o no. La madurez es una cosa que nos hemos inventado y nadie me ha sabido explicar qué es la madurez. Lo entiendo como un ser yo mismo. Soy una persona que no tiene miedo a mostrar lo que quiere mostrar. Necesito tener mi intimidad también.

Aprovechando estas bodas de plata que celebra con el rap en su gira, ¿cómo ha cambiado su visión de la música?

En mi carrera siempre he reflejado quién era. De manera que si hago una escucha de mis temas antiguos, me reconozco. Ha cambiado el artista y la persona. Hemos cambiado los dos al mismo tiempo. Al principio era más activo y agresivo, más idealista. Con el tiempo cambias tu manera de enfocar las cosas. En uno de mis primeros discos había una frase que decía: "Si quieres que la gente te escuche no tienes que darle una palmadita en la espalda, tienes que usar una maza de hierro". Ahora creo exactamente lo contrario. No tienes que usar una maza de hierro porque lo conviertes en tu enemigo, tienes que darle una palmadita en la espalda. Hasta ese punto he cambiado.

¿Cómo se pone de moda el rap en Torrejón de Ardoz?

Había una base militar estadounidense. Ellos escuchaban rap, así que a partir de ahí empezamos a hacer maquetas. Yo soy parte de una segunda generación de raperos, no inventé nada. Hacía lo que hacían los mayores.

¿Qué opina del concepto de "género urbano" como cajón de sastre del rap, reguetón, trap...?

La verdad es que no entiendo muy bien qué es lo que se quiere decir con "género urbano" [risas]. ¿A qué se refieren exactamente? El rock y el pop también se hacen en la urbe. Todo es urbano. Yo qué sé. Entiendo que quieren hablar de aquello que sobresale un poco del rap. Clasificaciones que se hacen y con las que puedes estar de acuerdo o no. Lo que veo es que los chavales tienen muchas maneras de expresarse artísticamente. La industria es otra cosa, lo que genera dinero. Prácticamente, el 100% de los artistas que hacen música no viven de ella. A mí me gusta más centrarme en el negocio que se hace con el producto del artista.

El Chojin

El Chojin / lp/dlp

Usted en su momento firmó con la compañía internacional Sony Music.

Y saque varios discos con ellos.

Significa entonces que ha vivido ambas perspectivas.

Todo no acaba ahí. Otro paso importante es cuando te piden renovar y decides irte para empezar un sello personal. Así cerrar el círculo. La industria musical es un lugar muy complicado porque el artista no quiere dejar de sentirse artista, pero para funcionar muchas veces tienes que convertirte en producto. También están las redes sociales. Esa obligación de tener que dar de comer a tu perfil constantemente con cosas que no tienen que ver necesariamente con lo que tú haces.

No va con usted esto del influencer artista.

A mí eso no me gusta. Yo lo que pueda influenciar en alguien, espero que sea según a lo que mi música le lleve. Luego, si pongo alguna reflexión en mis redes sociales eso es algo personal. Yo no soy experto en prácticamente nada y puedes estar de acuerdo o no. No quiero sentirme influencer, no me gusta ni la palabra.

Un estudio académico expresó que la lírica de las canciones es cada vez más superficial.

Yo no lo creo. Siempre ha habido letras superficiales porque cumplen una función. Cuando tienes un trabajo al que no te gusta ir y te levantas todos los días a las seis de la mañana, a compartir un tiempo con personas que tú no has elegido... Si hay un tipo de Puerto Rico que hace una canción estúpida, pero que te entretiene, está haciendo algo muy positivo. Te está sacando de tu burbuja con un "Mami perrea". A mí no me gusta, pero entiendo que cumple una función. No pienso que el arte tenga que ser necesariamente muy elevado a nivel cultural. No desprecio a alguien que hace algo que yo no consumiría. Si ese alguien tiene su público, está dando un servicio.

Decía Federico García Lorca que "la poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y que ambas forman un misterio". ¿Le sigue pasando después de 25 años?

Totalmente. La poesía, no está muy de moda decirlo, tiene un componente de suerte importante. Porque tú escribes, pero no estás haciendo poesía hasta que aquel que lo escucha decide que lo es. De modo que tú tienes que escribirlo y cruzar los dedos para que la gente que lo lea lo categorice como tal. Si no son palabras que solo están juntas.

El Chojín como nombre artístico inspirado en un anime y también se representa como samurái en la portada de Con todo.

La influencia de la cultura japonesa en mi vida ha sido importante porque empecé haciendo artes marciales con tres años que después me dejó una fascinación enorme por Japón. Me gusta su disciplina y la búsqueda de la excelencia, el futuro... Me llama mucho la atención.

Lo de las artes marciales se le quedó para siempre y ahora es profesor de jiu-jitsu brasileño.

Este deporte en concreto te enseña a perder. Sabes que siempre va a haber alguien que te gane, e incluso aquel al que ganas siempre algún día puede que te pille. Eso te obliga a ser humilde y entender que el otro también juega. En las redes sociales vemos la frase de "Si quieres algo, puedes conseguirlo", eso es mentira. Cuando estás luchando con alguien las cosas dependen de ti y del otro.

¿Faltan historias de perdedores?

Absolutamente, de hecho me da mucha rabia que la película no acabe hasta que el protagonista gana. Es mentira. Todo eso lleva a frustración a mucha gente. Perder no significa nada. En una competición se presentan 16 y solo va a ganar uno. Lo normal es que pierdas.