La travesía del leviatán por Las Palmas de Gran Canaria: el capitán Ahab y su compañía teatral desembarcan en la plaza de la Música

El montaje ‘The Whale Street’, una versión moderna del clásico literario 'Moby Dick', arriba a la ciudad como espectáculo circense que incluye música, acrobacias y pirotecnia

'The whale street' de la Compañía CPPP

'The whale street' de la Compañía CPPP / LP/DLP

El teatro callejero, ese arte efervescente que convierte las calles en escenarios donde los sueños se vuelven tangibles y la realidad se viste de fantasía, también es el manantial que riega la semilla del 28º Festival Internacional de Teatro, Música y Danza de Las Palmas de Gran Canaria (Temudas). La epopeya del capitán Ahab desembarca como ejemplo de teatro vivo en la Plaza de la Música de Las Palmas de Gran Canaria, el viernes 5 y sábado 6 de julio para interpretar, The whale street, una versión moderna del clásico literario inglés Moby Dick.

Ambas funciones arribaran a la plaza de la Música a las 22.00 horas, al ocultarse el sol y hacerse más palpable en la nocturnidad los mismos aires salinos que en su día atrajeron a las aguas de la capital al director John Huston para rodar su gran producción internacional del mismo clásico inglés en 1954. Con la silueta imponente del Auditorio Alfredo Kraus de fondo, emergerá la icónica ballena que siembra pesadillas en la mente del capitán Ahab.

La obra teatral 'The Whale Street' llega a Gran Canaria

La obra teatral 'The Whale Street' llega a Gran Canaria en el Festival Temudas / LP/DLP

El espectáculo se compone de una escenografia móvil y un escenario fijo, disponiendo al público en el centro de la plaza mientras el elenco del montaje desarrolla bailes y piruetas circenses sobre los atrezzos en movimiento. La compañía teatral francesa CPPP diseñó para su nueva producción las dos carrozas que darán vida al icónico cetáceo Moby Dick y a la embarcación ballenera 'Pequod'.

Los atrezzos de hasta 18 metros de largo se teledirigen a distancia, e incluso permiten al modelo de la ballena ejecutar "efectos de agua" durante las persecuciones. Al término de la obra, desde el espiráculo de Moby Dick ―el agujero que representa las vías respiratorias del animal― se propulsarán al cielo un desfile de fuegos artificiales.

Para el dramaturgo encargado de la dirección artística de The Whale Street, Yann Guerrero, "la plaza de la Música es un lugar perfecto y se ajusta a cómo se diseñó la obra". La configuración del espacio escénico es una cuestión clave para los montajes del teatro callejero, motivo por el que Guerrero organizó ayer una inspección técnica in situ de la plaza de la Música. "Me gusta mucho cómo esta dispuesta la plaza para contar la historia alrededor del público", alegó. Además de su próximo estreno en Gran Canaria, este montaje multidisciplinar tan solo se ha llevado a cabo el año pasado en el Festival Internacional de las Artes de Castilla y León (Fàcyl), en Salamanca.

La persecución

La obra teatral desarrollará a cielo descubierto la obsesiva idea y el deseo de venganza del patrón de la embarcación, el capitán Ahad ―interpretado por el actor Grégory Nardella―. La fijación de capturar al cetáceo blanco, propicia que la bestia despierte. La persecución se desarrollará como una travesía por la plaza de la Música, en la que el capitán y sus secuaces desafían a la bestia, tal y como ocurre en el libro.

Es en este momento clímax cuando los actores bailarines interpretarán un duelo de hip hop y baile flamenco como parte de la tripulación ballenera. Los riesgos a los que antepone Moby Dick a la tropa se escenificarán con un número de balancín de altos vuelos. Algunos de los actores con amplia experiencia circense son Karim Rande, Fabien Millet, Cédric Dalot, Margo Marcade, Vince Maggioni, Kossyl Amara, Merlin Wollast y Audrey Decaillon. 

La compañía

Acostumbrada a escenificar epopeyas bajo el criterio del historiador francés Eric Teyssier, la Compañía CPPP es una asociación con sede en Quissac, en el sur de Francia. Creada en 2008 por profesionales versátiles y complementarios de las artes escénicas con un perfecto conocimiento de las redes artísticas y técnicas en Francia y en el extranjero.

Esta obra no solo es un testimonio del talento y la creatividad de sus creadores, sino también una celebración de la capacidad del teatro para transformar lo cotidiano en extraordinario. Es un recordatorio de que las historias más profundas se encuentran justo bajo la superficie de nuestra vida diaria, esperando ser descubiertas.

Así que, cuando el sol se oculte y la brisa nocturna acaricie la plaza, habrá que dejarse llevar por el encanto efímero de The Whale Street. Porque en esos instantes, el espectador se convertirá en los navegantes en busca de su propia ballena.