Todas las caras de Juan Hidalgo quedan al descubierto en su 'Legado'

Al artista multidisciplinar Juan Hidalgo (Las Palmas de Gran Canaria, 1927-Ayacata, 2018) le vino el reconocimiento como un fenómeno tardío. No fue hasta el 2016, dos años antes de su fallecimiento, cuando recibe, después de una vida entera dedicada a la producción de piezas anacrónicas, el Premio Nacional de Artes Plásticas de manos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

Juan Hidalgo, un 'anartista' siempre a la vanguardia de la incomodidad por su carácter crítico y visión jocosa del arte, lo fue todo en todas las disciplinas, desbordándose en la fotografía, la música, o la pintura, entre otras. En recuerdo a su memoria, el Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM) inauguró ayer la muestra Legado Juan Hidalgo, además de anunciar la creación de un espacio permanente dedicado al artista y adscrito a la sala de arte.

La sinfonía eterna de Juan Hidalgo

El recorrido abarca toda la planta inferior del centro y cuenta con 32 piezas de las 84 adquiridas por el Cabildo de Gran Canaria, tras una inversión de 1,2 millones de euros. Una ínfima parte del patrimonio de un prolífico Hidalgo, al que no hacía falta un gran presupuesto para crear obras que impactaran a los sentidos del espectador, filosofía del arte povera que se muestra en Esto es lo que hay (1990) o Corbatas (2006). La inauguración de la muestra, abierta desde ayer al público hasta el próximo 1 de septiembre, supuso para el director del CAAM, Orlando Britto, "uno de los días más importantes" en su cargo, que ostenta desde hace ocho años.

El vínculo artístico que une a Juan Hidalgo y el CAAM va más allá de las múltiples exposiciones que el autor celebró en vida dentro de sus salas. El museo fue la capilla ardiente del artista multidisciplinar, sellando un pacto íntimo entre ambos que cobra fuerza en el presente con Legado Juan Hidalgo. La Consejería de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, impulsora del CAAM, rompe el silencio en el que se habían replegado las melodías que el músico compuso a través de intervenciones multidisciplinares como un largo 'etcétera'.

Con un total de 126 obras en propiedad del centro artístico, Hidalgo se convierte así en “uno de los creadores mejor representados en cuanto a su trayectoria y aportación artística en la Colección del CAAM, con obras de referencia de sus momentos más significativos e influyentes en el arte conceptual español”, destacó Britto. Muchas de estas creaciones de Hidalgo que están en posesión del Cabildo, también pasarán a ser parte del Museo de Bellas Artes de Gran Canaria cuando el recinto abra sus puertas en 2026.

El acto estuvo encabezado por el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, que no dudó en reconocer la maniobra de adquisición de las obras del artista como "algo a lo que había que dar respuesta inmediata porque nos parece importante". "La irrupción de Juan Hidalgo en el paisaje artístico nacional supuso un cataclismo que tumbó los rumbos de entrada en una España reprimida", pero su visión insólita del arte "tuvo su coste porque apenas pudo encajar en su tiempo".

Recordaba emocionado el viudo del artista, Carlos Astiárraga, el momento en que la censura trató de amordazar sin éxito la obra queer de Hidalgo. Dos fotografías que pasaron el filtro de la iglesia alemana, La barroca alegre (1969) y La barroca triste (1969), al considerar que "sí era arte", ambas piezas eróticas y humorísticas.

Itinerario

La obertura del recorrido toma forma al bajar las escaleras de la planta principal. Juan Hidalgo y sus múltiples caras saludan al espectador con sus retratos en blanco y negro de la serie Testimonios. Este tan solo es uno de los rostros del polifacético artista. Por toda la sala se disgregan las preferencias de Hidalgo en lo plástico. Primero según colores con las instalaciones de objetos como Rojo, verde o amarillo (1992), las papeleras de Verde, rojo, gris, azul, amarillo (2001) y los cajones cargados con pigmentos de 1+4=5 (1999- 2004); después en relación con las formas, entre las esferas cubos y pirámides de la sala que se halla en el corazón del piso inferior.

El habitáculo en penumbra encierra Memoria III. Plutón, pequeño planeta (2006), La bola peluda (2008), La Bolasoñada (2008) y El mundo en un condón (2008), este último como ejemplo del humor que destilaban sus piezas. Le siguen su gusto por el rosa, en todas sus formas y variantes, sean las mismas rosas multicolores del 7 Trío Rosa-Rosae para Claude Monet (2007) o el mismo piano fucsia que se encuentra a continuación.

La guinda del recorrido se instala en la serie de cuadros eróticos que representan penes de diferentes tamaños:Tibor de ángel (2003) Tibor mandingo (2003) y Tibor mulato (2001).

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Entre sus logros, el Premio Canarias 1987 de Bellas Artes e Interpretación, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes del Ministerio de Cultura de 1989, la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid en 2001 y el Premio Nacional de Artes Plásticas en 2016, Juan Hildago fue un grancanario universal que "siempre estuvo fuera de la norma porque era pura vanguardia", defendió Carlos Astiárraga, quien compartió 28 años de vida con él. "Puede gustarte o no su obra, pero su Legado es indiscutible", finalizaba el conservador y director del CAAM, Orlando Britto.