Saltos de trampolín

El último salto rumbo a París

Nicolás García Boissier debuta el domingo en el Europeo de Belgrado en la prueba de trampolín de 3 m sincronizado (14.30 h.)

Nicolás García Boissier ejecuta un salto en las instalaciones del CN Metropole, antes de viajar a Belgrado.

Nicolás García Boissier ejecuta un salto en las instalaciones del CN Metropole, antes de viajar a Belgrado. / LP/DLP

Santiago Icígar

Santiago Icígar

Sin ningún tipo de presión, así afronta el saltador grancanario Nicolás García Boissier su participación en el Campeonato de Europa en la modalidad de saltos de trampolín de 3m sincronizados que comenzará este domingo (14.30 horas). A pesar de ir a la cita balcánica tras lograr la medalla de bronce lograda en el Mundial de Doha y con el pasaporte sellado para los Juegos Olímpicos de París, el deportista del CN Metropole se ha encontrado con un handicap difícilmente salvable en una prueba en la que la compenetración con su pareja de salto es uno de los secretos de su reciente éxito en el pasado Mundial.

Adrián Abadía es uno de los tres integrantes del equipo nacional español de salto que no han podido estar presentes en el Europeo de Serbia por motivos personales, motivo por el que el grancanario formará tándem en esta ocasión con el saltador madrileño Juan Pablo Cortés Zapata, de 19 años, que logró la medalla de oro en la prueba de equipo mixto.

«Hemos tenido alguna que otra baja de última hora por motivos personales, el equipo iba a haber sido algo más grande, de nueve saltadores nos hemos quedado en seis, pero aún así estamos compitiendo a un alto nivel en este Europeo», explica el deportista grancanario, quien no tiene problema en reconocer que en lo que a su prueba en concreto se refiere «la pareja que se clasificó conmigo para el Europeo –Adrián Abadía– no podrá participar y tendré que hacerlo con otra pareja –Juan Pablo Cortés Zapata–, por lo que mis opciones de medalla no las hay, saltamos porque así está recogido en el programa, pero sin esperanzas de poder estar entre los tres primeros».

«Intentaremos hacer un buen papel, ser quintos entra de lo que podría ser una posición más o menos realista», resalta al tener en cuenta la importancia en su disciplina de que exista una compenetración casi perfecta que con tan poco tiempo para entrenar juntos es casi imposible de tener, sobre todo enfrentándose a las mejores parejas del viejo continente en este Europeo.

Para el saltador isleño no hay mal que por bien no venga y a pesar del contratiempo de tener que adaptarse a una nueva pareja de salto, considera que a pesar de todo «me viene bien para probarme antes de los Juegos, ver como estamos en comparación con el resto de países, coger sensaciones en cuanto a la competición y no entrar en las Olimpiadas sin haber competido antes», aunque tenga que hacerlo con una pareja diferente a la que lo hará en la cita de París.

Aprendizaje para los Juegos

«Las perspectivas en general en cuanto al equipo son muy buenas, en cuanto a mi prueba en concreto no, pero tampoco pasa nada, porque aunque ser campeón de Europa es importante, tampoco hay nada en juego, lo principal es la cita de París y para entonces esperamos llegar lo mejor posible», afirmaba Nicolás García Boissier antes de que diera comienzo la competición que le ha dado la razón al saltador formado en el CN Metropole.

Ana Carvajal San Miguel se hizo con el oro en la plataforma de 10m. El mismo metal era conseguido en el salto mixto desde la plataforma de 10m por sus compañeros Carlos Camacho del Hoyo y Valeria Antolino; y en el mixto por equipos, del que formó parte el que será su compañero de salto, Juan Pablo Cortés Zapata junto a Carlos Camacho del Hoyo y Valeria Antolino.

El grancanario tiene claros los motivos del éxito del equipo de salto en el Europeo de Belgrado: «El equipo está muy bien, muy motivado, para muchos es la última competición de la temporada y quieren terminar lo mejor posible, por esa razón han preparado este campeonato de Europa muy a conciencia».

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