La historia de superación de Mandi, el canario subcampeón de España de Longboard

A los 50 años, fue diagnosticado con un cáncer linfático agresivo y, tras duras terapias, logró convertirse en un campeón del surfing

Campeonato España Longboard

La Provincia

A los 50 años, Mandi recibió una noticia devastadora: fue diagnosticado con un cáncer linfático agresivo. Este diagnóstico, como él mismo describe, le hizo sentir que “se me vino el mundo abajo”. Deportista de toda la vida, nunca pensó que algo así le podría pasar a él. Pero, como recordó en una entrevista para Herrera en COPE, “es una lotería”.

La batalla contra el cáncer no fue fácil. “Me quitaron parte del cuello y del hombro, la radioterapia me quemó por dentro”, relató. Los tratamientos lo llevaron al límite de su resistencia física y emocional. Durante el proceso, su peso se redujo a 60 kilos y sufrió graves efectos secundarios, incluyendo quemaduras internas y la pérdida de sus glándulas salivares. A pesar de estos desafíos, Mandi no perdió su sentido del humor: “parecía un chupa-chups porque soy un poco cabezón, era piel y hueso”.

Pese a la dureza de los tratamientos, Mandi encontró una fuente de motivación en su pasión por el surf. Desde su habitación en el Hospital Universitario de Gran Canaria, Doctor Negrín, podía ver la Playa de Las Canteras, un escenario que se convirtió en su terapia visual. “Ver la playa me recordaba que yo quiero estar ahí surfeando esas olas”, explicó. Este deseo de volver al mar fue fundamental para mantener su espíritu de lucha.

En octubre de 2021, Mandi terminó su tratamiento de quimioterapia y radioterapia. Apenas dos meses después, en diciembre, volvió a coger sus primeras olas en la playa del Puertillo en Arucas. A pesar de las recaídas, su empresa KIA y sus compañeros de trabajo le brindaron un apoyo constante, lo que le permitió continuar su tratamiento y recuperar su vida poco a poco.

De paciente a campeón

Con una determinación impresionante, Mandi se lanzó a competir en el campeonato de España de Longboard. Aunque dudaba de su capacidad física debido a los efectos de la inmunoterapia, su pareja y el gerente de su empresa lo animaron a participar. Se inscribió en dos modalidades: Kajuna (mayores de 45 años) y Gran Kaujna (mayores de 50 años). En esta última, logró quedar subcampeón de España.

“Fue una experiencia increíble”, recordó Mandi. A pesar de las dificultades para remar debido a la forma de su brazo derecho, se enfrentó a sus miedos y salió victorioso. Este logro no solo fue un testimonio de su capacidad atlética, sino también de su fuerza de voluntad y resiliencia.

A pesar de sus logros, Mandi sigue enfrentando desafíos de salud. Recientemente, le detectaron dos nuevos ganglios bajo la axila y está a la espera de los resultados de una biopsia. Sin embargo, mantiene una actitud positiva: “sigo con un catéter en el pecho por donde me enchufan la inmunoterapia y acudo a consulta cada dos o tres semanas”.

Para Mandi, esta experiencia ha reforzado la importancia del apoyo de la familia y los compañeros de trabajo. “Hay que aprovechar la vida, porque nunca sabes lo que puede ocurrir después o mañana”, asegura. Su historia es un recordatorio poderoso de la importancia de la fortaleza interna y el apoyo comunitario en la lucha contra enfermedades graves.