Daniel y Nayra: la pareja canaria que vendió su casa para vivir en autocaravana

Juntos han recorrido Europa y Marruecos

La vida sobre ruedas de una pareja canaria

María Pisaca

Dormitorio, baño, salón, cocina, volante, motor y ruedas con el mundo a sus pies. Así es el hogar rodante donde residen Daniel Acosta y Nayra Mesa, una pareja tinerfeña que apostó por el minimalismo y la libertad e independencia de una autocaravana. En 2020 dejaron su piso adosado en Radazul y se mudaron a una casa sobre ruedas de 12 metros cuadrados. Renunciaron a su antigua vida sin grandes conocimientos sobre este tipo de vehículos, pero con la decisión de que el estilo de vida convencional no les llenaba. Cuatro años después aseguran que ha sido un acierto. Tanto que han llamado la atención dentro y fuera de Canarias. Solo en su cuenta de Instagram, donde narran sus peripecias, ya se acercan a los 14.000 seguidores.

Daniel Acosta es empresario, filmmaker (profesional de la dirección y producción de películas y producciones audiovisuales) y fotógrafo. Nayra Mesa es escritora y periodista. Se mudaron en 2020 tras años pensando en dar un giro a sus vidas. Acosta asegura que pese a la fortuna de tener grandes comodidades en su casa convencional, se sentían agobiados y sin el control de sus vidas. «Creíamos que lo teníamos todo pero no contábamos con el tiempo suficiente para hacer nada», admite. Nayra Mesa está convencida de que necesitaban «vivir sin tantas cosas materiales ni tanto estrés». La autocaravana les pareció una solución. Y así hicieron, esmerándose en la decoración y los complementos para contar con unas comodidades similares a las de su casa de Radazul. Menos espacio interior pero un espacio exterior infinito.

La pareja vive y viaje en su hogar de 12 metros

La pareja vive y viaje en su hogar de 12 metros / María Pisaca

Los estereotipos y desconocimientos sobre estos vehículos fueron una barrera que sobrepasaron cuando visitaron una de estas viviendas con ruedas. Cuando Nayra vio la autocaravana sus dudas se disiparon. Para ella aquello era «una casa corriente, con su fregadero, ducha, cama, armarios...». La gran peculiaridad eran los asientos giratorios, que se transformaban en el del piloto y copiloto. Primero alquilaron una autocaravana por unos días. Querían estudiar cómo se sentían y si serían capaces de mudarse de manera permanente ahí. Aprobaron el examen con «un rotundo sobresaliente». Vieron vídeos informativos e investigaron sobre este mundo hasta que decidieron ir a un concesionario y comprar su nuevo hogar. Hicieron, según su lema, «borrón y ruta nueva».

Al final, han comprobado que el nuevo día a día no se ha alejado del de quienes residen en una casa. Levantarse, hacer la cama, preparar el desayuno, sacar a pasear a Trufa, su perrita... Son algunas de las actividades cotidianas que marcan su vida como en la de la mayoría de las personas. Incluso celebran reuniones con amigos en las que han llegado a estar nueve personas.

La falta de intimidad es uno de los mayores retos

La falta de intimidad es uno de los mayores retos / María Pisaca

Uno de los grandes problemas son las limitaciones en la intimidad. El espacio está acotado, por lo que es esencial la comunicación y encontrar a un buen compañero de aventuras, como es su caso. Pero al mismo tiempo, una de las grandes ventajas es poder cumplir su gran sueño: visitar numerosos países con la casa a cuestas. Así, han recorrido principalmente naciones europeas –Francia, Portugal, Dinamarca, Holanda, Bélgica, Alemania, Italia…– y Marruecos. La lista es larga pero Noruega ocupa el primer puesto. Les pareció «el paraíso de las autocaravanas». No solo por su filosofía de respeto y disfrute del medioambiente, sino por su alto valor paisajístico. Allí recuerdan haber vivido momentos que les marcarán para siempre. Montañas imponentes, auroras boreales, grandes nevadas y, lo más importante, su pedida de mano.

Resetear las prioridades

Para el gran cambio, la pareja reseteó sus prioridades. Vendió, donó y se deshizo de infinidad de objetos de su antigua casa. Con cada pieza de la que se libraban, el alivio subía. Daniel asegura que mucha gente se pregunta si cuentan con espacio suficiente. Señala convencido que «sí». Su casa rodante tiene medios suficientes para la calidad de vida y su misión sigue siendo deshacerse de más cosas. Sienten que han roto con un paradigma de la sociedad, el acaparamiento, y ahora solo pueden seguir creciendo bajo su nueva filosofía.

La autocaravana tiene una capacidad para 100 litros

La autocaravana tiene una capacidad para 100 litros / María Pisaca

Una de las peculiaridades de vivir en una autocaravana es qué hacer con los residuos líquidos, es decir, las aguas negras y grises. Son las que provienen del váter, la ducha y el fregadero y que la pareja vacía cada semana. Además, requieren de agua para las actividades del hogar. Su autocaravana tiene una capacidad para 100 litros. Esto, aseguran, les hace ser más conscientes de los recursos de los que disponen y hacer un uso más responsable que en una casa convencional en la que el gasto no se contabiliza.

Daniel y Nayra hacen hincapié en el compromiso de los autocaravanistas con el medioambiente. La filosofía de este colectivo se caracteriza por el respeto máximo al entorno natural. «Intentamos dejarlos mejor de lo que los encontramos», añade Daniel. El autocaravanista reconoce que hay casos de personas cuyas actitudes en los espacios naturales son reprochables pero insiste en «los buenos valores de los caravanistas». «Conservamos los paisajes porque queremos seguir disfrutándolos», subraya.

Su caso ha cobrado relevancia por el debate surgido en la Isla sobre qué hacer con el boom de las caravanas, autocaravanas y vehículos camperizados. Hay un punto de consenso entre administraciones y caravanistas: Tenerife no está preparada para tantas vehículos de este tipo. La pareja lo tiene claro y tras comparar los espacios existentes y los puntos de vaciado de las aguas residuales en otros países, reconocen la falta de recursos de la Isla. Aquí tienen que recurrir a campings privados que «no están bien acondicionados», describe Nayra. Y el problema va a más con la moda de las casas rodantes. Aumenta el número de personas que apuestan por este estilo de vida o ven en este vehículo una manera de hacer un uso recreativo y disfrutar de un descanso diferente. Aún así, esta pareja seguirá adelante. Han adquirido un aprendizaje que han querido compartir en sus redes sociales y su canal de YouTube Borrón y ruta nueva. También han publicado dos guías para autocaravanistas.

Uno de los libros se centra en su viaje a Marruecos en 2022. Se embarcaron en la aventura con incertidumbre. La experiencia, sin embargo, les sorprendió gratamente. Por ello hicieron una guía específica de este país que les brindó la oportunidad de aprender nuevos valores y disfrutar de increíbles paisajes. Su segundo libro se titula Guía para vivir y viajar en autocaravana o camper por el mundo. Ahí describen todos los conocimientos que les hubiese gustado tener antes de adquirir su vehículo.

Una alternativa habitacional

Como ellos, hay hasta 160.000 usuarios de autocaravanas en España. Aunque muchos las usan en periodos vacacionales para escapar de la rutina y vivir unos días alejados de las grandes urbes, existe una comunidad en aumento que disfruta de este estilo de vida de manera permanente. Las casas sobre ruedas también se han convertido en una alternativa para aquellos que no pueden permitirse una vivienda, más ahora que las Islas sufren una crisis habitacional. En Canarias los precios siguen por las nubes y cada vez hay menos opciones para el alquiler convencional.

En el caso de Daniel y Nayra, la inversión en la autocaravana es equiparable a la compra de un pequeño piso. La necesidad de ambos, de todos modos, no era económica, sino vital: alcanzar una vida más simple y sin agobios. Hoy desde su casa sobre ruedas, con más comodidades de las que muchos pudieran imaginar, pueden asegurar satisfechos que lo han logrado. Casa, motor, ruedas y todo un planeta por delante.