Energía

Bruselas urge a España "modernizar" su red eléctrica para integrar las renovables y evitar apagones

El Ejecutivo comunitario hace balance del plan para desengancharse de Rusia dos años después de su puesta en marcha y advierte de que el país no ha cumplido el objetivo de reducción del consumo de gas comprometido

La vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, junto a la comisaria de Energía, Kadri Simson.

La vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, junto a la comisaria de Energía, Kadri Simson.

Sara Ledo

Sara Ledo

Cada vez son más los organismos que urgen a España renovar su red eléctrica. El último ha sido la Comisión Europea, quien afirma que el país necesita invertir en la modernización y el fortalecimiento de la red eléctrica para integrar las renovables y contribuir a la seguridad del suministro, según se desprende del análisis del plan de desconexión energética de Rusia, denominado Repower Europe, realizado tras dos años de su adopción.

La Comisión Europea centra el problema en las redes de distribución, que son las que llegan a los usuarios residenciales y los comercios. Considera que hay "desafíos" por resolver para "evacuar la producción" y pide "una mayor cooperación entre los diferentes niveles de Gobierno". Mientras, en la red de transporte (aquella que conecta las centrales de generación con los grandes consumidores industriales y las redes de distribución), el Ejecutivo comunitario reconoce que el Ministerio para la Transición Ecológica "ha dado grandes pasos".

No en vano, el departamento que todavía dirige la vicepresidenta tercera Teresa Ribera acaba de aprobar una ampliación de la planificación vigente (2021-2026) para dar cabida a muchos proyectos del Plan de Recuperación, como la fábrica de Stellantis de Vigo. "Si se aprueban, los permisos de la red de transporte ya permitirían a España alcanzar sus objetivos para 2030", afirma el Ejecutivo comunitario.

Las eléctricas piden rentabilidad

Las grandes eléctricas son las encargadas de invertir en las redes de distribución, pero mantienen en 'stand by' sus planes a la espera de obtener una "señal" por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sobre la rentabilidad que dará a estas infraestructuras a partir de 2025, que es cuando comienza el nuevo periodo regulatorio, puesto que será en ese periodo durante el cual obtendrán los retornos de las inversiones actuales.

En la actualidad, esa rentabilidad es del 5,58%, pero las compañías la consideran insuficiente ante la subida de tipos de interés y en comparación con lo que ocurre en otros países y aspiran a elevarla alrededor del 7%. Además, las inversiones totales en la red de distribución están limitadas al 0,13% del PIB anual (1.725 millones de euros si se calcula con el PIB de 2022) por el Gobierno, para evitar subidas del recibo de la luz.

España suspende en gas

Más allá de la cuestión de las redes, en su balance del RepowerEU la Comisión Europea suspende a España en el objetivo de reducir el consumo de gas al hacerlo en un 12% entre agosto de 2022 y enero de 2024, "por debajo de la media comunitaria del 18% y de la reducción voluntaria del 15% asumida por los Veintisiete". Solo Eslovenia, Polonia, Irlanda y Malta lo hicieron peor.

El ministerio para la Transición Ecológica siempre ha defendido que al consumo de gas normal había que descontar el combustible utilizado por las centrales eléctricas para hacer frente a la mayor demanda de electricidad por parte de Francia y Portugal; pero el compromiso de reducción voluntaria se basaba en que los Estados miembros realizasen sus mejores esfuerzos. Este objetivo se mantendrá un año más, hasta el 31 de marzo de 2025, según acordaron los veintisiete países en una recomendación en marzo.

Objetivo conjunto cumplido

Pero, en general, la Unión Europea afirma haber cumplido sus objetivos. El continente ha reducido su consumo de gas por debajo del 15% -fue un 18% inferior de media entre agosto de 2022 y marzo de 2024, lo que supone ahorrar 125.000 millones de metros cúbicos de gas- y ha logrado tener un almacenamiento de gas del 90% antes del invierno (en agosto).

Además, se ha hecho menos dependiente del gas ruso al diversificar el suministro de esta materia prima -si en 2021 el 45% de las importaciones totales venían de Rusia, en 2023 solo el 15%- y dando impulso a la instalación de energías renovable -la capacidad eólica y solar instalada ha aumentado un 36% de forma acumulativa entre 2021 y 2023, lo que supone ahorrar aproximadamente 24.000 millones de metros cúbicos de gas en el periodo-.