Los exministros Sevilla y Nadal recetan consenso para el turismo y la vivienda

La ausencia de grandes consensos es uno de los factores que, en opinión de los exministros Jordi Sevilla y Álvaro Nadal, alimentan la incapacidad para resolver problemas actuales como el rechazo al turismo y las dificultades para el acceso a la vivienda. Ambos fueron los protagonistas de la novena edición de los Diálogos para el Desarrollo, que este jueves ha hecho un alto en Las Palmas de Gran Canaria.

Bajo el título El escenario socioeconómico en tiempos de incertidumbre, Nadal –ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, reemplazando a José Manuel Soria, en el tramo final de la presidencia de Mariano Rajoy– ha señalado, en referencia al negocio alojativo, que es «mejor tener problemas por exceso que por defecto».

"En España tenemos tendencia a la autoflagelación"

Álvaro Nadal

— Exministro de Energía, Turismo y Agenda Digital

En su opinión, «en España tenemos tendencia a la autoflagelación». El rechazo que los crecientes volúmenes de demanda ha despertado en algunos sectores de la sociedad brinda, según esa teoría, mayor espacio para la gestión que una caída drástica de las llegadas y el consiguiente incremento de las cifras de desempleo y estrechamiento de un producto interior bruto que, en el caso de Canarias, depende en un 35% de la ocupación de la planta alojativa.

Ambos exministros han coincidido en destacar la buena marcha de la economía española. «A lo mejor no se parece tanto a un cohete, pero es evidente que crece y se está creando empleo», ha expuesto Nadal. Sin embargo, también los dos han señalado la discordancia entre esos números y el estado de ánimo de la sociedad.

"Terreno perdido"

En opinión de Álvaro Nadal, sucede así porque España realmente está «recuperando parte del terreno perdido», mientras otros países van disparados. «Que seamos más pobres que los checos o los eslovenos no había sucedido nunca; estamos empataditos con los bálticos y no digamos Polonia, que va a uña de caballo tras nosotros», ha detallado quien tras el verano se hará cargo de la Dirección Ejecutiva del Banco Africano de Desarrollo.

Tampoco hay mucho espacio para el exceso de felicidad en un «momento muy complicado» como el actual. Jordi Sevilla –ministro de Administraciones Públicas en el primer Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero–ha lamentado la incapacidad actual cuando se trata de «generar soluciones para la supervivencia misma del planeta», en referencia al cambio climático.

"¿Cómo es posible que los mismos que somos capaces de enviar un satélite a Marte nos liemos en Gaza o Ucrania?"

Jordi Sevilla

— Exministro de Administraciones Públicas

«¿Qué sociedad hemos construido?», ha expuesto el también expresidente de Red Eléctrica, «¿que si Álvaro [Nadal] y yo nos peleamos, y más si le muerdo la oreja, salimos en todos los telediarios, pero si ofrecemos soluciones pasa totalmente desapercibido?», se ha preguntado. Una situación que le genera enfado porque hace imposible la resolución de problemas.

No solo eso, sino que la energía que debería ponerse en mejorar la vida de los ciudadanos se destina a la generación de enfrentamientos. «¿Cómo es posible que los mismos que somos capaces de enviar un satélite a Marte nos liemos en Gaza o Ucrania?», ha vuelto a interrogarse. En traducción a la realidad del país, Sevilla sostuvo que ninguno de los diez grandes retos que existen «puede arreglarse sin grandes pactos».

Por más de cuatro años

Los tiempos políticos no bastan para contar con una oferta de vivienda que palíe obstáculos del tamaño del que hoy muestra, por ejemplo, el precio de los alquileres. Los acuerdos deben extender las garantías para solventar esos retos más allá de los cuatro años que pasan entre citas electorales. 

El exministro socialista ha incluido en esa lista de cuestiones que merecen respuestas estructurales la financiación autonómica o el incremento de la productividad. Sobre este último, señalado en los últimos tiempo por las patronales canarias como una de las variables que en mayor medida lastran el desarrollo de la comunidad autónoma, ha explicado que no será posible sin una estrategia que incida en el aumento del tamaño de las empresas, «la formación de trabajadores y empresarios» y, sobre todo, «innovación, innovación e innovación. Es imposible pensar que todo esto puede lograrse en una legislatura», ha insistido dejando clara la necesidad de consensos entre los grandes partidos.

Se necesitan empresas más grandes, formación e innovación para incrementar la productividad

Hasta que eso no se produzca, será complicado que España abandone el «estancamiento estructural» en el que, en opinión de Álvaro Nadal, está sumida. Una situación que no parte de un único factor. El tamaño de la importancia de todos los que lo perpetúan es muy diferente, y pueden ser más o menos complicados de entender o, incluso, de detectar. Sin embargo los hay muy claros. 

Por ejemplo, hay que dejar de ser «el segundo país de Europa, solo por detrás de Hungría», en el que menor porcentaje de ciudadanos habla inglés. Sin eso es imposible pensar en el desarrollo tecnológico», ha insistido el exministro, porque esa es la lengua que se utiliza en dicho ámbito.

"Al que venga con una idea loca hay que darle dos tardes para que la desarrolle"

Jordi Sevilla

— Exministro de Administraciones Públicas

Como «ha ocurrido con todas las anteriores», se ha mostrado convencido de que España también perderá «el tren de la revolución tecnológica». Con una diferencia, también lo hará en esta ocasión el conjunto de Europa en favor de los países asiáticos. Del mismo modo, Nadal puso el acento sobre una cuestión menos conocida: las carencias en transporte ferroviario. «Los pasajeros viajan a 300 kilómetros por hora y las mercancías, a 17», ha afirmado.

«Me cabreo porque sé que es posible mejorar», ha asegurado Jordi Sevilla. «¿Por qué jugamos a eso?», ha señalado sobre la actitud de PSOE y PP, sin ocultar que él continúa militando en el primero de esos partidos. Según su relato, no es tiempo para quienes solo entienden los procesos de una manera con el único argumento de que «toda la vida se ha hecho así. Tenemos que hacer cosas diferentes, al que venga con una idea loca, hay que darle dos tardes para que la desarrolle», ha afirmado.

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