ELECCIONES EUROPEAS | Los diputados canarios

Juan Fernando López Aguilar: La vehemencia en la UE

Juan Fernando López Aguilar, uno de los eurodiputados con más prestigio, afronta su cuarta legislatura en el Parlamento Europeo  

Juan Fernando López Aguilar en una imagen de archivo.

Juan Fernando López Aguilar en una imagen de archivo. / José Pérez

Salvador Lachica

Salvador Lachica

Juan Fernando López Aguilar (Las Palmas de Gran Canaria, 1961) recogerá por cuarta vez su acta de eurodiputado tras los resultados de los comicios del 9J. Hiperactivo, vehemente, irónico y de verbo afilado, su trayectoria política ha cosechado detractores y defensores a partes iguales. 

En la galería de retratos del Ministerio de Justicia hay un cuadro de Juan Fernando López Aguilar. Este dato, por sí solo, no es sorprendente, pero sí se torna inusual cuando se conoce que el citado óleo es un autorretrato que el propio exministro y actual eurodiputado donó de forma gratuita a la colección. Un cuadro que, además, ejemplifica lo que de él piensan tanto sus acérrimos defensores (versatilidad, creatividad y generosidad) como sus detractores (egocentrismo, narcisismo y prepotencia). Y es que a López Aguilar, que el domingo revalidó por cuarta vez su acta como diputado en el Parlamento Europeo, se le ama y se le odia a partes iguales, sin matices de grises.

Este catedrático de Derecho Constitucional, jurista y político, que nació en 1961 en Las Palmas de Gran Canaria, lo mismo dibuja una caricatura que toca la guitarra y canta que escribe un extenso artículo en el que compara la Constitución de España con la de Japón. Su verbo rápido, vehemente, irónico y afilado le han granjeado no pocos enemigos, tanto fuera como dentro de su partido, el PSOE canario, formación política a la que lideró de 2007 a 2009.

Aunque se afilió al PSOE en 1983 y fue asesor de los ministros de Justicia Enrique Múgica y Tomás de la Quadra-Salcedo y de Jerónimo Saavedra en Administraciones Públicas y en Educación y Ciencia, su gran salto a la arena política nacional se produjo en 2004, cuando el presidente José Luis Rodríguez Zapatero lo designo ministro de Justicia. No se duda de que ese primer gabinete de Zapatero produjo grandes avances en libertades sociales, y muchos de ellos llevan el marchamo de López Aguilar.

Fuel el ministro mejor valorado del primer Gobierno de Zapatero y el líder canario más criticado en el seno del PSC

Durante sus tres años al frente del Ministerio de Justicia se modificó el Código Civil en materia de Separación y Divorcio, la Ley de modificación del Código Civil para permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo, la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial, la reforma de la Ley del Tribunal Constitucional y se aprobaron la Ley de Acceso a la Abogacía y la Procura y la Ley de Sociedades Profesionales. Asimismo, López Aguilar participó de forma activa en las leyes orgánicas contra la Violencia de Género, de Igualdad y de promoción de la autonomía personal.

Además, creó los Juzgados de Violencia sobre la Mujer; la Oficina de Asistencia a las Víctimas del Terrorismo, aprobó el Reglamento de la Ley de Responsabilidad Penal del Menor, impulsó la especialización del Ministerio Fiscal contra la Violencia de Género y el fortalecimiento y radicación territorial de la Fiscalía Anticorrupción.

Con este bagaje a sus espaldas, no fue extraño que López Aguilar apareciese en todas las encuestas como el ministro más popular y mejor valorado del gabinete. Esta circunstancia motivó que el propio Zapatero y el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, decidiesen nominarle ‘a dedo’ candidato a la Presidencia del Gobierno de Canarias para los comicios de 2007.

Esta decisión no gustó ni al propio López Aguilar ni al entonces secretario general del PSOE canario, Juan Carlos Alemán, ni a la práctica totalidad de la cúpula de los socialistas del Archipiélago.

López Aguilar estaba cómodo en Madrid, en su cabeza bullían un montón de leyes revolucionarias y renovadoras que consideraba necesario impulsar y el escenario archipelágico se le quedaba pequeño para sus aspiraciones. No obstante, acató y tiró para adelante usando una de sus más conocidas frases: "siempre al servicio del partido y de mi tierra".

Presidió la Comisión de Libertades, Justicia e Interior de la UE que aprobó el Pacto de Migración y Asilo

Sin embargo, ese malestar propio y ajeno, aunque al principio se disimuló de puertas afuera desde el PSOE canario, no fue lo que condicionó el convulso paso de López Aguilar por la política canaria. De forma paradójica, las tensiones internas se desencadenaron cuando el grancanario llevó a los socialistas a su máximo éxito hasta el momento (26 diputados) pero, sin embargo, no pudo evitar que continuaran en la oposición.

Su campaña electoral dura, sin piedad y a cara de perro contra Paulino Rivero (CC) y José Manuel Soria (PP) rompió cualquier puente de entendimiento para conformar un gobierno con los nacionalistas. Muchos en el seno del partido fueron los que le culparon directamente de esa frustración y durante el período de bicefalia que siguió hasta que sustituyó a Alemán en la Secretaria General las luchas cainitas consumieron al partido. Una muestra de esa convulsión fue que Francisco Hernández Spínola, vicesecretario general del PSC-PSOE y presidente del Grupo Socialista en el Parlamento entonces renunció a ambos cargos "por incompatibilidad de caracteres" y las tensiones con Saavedra, entonces presidente del PSC y alcalde de la capital grancanaria, fueron públicas y evidentes.

En 2009 fue designado para encabezar la lista nacional del PSOE al Parlamento Europeo contra el conservador Jaime Mayor Oreja y abandonó la máxima dirigencia de los socialistas canarios. La etapa canaria de López Aguilar duro dos años y la resumió Alemán, su antecesor: "ahora se va, dice, y deja hecho un guiñapo al partido, destrozado y alejado de la sociedad".

En Bruselas le ha ido mejor en estos 15 años. Su paulatino descenso en las listas electorales ha sido directamente proporcional a su ascenso en el prestigio en la Eurocámara, hasta el punto de que es uno de los eurodiputados mejor valorados de los 27 Estados miembros. Ejerció de presidente de la Delegación Socialista Española en el Parlamento Europeo, de vicepresidente del PSE, y en su primera legislatura y en la anterior al 9J fue presidente de la Comisión de Libertades, Justicia e Interior, donde ha sido ponente en la negociación del Pacto europeo de Migración y Asilo, que afecta a Canarias, y en el acuerdo de asociación de la UE con Andorra, Mónaco y San Marino.

Suscríbete para seguir leyendo