OPINIÓN

Por unos #pasilloscero

Los llamados picos asistenciales se han normalizado y nos están afectando más de lo que nos hemos dado cuenta. Estamos forzados a trabajar en espacios que a momentos se asemejan a un Hospital de Campaña

Por unos #pasilloscero

Por unos #pasilloscero / Luis Vega

Luis Vega

Llevamos mucho tiempo, demasiado, viendo en titulares de medios de comunicación la situación de los servicios de urgencia hospitalarios en Canarias. Y lo hacemos porque nosotros, los profesionales que allí trabajamos, lo intentamos hacer visible porque nos sentimos desbordados al afrontar condiciones de trabajo inaceptables, para nosotros y para los pacientes.

Asumismos con responsabilidad el valor que la Enfermería tiene como motor para el sistema sanitario por su presencia continua en todos los procesos de salud desde que la persona nace hasta que fallece. Por eso, desde el Consejo Canario de Colegios Profesionales de Enfermería nos hemos sentado con profesionales de las siete islas, en reuniones donde contemplamos que los sentimientos de frustración, soledad institucional y de impotencia ante el resultado final del trabajo realizado eran compartidos por casi todo el archipiélago, especialmente en las islas capitalinas en donde la situación es insostenible.

Llevamos años trabajando al límite

Los llamados picos asistenciales se han normalizado y nos están afectando más de lo que nos hemos dado cuenta. Todo ha ido peor. Estamos forzados a trabajar en espacios que por momentos se asemejan a un Hospital de Campaña y tenemos que pelear con nuestras Gerencias para que se nos dote de los recursos necesarios.

Afirmo, desde el convencimiento que me da el estar diariamente a pie de cama, que estamos ante una situación que nada tiene que ver con circunstancias puntuales que afectan a uno u otro hospital. Vivíamos en una estructura con un frágil equilibrio y tras la pandemia, se ha evidenciado aún más. Ya no hay lugar a la duda. Tenemos una luz roja encendida que indica el agotamiento de un sistema que necesita ser reformulado. La brecha entre la oferta y la demanda es cada vez más severa. Y empeora ...

Mi afirmación es rotunda como los datos que la acreditan

Nuestros hospitales y recursos sociosanitarios presentan un déficit estructural y no logran absorver la cantidad de ingresos que se generan desde las urgencias. Amanecemos diariamente con más de 90 personas retenidas a la espera de cama, lo cual constituye un bloqueo para las más de 250 personas diarias que se reciben. En nuestros hospitales canarios residen 480 personas (reconocidas oficialmente) ocupando cama a la espera de un recurso sociosanitario o de medios para ser atendidos en sus domicilios.

Mientras, los Centros de Salud están citando a pacientes hasta con 13 días de retraso y las listas de espera quirúrgicas y diagnósticas han aumentado. Y lo peor es que cada año aumentan un poco más.

En el año 2015 cuando los trabajadores de urgencias del Insular estuvimos en Huelga, teníamos hasta 70 personas ingresadas a la espera de cama y en nuestros pasillos. Antes 30 pacientes era una cifra habitual. y apenas llegábamos a los 200 pacientes atendidos al día. Hoy, 8 años más tarde, acumulamos hasta 128 ingresos a la espera de cama. El pasado lunes tuvimos 57 pacientes repartidos en diferentes pasillos del hospital y la asistencia diaria no baja de los 250 pacientes cada día. En el Hospital de La Candelaria, el Hospital Universitario de Canarias y el Hospital Doctor Negrín la situación es similar. De no intervenir, se añadirán otras islas como Fuerteventura y Lanzarote. ¿Se entiende la gravedad?

Por no hablar de la pérdida del capital humano que tras años de trabajo deciden irse a otros destinos, desperdiciándose así años de experiencia.

A falta de medidas sistémicas, la solución ha recaído mayormente en las respectivas Gerencias de cada centro sanitario, que parchean como pueden y van ampliando la capacidad de los Servicios de urgencias en donde a veces los pacientes se hacinan unos frente a otros.

Entenderemos mejor el problema sabiendo que Canarias es la segunda Comunidad Autónoma junto con Madrid y sólo detrás de Andalucía con menos camas hospitalarias por cada 100.000 habitantes y que somos la quinta Comunidad Autónoma que menos dinero público dedica a las residencias de mayores y el déficit de camas sociosanitarias se cifra en más de 8.700 plazas.

Estamos a la cola en aplicación de la Ley de Dependencia

En el año 2021 fallecieron hasta 3.000 personas esperando que su expediente fuera resuelto. Tenemos una tasa de natalidad muy baja, y según se demuestra en un estudio que se hará público en breve desde el Colegio Oficial de Enfermería de Las Palmas (CELP) en colaboración con este Consejo Canario, somos la Autonomía que más rápido envejece.

Los datos son duros y más dura es la injusticia generacional que se comete cuando son nuestros mayores los más perjudicados. Ellos, a quienes les tocó vivir situaciones de mucha necesidad.

Es injusto, indigno y vergonzoso

Estamos fracasando como sociedad si no lo arreglamos. Millones de euros gastados en tecnología para finalmente ofrecer un pasillo a veces más frío que oscuro a nuestros mayores, con todo lo que ello significa.

Como canario me duele, como profesional me desgarra y como persona me entristece. Esta situación es más seria si tenemos en cuenta que nuestros hospitales son también unidades docentes en las que se forman los profesionales del futuro. Personas que no deben normalizar lo que está sucediendo bajo ningún concepto.

Siendo un problema multifactorial las soluciones afectan a Ayuntamientos, Cabildos , Gobierno Autonómico y agentes sociales. Se requiere coraje político y sentido de estado para aparcar siglas partidistas.

Esperamos que nuestros políticos emerjan como parte de la solución y no como parte del problema. Y no nos referimos a que aporten «soluciones» como destinar dinero al sector privado para desatascar lo público, pues se generaría un efecto perverso que podría provocar que alguien se llegue a beneficiar del mal funcionamiento de la sanidad pública. En ésto último, las cifras tampoco nos deja bien parados, dado que Canarias es una de las autonomías que más servicios concierta con el sector privado.

Hace ya más de un año que se puso en marcha por parte algunos profesionales la iniciativa #pasilloscero que espero sea algo que entre todos defendamos, porque los pasillos son lugares de paso y no áreas asistenciales. Esta rueda gira para todos, y hoy yo lamento como profesional lo que más tarde o más temprano, me tocará lamentar como usuario. Avisados estamos.

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