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Gáldar

Gáldar rehabilita un edificio de 1850 como hotel con 37 camas turísticas

El Ayuntamiento iniciará las reformas del antiguo colegio de las monjas el próximo año, para inaugurarlo en 2018

Imagen simulada del exterior del futuro hotel Agáldar, cuando esté rehabilitado. LP / DLP

Gáldar contará con un establecimiento turístico de titularidad pública en el antiguo colegio de las monjas, en el centro histórico. El Ayuntamiento comenzará el próximo año la construcción del Hotel Agáldar, con 20 habitaciones y 37 camas, una zona 'chill out' en el ático y una terraza-cafetería en la planta baja. El proyecto requiere una inversión de 1,25 millones para rehabilitar este edificio sin uso desde hace 15 años, situado junto a la iglesia y la plaza de Santiago, construido en 1850 y que en sus comienzos acogió el Hotel Inglés, de los dueños del Santa Catalina en la capital, antes de convertirse en una escuela. El alcalde, Teodoro Sosa, afirma que será un centro de calidad, que dé respuesta a la falta de alojamientos en la ciudad, y será gestionado a buen seguro por una empresa privada, tras su inauguración prevista en 2018.

Gáldar sacó en febrero de 2011 un concurso público para la reforma y arrendamiento de esta casona centenaria situada en el número 14 de la plaza de Santiago. Sin embargo, la propuesta municipal quedó desierta, ya que la única empresa que se presentó quedó excluida por falta de un aval. Sin embargo, la rehabilitación del edificio será una realidad desde el próximo año, ya que el Ayuntamiento tiene ya en sus manos una partida inicial de 500.000 euros del Plan de Cooperación del Cabildo para empezar los trabajos, tras un baile de cuentas, al acumular el dinero previsto para otras obras, gracias a que éstas acaban de recibir financiación europea. Teodoro Sosa espera obtener el capital restante, unos 348.000 euros, de la citada partida insular, o bien, de fondos propios en las dos próximas anualidades, porque son inversiones autofinanciables permitidas por el Ministerio de Hacienda.

"Es el momento oportuno para invertir en este proyecto, que dará respuesta a los nuevos atractivos turísticos de Gáldar, que abarcan desde la Cueva Pintada, el deporte, el patrimonio, la gastronomía, la oferta cultural, y esperamos ya tener el próximo año la bandera azul en la playa de Sardina, pero que carece de camas para alojar a todos estos visitantes. Y el ejemplo lo hemos tenido ahora con el reciente Campeonato del Mundo de Body Board y el Festival de Cine, en el que los participantes se hospedaron en Agaete. Además, es una pena que este emblemático edificio se esté deteriorando", según Teodoro Sosa, que tiene claro que la rehabilitación se acabará en 2018.

El Plan General de Ordenación Urbana de Gáldar fija una protección integral del inmueble, avalado por su valor arquitectónico e histórico. Con referencia al uso, determina su carácter residencial y sociocultural, aunque en la actualidad esta vacío sin una actividad estable.

El proyecto del estudio de arquitectos Ramón Chesa y Javier Mena propone la rehabilitación del edificio histórico como un hotel con encanto, que ademas fue uno de sus usos originales. En su distribución, reserva la planta baja para las zonas comunes (vestíbulo, recepción, salón de estar, comedor de desayunos, y el bar-cafetería), y cuatro habitaciones dobles con baño y cocina, y la terraza exterior.

La primera planta reunirá diez habitaciones dobles con baño y distintas dependencias de servicios y almacén. Y, por último, en el ático se ubicará la terraza 'chill-out' con bar, tres habitaciones dobles con baño, y otras tres estancias sencillas con baño.

La rehabilitación como hotel se desarrolla en torno a un patio central iluminado mediante una claraboya, que da luz a los salones comunes de la plana baja, y ventila los corredores y estancias comunes de la planta alta. A su vez, se ampliará la zona de actuaciones fuera de protección, con una planta ático con terraza.

La escalera principal se mantiene, prolongándola hasta el ático, y colocando un ascensor en el hueco, "con lo que se resuelve la accesibilidad del hotel a todos sus niveles", según el proyecto concluido el mes pasado.

Las habitaciones se sitúan en la primera crujía de las tres fachadas en la planta baja y primera, con una ampliación para acoger más habitaciones sobre cubierta. El total dispondrá de 20 habitaciones, de las cuales tres son sencillas de una cama.

El ático acogerá una zona de estancia al aire libre con una pequeña zona de bar para crear una terraza tipo 'chill-out', abierto al público de la calle, que mejore el servicio y la rentabilidad del hotel.

Gáldar cuenta en la actualidad de con una veintena de establecimientos hotelero y extrahoteleros según el Patronato de Turismo de Gran Canaria, que ofertan 32 habitaciones y 103 camas en conjunto. De ellos, un hotel dispone de 12 camas y seis habitaciones, a lo que hay que sumar casas rurales, viviendas vacacionales y un hotel emblemático en el casco, que suman otras 26 estancias y 91 camas.

Dada la importancia de actuar sobre el edificio histórico sin afectar a su imagen, los arquitectos han tenido cuidado al rehacer el ático actual, para que no sea visible desde la Plaza. "Solamente en la calle Tasarte, situada en la parte posterior del edificio, va a ser perceptible la nueva intervención, ya que estamos modificando los añadidos que, sin ningún criterio integrador, se hicieron en los años 60 del siglo pasado". El edificio dispone de tres fachadas a la calle (Plaza, Reyes Católicos y Tasarte), siendo la cuarta una medianera con otras edificaciones existentes.

El inmueble data de 1850, siendo un ejemplo de arquitectura doméstica del siglo XIX. Perteneció originalmente a los Marqueses de Villanueva del Prado, propietarios en esa época de la mayor parte de los terrenos de cultivo de La Aldea. Se vende en 1896 a la componía inglesa Gran Canary Island Co. Ltd., propietaria del Hotel Santa Catalina de Las Palmas de Gran Canaria, que lo convirtió en una sucursal.

En 1925, tras cerrar y subastar el Hotel Santa Catalina por la crisis de posguerra, se disuelve la componía propietaria, vendiendo el hotel de Gáldar a Mr. Anthony Harris, agricultor inglés casado con una guiense, y socio del terrateniente Mr. Leacock, fijando su residencia.

En 1945 pasa a manos municipales, que lo mantiene inactivo hasta su cesión en 1960 a la Congregación de Hermanas de Jesús Sacramentado, para hacer un colegio (el denominado popularmente como colegio de las monjas).

El Ayuntamiento de Gáldar recupera el edificio en 2001, al trasladarse el centro a su actual ubicación en el barrio de San Sebastián. Desde entonces, la casona quedó sin uso, aunque acoge en ocasiones actividades en la planta baja, tanto municipales como asociativas, entre ellas el belén navideño, y se usa como almacén y venta de artesanía.

El conjunto tiene una superficie de 428,35 metros cuadrados con dimensiones de 26,90 metros de largo por 15,90 metros de ancho. Y contará con 868 metros cuadrados de superficie construida.

El antiguo edificio, tras la cesión para el colegio, sufrió diversas remodelaciones a partir de los años 60, adaptando nuevas aulas y dependencias colegiales. En años posteriores se añade el ático, retranqueada de las fachadas, para aumentar el numero de clases.

El proyecto plantea una solución típica de patio central, cubierto con el lucernario, y dependencias en su perímetro, ventilando directamente a las fachadas, o a través del patio en la zona de la medianera. Existe un solo núcleo de escaleras en la segunda crujía respecto a la fachada principal, que da a la Plaza de Santiago, y que comunica con la planta alta.

Al ático se accede desde dos escaleras accesorias situadas, una en la esquina frontal izquierda del patio central, y la otra junto a la medianera, desde el patio de juegos trasero.

No tendrá aparcamientos, aunque se señala que existe uno público a menos de 130 metros, que resuelve esta carencia para el hotel.

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