El Cabildo de Gran Canaria celebra sus 110 años con una veintena de galardones

Dieciséis personas y siete entidades reciben el premio por su contribución al desarrollo de la Isla

Acto de la entrega de Honores y Distinciones del año 2022

Acto de la entrega de Honores y Distinciones del año 2022 / Andrés Cruz

El Cabildo de Gran Canaria conmemora este viernes los 110 años de su creación con la entrega en el Auditorio Alfredo Kraus de los 23 reconocimientos otorgados a un ramillete de ciudadanos y entidades que han destacado en el desarrollo social, económico y cultural de la isla en las últimas décadas. 

Dieciséis personas y siete entidades han sido galardonadas en esta ocasión, cuatro más que el año pasado, «por defender los valores universales y los valores de la isla, y por proyectar al mundo y a la sociedad referencias insustituibles en sus experiencias personales vitales o profesionales», según resaltó el presidente de la corporación insular, Antonio Morales, al anunciar la lista de premiados.  

Seis de los galardones se entregan a título póstumo. Algunos de ellos a grancanarios desaparecidos muy recientemente, como el humorista Manolo Vieira, que falleció solo pocas horas después de que el Cabildo comunicara de forma oficial el reconocimiento. También a finales de enero de este año 2023 murió el escritor Alexis Ravelo y en noviembre pasado la pintora Jane Millares Sall.  

En las entrevistas que ha realizado este periódico en las tres últimas semanas se constata la calidad humana de los premiados y el compromiso de esas personas y entidades con el progreso de la isla, así como la gran diversidad de actividades y opiniones que existen en la sociedad grancanaria.  

De los cuatro Hijos Predilectos de este año, solo Rafael Robaina, exrector de la Universidad de Las Palmas de GranCanaria (ULPGC), podrá subir al escenario a recoger su reconocimiento y será el encargado de leer el discurso de agradecimiento de todos los premiados.    

En el caso de Manolo Vieira, Jane Millares y Alexis Ravelo serán sus familiares los que reciban el galardón, igual que en el caso de una de las Hijas Adoptivas, la escritora y periodista Dolores Campos-Herrero, que recibe un merecido homenaje a los 16 años de su desaparición.    

Rafael Robaina, al ser preguntado por la fatalidad de los repentinos fallecimientos de los otros Hijos Predilectos, recordó que con Alexis Ravelo compartió físicamente el año pasado el reconocimiento de Hijo Predilecto del Ayuntamiento de Las Palmas de GranCanaria, y aseguró que su muerte ha sido un impacto para todos. 

«A Manolo Vieira -añadió el exrector- lo conozco como todo el mundo, en el sentido de que es un referente orgulloso, y además isletero como yo, de forma que no sólo exporta el modelo grancanario, sino que su visión de las cosas me resultan bastante familiares porque son las que viví cuando pequeño. Y a Jane Millares, la conozco a través de su obra, que en la Universidad siempre ha estado muy presente. Es una pena que no nos puedan acompañar, pero la vida es así, tiene esa parte de tristeza». 

Sentimiento

Respecto a qué significa ser Hijo Predilecto de Gran Canaria, Robaina respondió: «Siempre tienes la sensación de volver a la patria chica cada vez que has viajado fuera; esto es un sentimiento muy compartido en el caso de los isleños. Desde que era un adolescente me he movido en mi entorno, desde las acampadas al monte y a la playa, hasta recorrer toda la isla a pie, que también lo hemos hecho, y las romerías. En fin, además de la dimensión estrictamente académica y científica, porque toda mi labor científica se ha desarrollado con recursos de aquí, tengo un nexo de unión importante con el paisaje, el mar, incluso el folclore con mi grupo nuevo Tabaiba. En definitiva, Gran Canaria para mí lo es todo». 

Los familiares y amigos que han ayudado a elaborar las biografías de los otros Hijos Predilectos y Adoptivos han resaltado sus valores humanos y artísticos. 

Del humorista Manolo Vieira se dijo que se consagró por derecho propio como el mayor representante del humor en el Archipiélago, así como el más popular y querido por los isleños, galardonado con la Medalla de Oro de Canarias en 2002. «Una excursión con la familia al campo, la compra en el supermercado, la primera comunión o una cita en el médico marcaban las situaciones hilarantes que narraba a través de los personajes de sus historias, ya fueran Carmelito, Cuco, Fefo, Chanín o Alerxis; eran recursos habituales en sus monólogos que se hicieron populares», apuntaban.

Tras su triste fallecimiento el mismo día que se le otorgó el premio, también se rescataron algunas de sus declaraciones sobre los inicios en el mundo del humor. «Cuando inauguré La Chistera puse un cartel en la entrada que ponía ‘rogamos silencio durante el desarrollo del espectáculo’, porque parte del público venía a verme y parte venía a ligar, a tomar copas y hablar, porque no había cultura del espectáculo, todo era sainetes en los cabarets».  

De Jane Millares se recordó que procedía de una «destacada estirpe de artistas». Hija de Juan Millares Carló y Dolores Sall, «tuvo una infancia envuelta en un espíritu de arte y vanguardia, aunque afectada por las estrecheces de posguerra que marcaron su mirada progresista de izquierdas».

Hermana de los también artistas Agustín, José María, Juan Luis, Manolo, Sixto, Eduardo -Cho Juaá-, Yeya y Totoyo Millares, fue autodidacta, comprometida, constante e interrogante. «En cuanto a su sello más distintivo, su iconografía de la mujer rural canaria se ha consagrado como una de las representaciones artísticas de la identidad femenina isleña más destacadas por la dignidad y belleza con que retrata a aguacateras, jornaleras o aguadoras», sostienen sus biógrafos. 

Alexis Ravelo

En el caso de Alexis Ravelo, fallecido un mes antes de conocerse el galardón, se resaltó que «inauguró a principios de este siglo esa nueva remesa de autores de novela negra canarios que, junto a José Luis Correa, Antonio Lozano o Carlos Álvarez, abrieron la veda para construir desde su ciudad predilecta las tramas que envolvían a los olvidados por los discursos oficiales, a esos buscavidas que solo intentan sobrevivir en un sistema pernicioso». 

Los méritos de Dolores Campos-Herrero, según el Cabildo, son su aportación a la literatura canaria desde su extensa producción periodística y sus cuentos, pasando por la poesía, la literatura infantil y juvenil, hasta el microrrelato, del que fue una de sus mayores precursoras y que bautizó como breverías. 

De Jorge Hernández se premia «su implicación social y toda una vida de servicio al prójimo, especialmente con las personas más vulnerables, llevando a cabo desde 1989 el proyecto Fundación Canaria Yrichen, centro que ofrece una amplia variedad de programas y servicios gratuitos para superar y prevenir problemas de adicción a todo tipo de sustancias o hábitos, habiéndose convertido en un pilar fundamental de la sociedad canaria, gracias a su labor pastoral en Valsequillo, Telde y en el barrio de La Isleta».

El tercer Hijo Adoptivo, el cubano Delvys Rodríguez Abreu, se ha valorado que desde su pusto de director de la Unidad de melanoma, cáncer de pulmón y programas de desarrollo clínico temprano ha desarrollado una amplia labor de investigación, centrada en el cáncer de pulmón, melanoma y linfoma. 

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