Los museos vivos se hacen un hueco en el patrimonio cultural de Canarias

Los museos vivos promovidos por la Fundación Canaria Proyecto Comunitario de La Aldea se hacen un hueco dentro del más rico patrimonio cultural de Canarias. «Ojalá tuviéramos clones de este proyecto en el resto de las isla», destacó ayer el coordinador del programa Enseñas Patrimonio del Gobierno de Canarias, Eduardo Mesa, durante las XXX Jornadas ‘Patrimonio y escuelas’, que se están celebrando en el municipio grancanario.

Las jornadas, que tienen continuidad este fin de semana, están sirviendo para reforzar el esfuerzo de los aldeanos por conservar las vivencias y enseres de sus generaciones pasadas.

El director general de Cultura y Patrimonio Cultural del Gobierno canario, Miguel Ángel Clavijo, destacó durante su intervención que hay que ser críticos con el pasado, «no quedarnos en la nostalgia».

A su vez, Eduardo Mesa expresó la importancia de la transferencia de conocimientos, mientras presentaba el segundo volumen de una revista de difusión del patrimonio cultural de Canarias (Dipac), en donde el proyecto ‘La Aldea: cultiva viva’, de la Fundación, ocupa el principal protagonismo.

Entre los temas escritos en la edición por 21 profesionales se encuentran el proyecto de consolidación y protección del elevador de agua de la Gordejuela, en Tenerife; los trabajos de arqueología en La Fortaleza de Santa Lucía; en el ingenio azucarero de Los Picachos, en Telde; y una actuación en la iglesia de San Francisco de La Orotova, en Tenerife, entre otras intervenciones en las que han colaborado el área de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias.

Durante las jornadas se presentó también por una representante de la comunidad educativa el proyecto del entorno etnográfico Museo Pajar, tutelado por el colegio (CEO) Manuel de Falla de La Orotava, en Tenerife, donde se da a conocer este tipo de viviendas familiares de los campesinos. A su alrededor se erigen construcciones y elementos típicos de la cultura tradicional, como una era y aperos con distintos molinos, que recrean una estampa popular del pasado isleño, con el fin de que sirva de enseñanza entre los estudiantes.

Una de las curiosidades de las jornadas es la presencia del profesor jubilado de la Facultad de Humanidades de la Universidad Ibn Zohr-Agadir (Marruecos), Ahmed Sabir, que cuenta los enormes paralelismos de la fiesta de los carneros del carnaval aldeano y el del sur de su país.