Una funeraria de Agüimes traslada el cadáver de Pedro Cabrera desde Portugal

Fidelina Suárez depende de los informes médicos para su regreso a Gran Canaria

Fidelina, la madre del menor fallecido en Portugal: "Llega mi hijo muerto antes que yo y quiero estar con él"

La Provincia

Hoy viernes se cumple una semana desde que un fatídico accidente de tráfico en Portugal acabó con la vida del menor de 14 años Pedro Cabrera y su eterna sonrisa y envió a un hospital en Coímbra a su madre, Fidelina Suárez, herida de gravedad en una pierna. Aún permanece ingresada pidiendo a gritos cada día su traslado a Gran Canaria para estar junto a su pequeño cuando su cadáver sea repatriado.

«Papeleo, poca ayuda y colaboración» Así resume en parte lo sucedido estos días la portavoz familia, Verónica Suárez, que agradeció al fin la colaboración de alguien desde la isla. Es la funeraria de Agüimes Mec. «Nos anunció que se ha puesto en marcha para al menos hacer realidad la repatriación del cuerpo del luchador del club Unión Agüimes a Gran Canaria, que tenía previsto llegar entre ayer y hoy.

Pero los protocolos para estos casos de fallecimientos «son distintos en cada país», anunciaron por su parte portavoces de la empresa funeraria Mec. Por ahora no se aventuran a dar una fecha concreta. Aún así, estiman que «entre el lunes y el miércoles de la próxima semana» los restos mortales del pequeño luchador estarán en Gran Canaria. «Antes hay que cumplimentar, entre otros, los fletes para su traslado en avión» adelantaron.

Verónica Suárez también destacó que por ahora la compañía aseguradora del vehículo en el que ocurrió el siniestro el viernes pasado, «tras presiones nuestras», está estudiando la posibilidad del traslado de Fidelina a Gran Canaria. «Eso sí, todo queda pendiente de que los informes de los médicos que tratan a la vecina de Agüimes sean favorables y que su salud no corra peligro. Así podría viajar», explicó la amiga de Fidelina, que reconoció sentirse «agotada». También comentó que su amiga recibió una llamada del responsable de la embajada española en Portugal: «Le dijo que no necesitaba un intérprete y parecía más preocupado por el gasto del hotel que de su salud», sentenció.