Turismo

Hermanos Santana Cazorla dispone de 168 millones para cubrir 205 de deudas

La Administración Concursal detectó «confusión patrimonial de todo el grupo» empresarial y recomendó liquidar esa sociedad

Complejo turístico de Anfi del Mar, en el municipio de Mogán.

Complejo turístico de Anfi del Mar, en el municipio de Mogán. / Yaiza Socorro

La sociedad Hermanos Santana Cazorla, el buque insignia del grupo empresarial de esa familia del sur de la Isla, disponía de una masa activa de 168,5 millones de euros y deudas por valor de 205,7 millones cuando se declaró en concurso de acreedores, que ha derivado finalmente en la apertura de la fase de liquidación de la compañía por parte del Juzgado de lo Mercantil Número 1 de Las Palmas de Gran Canaria.  

Esas cifras de activos patrimoniales y deudas se detallan en el primer informe del administrador concursal al Juzgado, fechado el 5 de julio de 2021, donde ya consideraba que «no existe ningún tipo de viabilidad en el corto plazo de la sociedad» y recomendaba, «cuanto antes», un proceso de liquidación «bajo un Plan eficiente que realice activos de forma ordenada, y con ello, satisfacer el máximo de sus créditos». 

Un inventario provisional de la totalidad de los activos realizables de Hermanos Santana Cazorla los valoró en 168.556.877 euros. De ellos, 2,12 millones de euros corresponden a los activos fijos de sus UTES de construcción y servicios públicos (vehículos y maquinaria de construcción o limpieza).

Otros 34,27 millones de euros fueron contabilizados como bienes inmuebles, divididos entre los 9,28 millones en activos fijos (terrenos en Tenerife o locales y garajes en San Bartolomé de Tirajana y Mogán) y los 34,2 millones en existencias (hoteles en Taurito y suelos y viviendas en Mogán, San Bartolomé o Las Palmas de Gran Canaria. También como activos de reconocen 46,72 millones en el apartado de clientes, fianzas, tesorería y otros derechos. 

La cantidad más alta, 80,29 millones de euros, corresponde a las inversiones financieras de las empresas del grupo, entre las que se citan a Mar Abierto, Vemotor, Club Deportivo La Cornisa, Aldiana Fuerteventura, Novasport, Esece Canarias Medioambiental y Petrecan. Por último, se contabilizan 5,14 millones por las inversiones financieras de las UTE entre sociedades del propio grupo o con empresas externas. 

Acreedores

El informe del administrador concursal recogía en ese momento una lista de «acreedores reconocidos» cercana a las 330 entidades o particulares. En primer lugar se citan 11 administraciones públicas: la Tesorería General de la Seguridad Social (2.929.726 euros), la Agencia Tributaria del Estado (16.840 euros), la Agencia Tributaria Canaria (419.437 euros), la Gestión Tributaria del Cabildo (16.223 euros), y los ayuntamientos de Mogán (168.000), Las Palmas de Gran Canaria (70.639 euros), San Bartolomé (164.000), Telde, Madrid, Santa Lucía y Gáldar. 

Los bienes inmuebles de la sociedad se valoran en 34 millones de euros

De estas instituciones públicas, en el auto del Juzgado que abre la fase de liquidación de la empresa, del pasado 31 de mayo, siguen figurando como acreedores las agencias tributaria estatal y canaria y el Ayuntamiento capitalino. 

En el apartado de acreedores de sociedades financieras, el informe del administrador concursal incluía 15 bancos o entidades de crédito, de las que se mantienen en el concurso Banco de Sabadell, Caixabank, Isla Marina, Asefa Seguros y Voyager UK.

Entre los acreedores de Hermanos Santana Cazorla también aparecen en el informe ocho sociedades vinculadas al propio conglomerado empresarial de la familia, por un montante de 27,3 millones de euros. Se trata de Aguas de Tirajana, Aldiana Fuerteventura, Club La Cornisa, Esece, Grupo Santana Cazorla SL, Mar Abierto, Petrecan y Vemotor

En otro grupo de acreedores, denominado laborales, se contabilizan seis trabajadores de la propia empresa y 38 de las UTE o vinculadas. En unos 40 casos esas deudas se estaban litigando en los tribunales.  

El listado más numeroso de acreedores, 253, era el de apartado de comerciales, que incluía a todo tipo de empresas, comunidades de propietarios, consultorías o despachos de abogados y procuradores. En el actual listado del Juzgado aún figuran la Mancomunidad de Residencial Pino II, Residencias Canarias y tres particulares.  

Privilegiados

A la hora de ejecutar los pagos de los 205,7 millones de la deuda, el informe del administrador concursal establece cuatro categorías de acreedores: los privilegiados especiales (administraciones públicas), que suman 17,72 millones; los privilegiados generales, con 13,79 millones; los créditos ordinarios, con 101,57 millones; y los créditos subordinados, este último dividido entre los intereses (42 millones), los recargos y sanciones (266.000 euros), y otros 29,35 millones por las cuantías derivadas de uno de los artículos de la Ley Concursal, el que establece que «si los créditos objeto de la comunicación extemporánea fueran reconocidos, se clasificarán como créditos subordinados» y que «cuando el acreedor justifique no haber tenido noticia de la existencia de los mismos antes de la conclusión del plazo de impugnación, estos créditos serán clasificados según la naturaleza que les corresponda».

Al analizar las causas que llevaron a la sociedad Hermanos Santana Cazorla al declive, el informe señala que «la situación de insolvencia de la concursada tiene su origen en un endémico sobreendeudamiento altamente vencido, con gran confusión patrimonial de todo el grupo, adoleciendo este último, de los mismos males». Al respecto, añade que «la mercantil arrastra una infinidad de litigios y ejecuciones millonarias en contra de su patrimonio.

«La presente Administración Concursal considera que no existe ningún tipo de viabilidad en el corto plazo de la sociedad, la mercantil no genera tesorería más allá del fruto de algunas concesiones administrativas, todas ellas en peligro o en venta, lo que a todas luces es insuficiente para atender, ni siquiera, sus gastos corrientes». A su juicio, toda posibilidad de alguna ganancia significativa depende de procesos por finalizar, cargados de riesgos y litigios, y pasan por la venta de activos y derechos.

«Existe una proporción muy destacada de deudas cruzadas con filiales y empresas del grupo de la matriz, generando confusión patrimonial y muestra un problema endémico de todo el conglomerado», concluye.

Un tractor y hormigoneras

El informe del administrador concursal recuerda que la mercantil Hermanos Santana Cazorla fue constituida el 16 de febrero de 1979 con un capital social 3,5 millones de pesetas, equivalentes ahora a poco mas de 21.000 euros, dividido en 350 participaciones iguales entre Santiago y Manuel Santana Cazorla. La aportación de Santiago para crear la empresa era la mitad indivisa del tractor marca Caterpillar y la hormigonera marca Diter, y la totalidad de la pala retro-excavadora de la marca Massey Ferguson. La aportación de Manuel fue la otra mitad del tractor y la hormigonera Diter, la totalidad de la hormigonera de tambor basculante marca Torgar, la perforadora Stenwick y el compresor Atlas Copco. Ambos acordaron designarse administradores indistintos.

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