Arucas

Arucas se une de norte a sur a las rutas de más de 50 kilómetros para los senderistas

La senda conectará Los Charcones de Bañaderos con Los Altabacales, para enlazar con las vías de largo recorrido que cruzan de punta a punta Gran Canaria

Un senderista cruzando un barranco.

Un senderista cruzando un barranco. / LP / DLP

Javier Bolaños

Javier Bolaños

Arucas se echa a caminar de la costa al monte. El Ayuntamiento se unirá a una de las rutas de gran recorrido senderismo de más de 50 kilómetros que cruzarán de norte a sur Gran Canaria, habilitando para ello una senda para caminantes que conducirá desde la costa de Los Charcones de Bañaderos hasta Los Altabacales, atravesando en esos diez kilómetros lugares de gran interés medioambiental, donde abundan especies animales y vegetales protegidas, así como rincones con atractivos arquitectónicos y paisajístico. La propuesta combina la promoción turística y económica, con fomentar la actividad física y la recuperación medioambiental.

La iniciativa consiste en la creación de una nueva ruta Norte-Sur en la isla, que responde «a la necesidad de ampliar la oferta de senderos, promover la conservación de la biodiversidad, educar sobre el entorno natural, facilitar actividades al aire libre y generar ingresos económicos locales, además de las sinergias que se puedan generar entre municipios».

La nueva vía ofrece la oportunidad de mejorar la oferta actual, al generarse un nuevo sendero de gran recorrido (mayor de 50 kilómetros), mediante la unión de senderos de pequeño recorrido (menor 10 kilómetros) y otros locales (de entre 10 y 50 kilómetros).

El concejal de Deportes de Arucas, José María González, destaca que ninguno de los grandes senderos que atraviesa la Isla pasa por Arucas, quedando el municipio fuera de las redes de aficionados a esta actividad, que está en constante crecimiento. De momento la localidad solo cuenta con pequeñas rutas locales, que ahora se irán dirigiendo para proyectar una vía que cruce la localidad también de norte a sur, y que sirva como una nueva alternativa para entrelazar con las grandes rutas de la Isla.

«No estamos»

«Queremos entrar en la red de senderos insulares, en la que ahora no estamos», según el concejal, que recalca que el Cabildo y la Federación Canaria de Montañismo (Fecamon) han impulsado la creación de tres senderos de gran recorrido (GR) homologados. El denominado GR 131, el más avanzado, unirá Agaete con la playa del Burrero a través de 66 kilómetros, pasando por Tamadaba, Pico de Las Nieves y Guayadeque. El GR 138, con 80 kilómetros, resaltará el Patrimonio Mundial de la Unesco, pasando por Tamadaba y Tejeda. Y el GR 139, con 102 kilómetros, cruzará la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria.

La actuación requiere una inversión de 516.340,78 euros, que están presupuestados por Turismo de Gran Canaria, aunque todavía están pendientes de que salga a concurso su ejecución este año.

Lo más complicado de la actuación, según González, será salvar los desniveles, ya que el grueso del trabajo se centra en el desbroce y limpieza.

El sendero permitirá a los usuarios realizar recorridos en varias etapas, desde el paseo marítimo de los Charcones de Bañaderos hasta cualquier dirección de la isla, pasando por varios puntos de interés local, como son las presas de Pinto (las más antiguas de Canarias), los charcones de bañaderos, el barranco de Arucas y su vinculación al agua, y el parque rural de Doramas, ofreciendo una atractiva alternativa turística, que se diferencia de las tradicionales opciones de sol y playa.

La ruta hasta los Altabacales supone superar un desnivel de 540 metros desde la costa de Arucas, después de pasar por las etapas de Pinto (5,9 kilómetros) de La Goleta, y el mirador de la presa Vasco López (2,1 kilómetros) de La Caldera, para rematar los últimos dos kilómetros hasta el tramo final.

Recorrido del nuevo sendero de Arucas.

Recorrido del nuevo sendero de Arucas. / LP / DLP

Entre los grandes objetivos que persigue el municipio se encuentra acondicionar el sendero existente e implementación de otros nuevos para facilitar su acceso y su uso seguro; fomentar la práctica de actividad física; potenciar el turismo activo, atrayendo visitantes interesados en disfrutar de la naturaleza y el paisaje de la isla a través de rutas de senderismo; y diversificar la oferta turística del norte de la isla, ofreciendo una experiencia única y enriquecedora para los turistas, lo que contribuye al desarrollo de los negocios.

De las siete sendas existentes más destacadas que tiene Arucas se encuentra la llamada Ruta Lomo Riquiánez, de ocho kilómetros y una dificultad media, que dura unas cuatro horas. A ese se suman Lomo Jurgón, de seis Kilómetros, siendo la dificultad baja y con una duración media de unas 3.30 horas. Presas del Pinto, de 5 Kilómetros, dificultad baja y 3.30 horas. La Punta, con seis kilómetros, dificultad baja-media y un tiempo estimado de caminata de 4.30 horas. La costa, de 5,5 Kilómetros, dificultad baja y tiempo estimado de tres horas. Barranco de Tenoya, con una distancia de ocho kilómetros, dificultad baja y tiempo estimado de 4.30 horas. Y Barranco Los Palmitos, de siete kilómetros, dificultad baja y que dura 3.30 horas.

De Azuaje a Pino Santo, de lagartos a mirlos

La red de senderos se adentra en entornos como Azuaje, junto a la Charca de la Vaca, una pequeña laguna rodeada de vegetación, donde los visitantes pueden refrescarse; el paisaje Protegido de Pino Santo; el Parque Rural de Doramas; la zona Especial de Protección para Aves (ZEPA) Norte de Gran Canaria, que es una área protegida designada por la Unión Europea por su relevancia para la conservación de aves silvestres y sus hábitats; y observar especies protegidas como el lagarto gigante, la paloma rabiche, el guirre y el mirlo acuático, junto a flora endémica. Para habilitar las pistas se prevé entre otras actuaciones la limpieza de cauces y desbroces de vegetación; la construcción y reparación de muros, colocación de barandillas, escaleras, rampas y pasamanos; drenaje y control de aguas; colocación de pasarelas y puentes; tratamiento de suelos para evitar la erosión; señalización y paneles informativos; contenedores de basura para no «dejar ningún rastro»; tratamiento antideslizante, nuevo mobiliario (bancos, áreas de descanso y miradores; y. control de Plagas.|

2,4 millones de turistas realizaron pateos durante su estancia en el Archipiélago

El proyecto constata que el senderismo «como actividad ecoturística en Canarias representa una oportunidad única para promover el turismo sostenible y responsable en la región». En este sentido, supone un espaldarazo para la economía circular y local, abarcando alojamientos turísticos, restauración, zonas de interés, miradores, actividades complementarias turísticas y actividades deportivas. Además, una estrategia de promoción puede maximizar el impacto de esta propuesta.

El Gobierno de Canarias estima que 2,4 millones de visitantes realizaron esta actividad en las islas, convirtiéndola en la sexta en importancia para Canarias, con un peso del 18,5%.

El turista que practica senderismo procede sobre todo de la península (17,5%) y de Alemania (17%). Y se caracteriza por su gran autonomía, pues el 43,3% sólo contrata alojamiento y el 56% alquila un vehículo para moverse con mayor libertad. Además de recorrer la isla por su cuenta, el 42% degusta la gastronomía canaria. El 54,1% de estos turistas dan relevancia sobre todo a los paisajes que les ofrece Canarias y a la red de senderos con la que cuenta (26,8%) y hasta un 63,2% son repetidores.

El viajero que escoge el turismo de naturaleza se corresponde con un «perfil descubridor», ya que está interesado en conocer lo auténtico del destino, aquello que suele excluirse de las rutas más transitadas, como sitios arqueológicos, pequeñas localidades escasamente visitadas o rutas en zonas naturales, entre otras.

«Este turista muestra una especial sensibilidad hacia los productos naturales y la identidad y la cultura de los lugares que visita, por lo que fomentar su llegada permite extender los beneficios económicos del turismo a otros sectores productivos», según el estudio.

El perfil de edad es amplio, desde jóvenes aventureros hasta adultos mayores activos. En general, tiene entre 25 y 55 años, aunque hay mayores que buscan un contacto más relajado con la naturaleza.

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