El vertedero ilegal de la Degollada de las Yeguas llega a su fin tras 47 años

La Agencia de Protección del Medio Natural retirará 2.559 toneladas de residuos acumulados desde 1977.

Restos de residuos de la construcción y vidros acumulados en una parte del vertedero ilegal de Degollada de las Yeguas.

Restos de residuos de la construcción y vidros acumulados en una parte del vertedero ilegal de Degollada de las Yeguas. / LP/DLP

El cierre del vertedero ilegal ubicado en la Degollada de Las Yeguas, cerca de Arteara y Fataga, en el municipio de San Bartolomé de Tirajana, supondrá la retirada del terreno de hasta 2.559 toneladas de residuos. La Agencia Canaria de Protección del Medio Natural, organismo dependiente de la consejería de Política Territorial, Cohesión Territorial y Aguas del Gobierno de Canarias, sellará esta escombrera con el objetivo de llevar a cabo la restauración paisajística de hasta 77.381 metros cuadrados de suelo, favorecer la regeneración natural de vegetación y la recuperación de los ecosistemas.

Con esta actuación, la agencia da cumplimiento a un expediente de infracción abierto por la Unión Europea en 2018 por incumplir la Directiva 2008/98/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 19 de noviembre de 2008, sobre la gestión de residuos y que obliga a sellar hasta 47 vetederos ilegales existentes en el Archipiélago. Más de la mitad ya han sido restaurados, el último de ellos el de Las Carboneras, en Santa Lucía de Tirajana, el pasado mes de marzo.

Restos de residuos de la construcción, neumáticos y vidros acumulados en una parte del vertedero ilegal de Degollada de las Yeguas.

Restos de residuos de la construcción, neumáticos y vidros acumulados en una parte del vertedero ilegal de Degollada de las Yeguas. / LP/DLP

La primera aparición de vertidos ilegales en la Degollada de Las Yeguas data de 1977, hace ya 47 años, y desde entonces la cantidad de residuos no ha parado de aumentar, tal y como atestiguan las fotografías aéreas de la Infraestructura de Datos Espaciales (IDE)de Canarias. Los residuos existentes son inertes y proceden en su mayoría de la construcción y demolición, aunque destaca la enorme cantidad de vidrios, notable incluso desde las imágenes aéreas. También se acumulan electrodomésticos, plásticos, maderas, neumáticos y restos de podas depositados allí por particulares de forma incontrolada y que suponen no solo un perjuicio para el entorno ambiental, sino también un importante impacto visual.

Tipos de residuos

En total, según los cálculos de la agencia, se retirarán 630 toneladas de madera, 337,50 toneladas de plásticos, 345 de mezclas bituminosas, 975 toneladas de metales mezclados, 250 de podas y 32,40 de neumáticos que serán transportadas y gestionadas en las instalaciones adecuadas. Y esto es solo una ínfima parte de los residuos que se encuentran en la zona porque, estima la agencia, que el volumen que será gestionado supone el 10% de todo lo excavado, pues el resto del material extraído está compuesto por escombros, hormigón, ladrillos, material cerámico, tierras, piedras y vidrio cuyo volumen es difícil de cuantificar y que será machacado para utilizarlo como capa de sellado del vertedero.

Existe acumulación de escombros, vidrio, madera, cerámica y hasta electrodomésticos

 La intervención contempla la limpieza superficial del terreno y los rellenos necesarios para adaptar la morfología del suelo. Concluidos los trabajos, la actuación incluye la revegetación de las zonas hasta ahora afectadas por los vertidos con una plantación de especies autóctonas así como la colocación de cartelería que advierta a los infractores de que este vertedero ilegal ha sido clausurado.

La zona presenta una baja riqueza y rareza de especies ya que el entorno está muy alterado al estar la superficie ocupada por especies exóticas invasoras como la Nicotiana glauca aunque, advierte la agencia, habrá que vigilar la ubicación de ejemplares de Limonium preauxii (siempreviva lunaria) aunque es complicado que pueda darse en estas áreas. En otros puntos está la especie Petronia petronia, por lo que la restauración del espacio facilitará la expansión de ambas especies.

La Agencia Canaria de Protección del Medio Natural ha sacado a concurso los trabajos para clausurar este vertedero por un importe de 1.785.927 euros.