Entrevista | Carlos Álamo Consejero de Turismo del Cabildo de Gran Canaria

Carlos Álamo: «Ha llegado el momento de crear una tasa turística e igual para todas las islas»

Carlos Álamo, durante la entrevista en la sede del organismo público Turismo de Gran Canaria.

Carlos Álamo, durante la entrevista en la sede del organismo público Turismo de Gran Canaria. / Juan Castro

La recuperación del mercado turístico tras la pandemia y los récord de facturación del último año permiten establecer una tasa turística, igual para todo el Archipiélago canario, que ayude a compensar los efectos de la masificación sobre el territorio y el medio ambiente. En esta entrevista, el consejero Carlos Álamo ya no considera que esa ecotasa perjudique al sector turístico porque Canarias está volviendo a una etapa de vacas gordas. 

El verano pasado, al iniciarse el mandato en el Cabildo, afirmó usted que la prioridad del gobierno insular eran aumentar el gasto que dejan los turistas sin entrar en una carrera con Tenerife por ver quién tiene más visitantes. ¿Qué ha ocurrido en el sector en este último año?

Me gusta que haya quedado escrito lo que ya decíamos desde el principio del mandato, porque desde entonces ya entendíamos que para que esta industria fuera sostenible en el tiempo no podíamos estar catalogando los distintos años de éxito o de fracaso solamente por el número de turistas que llegaban a la isla. Y que lo más importante es sacar el máximo rendimiento desde el punto de vista del dinero que dejan en Gran Canaria y el tiempo de estancia, así como buscar fórmulas para que esa riqueza que genera esta industria llegue a más personas. Creo que ese debe ser el objetivo de todas las políticas públicas, es decir, mejorar la calidad de vida de nuestros vecinos y residentes. Por eso está dando buenos resultados la apuesta que se hizo a través del Plan Estratégico 2021-2025, donde se pusieron claros los objetivos de Turismo de Gran Canaria [antiguo Patronato], como buscar una diversificación de mercado, que el turista cuando llega a Gran Canaria se mueva mas, que encuentre motivaciones para gastar más dinero. En definitiva, buscar que esta principal industria generadora de riqueza sea más sostenible.

¿En qué se refleja eso?

Ahí tenemos los últimos números, no solo de como terminó el año 2023, sino del primer trimestre de este año, que hablan de un 19,2% más de facturación respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. Y un dato muy importante, el que señala que el turista se queda en Gran Canaria una media de casi 13 días, cuando en el resto de Canarias apenas llega a los 10 días. Ese es un dato que inclina la balanza y habla de que Gran Canaria es la isla que más rendimiento le saca al turista. 

La patronal hotelera nunca ha estado de acuerdo con esa idea de frenar el número de turistas y el propio Plan Insular de Ordenación (PIO) aprobado por el pacto NC-PSOE contempla la creación de nuevas camas en el futuro. ¿Cuántos turistas caben en Gran Canaria sin afectar a la población residente o al medio ambiente?

Es una pregunta complicada de responder sin equivocarnos. El planeamiento de Gran Canaria está decidido en el PIO, pero es un diseño, digámoslo así, a brocha gruesa de cómo van a ser los desarrollos de los distintos territorios. Luego serán los ayuntamientos los que definan al detalle esa planificación. Lo que sí es verdad es que Gran Canaria no apuesta por un volumen muy grande de nuevas camas. El desarrollo de los últimos años, donde se ha valorado más la renovación que ocupar nuevo territorio, está dando éxitos. A pesar de que parte del empresariado siempre ha apostado más por aumentar el número de turistas, la realidad es que hoy por hoy, y después de la famosa manifestación del 20 de abril, se ha empezado a poner especial acento a las políticas que Turismo de Gran Canaria ha puesto en marcha, como mínimo, desde que yo estoy al frente de este organismo del Cabildo. Y hoy son muchas las voces que dicen que el modelo de Gran Canaria es el que más le interesa al Archipiélago. Repito que este es un territorio frágil, un destino turístico que tiene una parte muy importante de su valor precisamente en ese territorio, por lo que hay que buscar fórmulas para protegerlo por si no el destino tiene los años contados. Así que, ¿dónde está el término medio? Eso es lo que tenemos que buscar entre todos. Creo que tanto la parte pública como la privada reconoce que el modelo de Gran Canaria es el que mejor funciona, porque está basado en atender el crecimiento poblacional de las islas, en proteger este territorio delicado y en que el turista no solamente venga a disfrutar de sus vacaciones, sino que su estancia aquí sirva para proteger y potenciar nuestro territorio, costumbres, productos Kilómetro Cero y que, además, sirva para diversificar nuestra economía. No todo puede ser turismo, debe haber sinergias para que agricultores, marineros o artesanos se beneficien de esta industria. 

También decía hace un año que es necesario abrir el debate sobre el turismo de masas, pero que aún no veía conveniente crear una tasa turística al estar aún cercana la crisis de la pandemia. Una buena parte de la población canaria salió a la calle el pasado 20 de abril para reclamar que se pongan límites. ¿Ha llegado ya el momento de establecer esa ecotasa?

Yo creo que sí, porque estamos en un momento de récord histórico en facturación. En el caso de Gran Canaria no de llegada de turistas, pues no ha llegado a los números de 2016 y 2017, pero sí marcamos máximos en facturación. En un momento de vacas gordas debemos buscar herramientas, en este caso una tasa, que sirva para pagar esas políticas de protección de nuestro territorio frágil. 

¿El Cabildo ya ha cuantificado esa tasa turística, a qué se destinaría y cuál sería la forma de recaudación?

Lo que sí está clarísimo, y en eso coincidimos todos los que estamos a favor de esa ecotasa, es que debe tener un objetivo muy claro: que la recaudación sea finalista. Creemos que debe ser una tasa a nivel regional y no abrirse a que cada isla o cada municipio instaure su propia tasa. Eso no quita que haya zonas de especial interés a proteger, ya sea por su fragilidad o porque el turista y el residente tengan mucho peso. En el caso de Gran Canaria podría ser el Roque Nublo, poner una tasa que ayude a compensar los gastos extra. Ahora, lo que está haciendo el Cabildo es un estudio de impacto sobre la zona para saber cuántas personas al día pueden estar en ese espacio. Lo que sea asumible para luego elaborar una ordenanza que ayude a proteger y sufragar los gastos de un cuidado más exhaustivo y ambicioso de esa parte de la isla.

«En el puerto de Santa Águeda se va a otro largo litigio judicial y pierden los vecinos de la zona»

En las Islas Baleares ya consideran un grave problema la falta de vivienda para los propios trabajadores del sector turístico, con muchos de ellos viviendo en caravanas o hacinados en pisos compartidos. ¿Se corre el riesgo de acabar igual?

Sin duda, la vivienda es un bien escaso en Canarias y el reto poblacional ha agravado esta situación, más allá de que el Gobierno de Canarias y los ayuntamientos llevan muchísimos años sin hacer viviendas públicas. Es uno de los objetivos que tenemos en este mandato, del que llevamos apenas un año. La parte pública y la privada deben atender a esa demanda de los canarios, quizás la más clara de todas, que es la necesidad de encontrar ofertas de una vivienda digna. Una industria que genera tanta riqueza no debe tapar las necesidades que tiene nuestra población porque se producen distorsiones y se puede malentender que los turistas son los culpables de que no se pueda encontrar una vivienda digna. 

La vivienda vacacional ha distorsionado la convivencia en las ciudades turísticas y parece que ya se llega tarde a poner orden. ¿Qué posición tiene el Cabildo ante la normativa que prepara el Gobierno de Canarias para intentar regularla?

Yo creo que en un destino como Canarias es buena una oferta de vivienda vacacional ordenada y con estándares de calidad, porque es una modalidad que el turista pide. Sobre todo un turista del perfil de Gran Canaria, que de media se queda alrededor de 13 días en la isla. Pero también es verdad, sobre todo por la falta de capacidad de los ayuntamientos para diseñar sus municipios y ciudades, que un modelo que podría servir para repartir mejor la riqueza que genera el turismo se haya convertido en un fenómeno poco controlado y que se lo pone más difícil a quien busca una vivienda para vivir. Pero de la misma manera que la realidad de las ocho islas no es la misma, también hay diferencias dentro de la propia isla e incluso del municipio, no es lo mismo buscar una casa en La Isleta que en la Playa de Canteras, en Playa del Inglés que en Tunte. Nos parece bien que el Gobierno de Canarias se haya puesto a trabajar en un anteproyecto de ley que sirva para ordenar esa situación y Turismo de Gran Canaria ha presentado más de 200 alegaciones, buscando que ese obligado ordenamiento se ajuste a las necesidades que tiene Gran Canaria, pues no puede ser que por situaciones diferentes se apruebe una ley general que no atienda a las particularidades de cada isla. 

¿Habrá un frente común entre el Cabildo y los ayuntamientos de San Bartolomé y Mogán para que esa ley recoja las propuestas de Gran Canaria?

No lo sé. Abogamos por un modelo que se ajuste a la realidad de Gran Canaria. Son importantes las aportaciones que puedan hacer los ayuntamientos, que tienen mucho que decir en lo relacionado con el urbanismo y conocen mejor su territorio. El Gobierno debe tenerlas en cuenta.  

En el reciente Debate del estado de la Isla le recriminaron que el informe sobre el deterioro de los centros comerciales del Sur se haya metido en un cajón. ¿Por qué no hay signos del inicio de la rehabilitación de esos espacios turísticos?

Precisamente fue Turismo de Gran Canaria el que puso sobre la mesa un informe que pretendía sacar una foto fija de la situación actual de esos centros comerciales. Estamos hablando de infraestructuras e instalaciones privadas, aunque es verdad que a pesar de ser privadas están afectado a un destino turístico maduro y que busca que el visitante encuentre motivaciones para gastar más dinero. Evidentemente, esos centros comerciales obsoletos no ayudan en ese objetivo. Nosotros pusimos esa idea sobre la mesa y nos sentamos con el Ayuntamiento de San Bartolomé y el Gobierno de Canarias. Estamos pendientes de que ambos, que son los que tienen competencias en materias urbanísticas, pongan las herramientas para buscar una solución a medio plazo a esa problemática, que no olvidemos que se da sobre todo en el corazón de la ciudad turística de Gran Canaria , que es Playa del Inglés.  

El consejero de Turismo en un balcón hacia la calle Triana.

El consejero de Turismo en un balcón hacia la calle Triana. / Juan Castro

Personalmente apostó por el uso mixto del muelle de Santa Águeda para que se mantenga allí la cementera, pero en Gobierno de Canarias ha optado por el uso turístico-deportivo. ¿Tenemos a la vista otra batalla jurídica que retrasará la ordenación de ese litoral?

Seguramente. Y me entristece esa situación porque conozco proyectos tanto por parte de la cementera como por parte de los promotores turísticos que seguramente harían que esa zona se desarrollara muchísimo más. Yo siempre apelé a un entendimiento entre las partes porque creo que cabe el uso mixto en aquel espacio, atendiendo por un lado a los intereses empresariales de las dos partes, que son legítimos ambos, pero también a lo que pedían los vecinos de aquella zona. Al final, parece que eso no es posible y, por desgracia, parece que los que pierden son los vecinos y el desarrollo de aquella zona. Se irá lamentablemente a los juzgados y ya se verá qué pasa, seguramente serán muchos años de litigios.  

«Hay que ordenar la vivienda vacacional para que no se malentienda que el turista es el culpable de que no haya casas dignas»

La patronal rechaza la ordenanza iniciada por el Ayuntamiento de San Bartolomé para regular el uso residencial de los apartamentos. ¿Otro conflicto judicial a la vista?

Estamos en el inicio de una ordenanza provisional y novedosa de ámbito urbanístico. El Cabildo ahí no tiene competencias, pero como consejero de Turismo apelo a la protección de esta industria porque es la que más riqueza y oportunidades de empleo genera. Hay mucha legislación, a veces confusa, que se hizo para una realidad que no es la actual. Hay complejos de apartamentos que llevan muchos años fuera de explotación y tienen muy complicado volver porque hay residentes canarios y extranjeros. Me temo que esto acabe también en los tribunales porque hay intereses contrapuestos. Yo soy consejero de Turismo y tengo clarísimos los objetivos para que Gran Canaria sea un destino de máxima calidad, pero no soy un representante de los empresarios turísticos, sino de mis vecinos, y entre mis objetivos prioritarios está trabajar por mejorar la calidad de vida de esos vecinos y de todos los grancanarios.  

En el proyecto del Siam Park tampoco se han visto avances en el último año. ¿Qué ocurre?

Como se sabe, se ha judicializado y cayó el Plan de Modernización con el que se intentaba dar una herramienta urbanística para desarrollar ese espacio, que a mi me sigue pareciendo emblemático y estratégico para el destino turístico. Hemos escuchado en las últimas semanas que el Gobierno de Canarias avanza en el nuevo PMM, pero también que las autoridades de San Bartolomé calculan que ese proyecto no podrá vez la luz en este mandato. Sigo creyendo que es un proyecto que no solo va a generar puestos de trabajo para los canarios, sino que ayudará a incrementar el gasto y el tiempo de estancia de los turistas. 

¿Percibe que ya han desaparecido las diferencias entre los promotores del Siam Park y el Ayuntamiento o se mantienen?

No lo sé. La realidad es que cuando coincido con los promotores en distintas ferias, lo que sí veo es ganas de seguir apostando por el proyecto. Espero que el nuevo grupo de gobierno de San Bartolomé resuelva sus dudas lo antes posible y que el Gobierno de Canarias, que tiene el mismo color político que el del Ayuntamiento, agilice todos los trámites en el menor tiempo posible.  

Las redes sociales juegan ahora un papel determinante en la promoción turística, pero también pueden dañar a un destino si se hace un uso sensacionalista de determinados hechos. ¿Preocupa el impacto de imágenes como la masificación en las Dunas de Maspalomas, la llegada de inmigrantes en cayucos o el avistamiento de tiburones en el litoral de Telde?

Este mundo globalizado tiene sus cosas positivas y otras no tantas. Como eso no se puede controlar, lo que hacemos desde Turismo de Gran Canaria es trabajar con profesionalidad y hacer campañas que de verdad sirvan para visibilizar la realidad de la Isla y las potencialidades del destino . Ojalá desaparezca ese tipo de desprestigio que se hace a través de pseudo medios de comunicación porque al final no ayudan a nadie, pero deben tener claro los grancanarios que el Cabildo es conocedor de todo ese tipo de imágenes e intenta dentro de sus capacidades de contrarrestarlas con verdaderas campañas de promoción. Gran Canaria es un destino consolidado en Europa, que se ha ganado el prestigio de que llegar aquí supone poder disfrutar con plenitud de las vacaciones, con seguridad ciudadana, por eso más del 60% de los turistas son repetidores. Y si vuelven un año tras otro es porque encuentran algo bueno en la Isla.

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