Entrevista | Jeannie van Rompaey Escritora, vecina de Maspalomas

Jeannie van Rompaey: «Por qué vivir en un país con el cielo gris si podemos vivir donde se vea el sol»

«A mi madre no le gustaba que yo leyese y escribiese, pero a mi me parecía muy importante», rememora la escritora

Jeannie van Rompaey durante la reciente presentación de su libro en Maspalomas.

Jeannie van Rompaey durante la reciente presentación de su libro en Maspalomas. / francisco romero

Jeannie van Rompaey nació en Londres y durante toda su vida ha estado vinculada a la escritura, porque desde niña ya relataba historias. Se formó como profesora de Literatura y Drama y durante años también escribió guiones teatrales y fue actriz. Desde 2001 vive con su marido en Gran Canaria, primero a Arinaga y luego a Maspalomas. Recientemente ha publicado su novena novela, titulada A cuatro horas de Londres. 

Hábleme de su infancia.

Nací en Londres hace más tiempo del que quiero admitir (ríe). Cuando era chiquitita, con cuatro años, mi padre falleció cuando combatía en Francia durante la Segunda Guerra Mundial y mi madre y yo nos fuimos a vivir a un pueblo de Inglaterra que se llama Weston, en Northamptonshire, porque allí estábamos más seguras. Fue una época en la que mucha gente se movió de la ciudad al campo por seguridad. Allí vivíamos en una casa donde mi madre tenía una tienda porque necesitaba trabajar para sacarme adelante, lo que hacía que siempre estuviera muy ocupada, así que cuando llegaba del colegio me ponía a leer y escribir; la asignatura de Literatura era mi favorita. Aún recuerdo cuando sonaba el timbre de la tienda y perdía la concentración de lo que estaba escribiendo. 

¿Qué escribía aquella niña?

(Ríe) No recuerdo muy bien, pero escribía personajes basados en personas de mi entorno que luego cambiaba un poco en mi imaginación, aunque inventaba historias más o menos realistas, nunca fantasía. A mi madre aquello no le gustaba mucho, me decía que era un pasatiempo que estaba muy bien, pero que no era importante, aunque para mi si lo era. Leer y escribir es muy importante hasta el punto de llegar a ser una obsesión: tengo que escribir cada día. 

Y eso hizo, hasta el punto de visitar a un famoso escritor.

Sí. Cuando tenía unos 10 años tuve el valor de enseñarle una de mis obras al escritor Sacheverell Sitwell, un miembro de una familia de escritores muy famosos en Inglaterra, quien también vivía en Weston. Y elogió mi obra; me felicitó por el uso del lenguaje así que eso me animó aún más a seguir escribiendo. 

¿En qué se inspira y cómo lo refleja en sus personajes?

Siempre me ha interesado lo que ocurre en el mundo, el futuro, la condición humana, el feminismo y los derechos de las personas, y eso intento trasladarlo a los personajes para que tengan parte de mi personalidad. Pero obviamente las personas tienen siempre opiniones diferentes y es necesario escribir personajes que tengan otra forma de pensar para poder crear un conflicto que me permita contar una historia. Eso sí, no me gusta escribir sobre un género literario concreto, aunque eso quizá es más fácil para vender libros; soy libre y me gusta crear uno propio con una mezcla de géneros para contar mis historias más o menos realistas, de ahí que me inspiración sea el entorno que me rodea. 

Y en A cuatro horas de Londres estaba rodeada por Gran Canaria. La publica en inglés. ¿La editará en español?

El libro aborda las amistades entre tres grupos de personas cuyas historias están interrelacionadas. Relato la relación que hay entre Queenie y Ellen, dos mujeres que son amigas desde hace 50 años pero se ocultan secretos; la historia de Gina, una artista desilusionada que mantiene una relación erótica con un travesti y drag queen; y el vínculo de Kate, una amante del placer y esposa de un administrador de tiempo compartido con intenciones de hacer dinero en el Sur, con Joanne, una mujer con pocos ingresos que lucha por establecerse en la isla. La obra es un relato de vidas entrelazadas entre los británicos de Las Palmas de Gran Canaria y los de Maspalomas, y en ella hay descripciones de distintas localizaciones de la isla donde tiene lugar la vida de los personajes, como Arinaga, Maspalomas o Playa de Mogán. Aunque el libro está editado en inglés, me gustaría que se editase en español para llegar a más canarios pero aunque esta es mi novena novela, estoy jubilada y no tengo mucho dinero para conseguirlo. 

Su pasión por la literatura la lleva más allá de las páginas...

Estudié para ser profesora en St Gabriel’s y estudié Oratoria y Drama en Rose Bruford, ambas universidades con sede en Londres. Además, tengo una licenciatura de la Open University, un diploma en inglés como lengua extranjera de la Bell School de Cambridge y un máster en Literatura Moderna de la Universidad de Leicester. Pero para mi también es muy importante el teatro: fui guionista, actriz y directora de obras de teatro en Inglaterra, e incluso jueza de obras teatrales. 

¿Por qué decidió dejar Inglaterra para vivir en Gran Canaria?

Es un poco extraño. Un día estábamos sentados cerca del mar en Inglaterra y empezamos a reflexionar sobre por qué vivir en un país con el cielo siempre gris si podemos vivir en uno donde se vea el sol. Vale que aquí hay calima y no todo es siempre maravilloso (ríe) pero para nosotros es perfecto. Vinimos unas vacaciones y luego decidimos venir porque tiene de todo: una gran ciudad, campo y mar, y vinimos a Maspalomas por el sol, aunque ahora está muy fuerte y busco la sombra. 

¿Cree que ambientar su obra en Gran Canaria puede ser un atractivo para los lectores británicos?

Sí, porque hay bastante gente que quiere viajar o vivir aquí. 

¿Venir a Gran Canaria le ha influenciado en su forma de escribir?

Sí, no sabría decirle exactamente en qué, pero sí cambia la manera de escribir porque allí donde voy mis ideas y opiniones van cambiando. 

¿Qué le parece la literatura que se hace en Canarias?

No tengo mucha idea, conozco algún poeta, pero no conozco novelistas canarios. Algo que me decepciona mucho es que no tengo muchos amigos canarios, sino ingleses, y por eso no leo literatura hecha aquí, aunque me encantaría. Ahora que lo dice, voy a ponerme a ello. 

¿Qué proyectos tiene por delante?

Escribir la segunda parte de esta obra. Hay mucha gente que ha comprado el libro y eso me anima mucho a continuar.

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