José Mazuelos, obispo de Canarias: "El aborto es un gran negocio"

«El aborto es un gran negocio», sostiene el obispo de Canarias José Mazuelos Pérez (Osuna, 1960), presidente de la Subcomisión Episcopal Familia y Defensa de la Vida desde 2020 en la Conferencia Episcopal Española, en un artículo que hoy publica en LA PROVINCIA. 

Mazuelos responde en estas páginas a la sentencia del Tribunal Constitucional del pasado 18 de junio sobre la reforma legal del aborto en la que se confirma que las mujeres con 16 y 17 años no necesitan el consentimiento de sus padres para abortar.

Mazuelos, recogiendo el sentir de los obispos españoles, se muestra preocupado y sorprendido. «Si una niña de 16 años puede tomar sola la decisión de abortar o no ¿es coherente que sin autorización paterna no pueda irse de viaje o comprar alcohol y tabaco?», se pregunta el prelado canariense.

El obispo asume «la responsabilidad política» que corresponde a la Iglesia católica en la sociedad para, a su juicio, defender «verdades morales sin las que el bien común no podría sobrevivir». Y en su defensa del valor de la vida el doctor sevillano escribe: «Debemos tener claro, como tristemente nos hizo ver Hitler, que algunos valores éticos fundamentales están por encima del consenso y no son fruto de la mayoría». Recalca en su escrito que «ninguna mayoría puede convertir lo malo en bueno, lo injusto en justo, ni tampoco poner mordaza quienes defienden los valores éticos fundamentales». Y añade: «No es posible presumir de demócrata y, al mismo tiempo, intentar acallar la voz de los que piden igualdad y justicia». Es desde ahí donde habla de los beneficios del aborto en «una industria que produce anualmente cientos de millones de euros. La mayor parte de ellos caen en los bolsillos de los propietarios de compañías biotecnológicas, productoras de medicamentos para realizar el aborto químico, y de clínicas que practican el aborto».

Doctor en Teología Moral y profesor de Bioética, ejerce de portavoz episcopal en defensa de la vida

La labor de Mazuelos, tanto en Canarias como en su responsabilidad en la Conferencia Episcopal, está muy centrada en dos medidas legislativas que tocan cuestiones bioéticas graves para la Iglesia: la despenalización del aborto, respaldada en toda Europa, y la posibilidad de pedir la muerte, la eutanasia. En ambos frentes el obispo de Canarias, licenciado en Medicina y doctor en Teología Moral, así como profesor de Bioética, se ha consagrado como un defensor de la vida que «ni la mayoría ni un tribunal» pueden decidir su destrucción. Miembro del Camino Neocatecumenal de Kiko Argüello, José Mazuelos desde su paso de Jerez a la sede canaria se ha distinguido por su implicación en temas sociales, en la pastoral de la salud y el testamento vital, por su compromiso con los migrantes, al que han dedicado cartas pastorales los obispos de las Islas, y en su apuesta decidida por Caritas. 

La voz de Mazuelos no solo se escucha en España sino también en Roma donde el papa Francisco ha tenido sensibilidad con su estilo y su tarea episcopal en unas islas sobradamente solidarias con el drama de la emigración que marca el pontificado del jesuita Bergoglio. No solo por primera vez en la historia de Canarias hay un obispo auxiliar, como Cristóbal Déniz, desde hace dos años, sino que también se está a la espera que el Santo Padre anuncie su próxima visita a Canarias. Después de las invitaciones formales de las autoridades del Archipiélago, como la del presidente Fernando Clavijo, Francisco ha sido invitado ya por la cúpula de la renovada Conferencia Episcopal Española.

«Acabar con la vida de los niños en el vientre de su madre está mal, aunque existan leyes injustas que lo admitan», sintetiza antes de extenderse en el apoyo a las mujeres de las que asegura que, cuando abortan siendo menores, sufren quiebra de autoestima en la edad adulta. Mazuelos levanta su voz más política para que poner fin a una vida humana no se convierta en una práctica habitual y sea materia de reflexión.