Los funcionarios de la prisión de Tahiche piden medidas de protección adecuadas para repeler los ataques de presos conflictivos

El pasado año se produjeron siete lesiones a trabajadores fruto de los ataques de los internos, según denuncia el sindicato ACAIP-UGT, aunque advierten que la cifra no refleja todos los incidentes

Prisión de Tahiche.

Prisión de Tahiche. / LP/DLP

El sindicato ACAIP-UGT denuncia coincidiendo con la celebración, el 28 de abril, del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, proclamado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) las agresiones que sufren los trabajadores penitenciarios en su trabajo. La campaña de este año tiene como lema Un entorno laboral seguro y saludable es un principio y un derecho fundamental en el trabajo. Sin embargo, "las prisiones españolas distan mucho de ser un espacio de trabajo de seguro para los empleados públicos", indican.

Según datos oficiales facilitados por ACAIP-UGT, "durante el año 2022 los trabajadores penitenciarios sufrieron 453 agresiones, lo que supone una cada 19 horas. De éstas, siete se produjeron en la prisión lanzaroteña. "Una cifra en realidad mucho más elevada ya que estos datos no reflejan todas las incidencias que se producen en una prisión, tan solo aquellas en las que el trabajador requiere asistencia médica".

Medios de protección actualizados

Es preciso que los medios de protección sean acordes a las funciones que los trabajadores penitenciarios realizan, reivindican, ya que "no se pueden seguir utilizando los mismos medios de hace veinte años. En la actualidad existen medios más ligeros, más efectivos que los que se suministran y a menor coste económico".

La administración debe velar por la seguridad de sus trabajadores, por lo que desde ACAIP-UGT insisten "en la necesidad de protocolos adecuados para prevenir las agresiones y derogar el actual que se ha mostrado ineficiente".

A su vez consideran que debe realizarse "una evaluación precisa de los riesgos psicosociales de los trabajadores". El entorno penitenciario es muy complejo por la diversidad de situaciones a las que se enfrenta un trabajador que, con escasos minutos de diferencia puede tener que hacer frente a un intento de suicidio de un interno, una agresión, un incendio o a solventar otras muchas tareas burocráticas y de atención al recluso.

Agente de la autoridad, pendiente

Por otro lado, critican que la modificación del artículo 80 de la Ley Organiza General Penitenciaria por la que los trabajadores penitenciarios pasarían a ser considerados agente de la autoridad, lleva parada en el Congreso desde hace más de una año. En ese sentido, desde ACAIP-UGT solicitan que el trámite parlamentario se agilice a fin de que esta medida pueda servir de freno a las agresiones sufridas por los empleados públicos penitenciarios.

Asimismo, entienden que es necesario facilitar a los trabajadores la formación necesaria para enfrentarse a estas situaciones violentas y el apoyo psicológico adecuado cuando se producen ataques verbales y físicos.

17 plazas vacantes en Lanzarote

Las mejoras en seguridad y salud laboral y la cobertura de plazas vacantes, 17 en Lanzarote, la mayoría en el área de vigilancia, "sigue siendo la gran asignatura pendiente de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y urge una negociación efectiva y real con los agentes sociales para buscar las soluciones adecuadas que acaben con esta lacra de agresiones en los centros penitenciarios", reclaman.