Agredir a un guardia civil sale barato: las "irrisorias" penas por pegar y morder a varios agentes en Lanzarote

La Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) considera insuficientes las condenas por las agresiones contra una patrulla en el Aeropuerto César Manrique-Lanzarote y dos efectivos en un hotel de Costa Teguise

Agresión a guardias civiles en el Aeropuerto César Manrique- Lanzarote

AUGC

La Provincia

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Las recientes agresiones a varios agentes de la Guardia Civil en Lanzarote, ocurridas el pasado fin de semana, han dado lugar a sentencias con condenas que la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC) considera insuficientes.

En el incidente registrado en el Aeropuerto César Manrique-Lanzarote, una agresora fue condenada a pagar una multa de 20 días, con una cuota diaria de 6 euros, por tres delitos leves de lesiones, así como a indemnizaciones por daños físicos que no superan los 350 euros en total.

Dos turistas en estado de embriaguez se negaron a bajarse del avión tras la petición del comandante. Ante la llegada de una patrulla de la Guardia Civil, las dos mujeres no depusieron su actitud, especialmente una de ellas que agredió a los agentes mordiéndoles, arañándoles y propinándoles patadas.

Aeropuerto César Manrique-Lanzarote

D. L. P.

Caso de violencia de género

Previamente, en otro suceso, relacionado con un caso de violencia de género en un hotel de Costa Teguise, el implicado fue sentenciado por un delito de atentado contra un agente de la autoridad a cuatro meses de prisión, una pena que "probablemente no cumplirá", lamenta la AEGC. También recibió una multa de 20 días por un delito leve de lesiones y otros 20 días por un segundo delito de lesiones leves. Las indemnizaciones económicas que deberá pagar a los agentes no superarán los 1.000 euros en total.

Dos agentes que acudieron a un hotel de Costa Teguise tras la llamada de una mujer inglesa que estaba sufriendo violencia de género por parte de su pareja acabaron heridos en ese suceso. Al ver a su mujer con los agentes, el agresor comenzó a insultarla y a propinar puñetazos en la cara, cabeza y nariz a los guardias civiles, llegando a intentar meter los dedos en los ojos de uno de los agentes.

La AEGC se personó en ambos casos en el juzgado como acusación, procedimientos que han acabado con penas "irrisorias". Por su parte, la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) defendió a uno de los agentes agredidos.

Agresión a un guardia civil en Lanzarote

Agresión a un guardia civil por parte de una turista borracha en el aeropuerto César Manrique- Lanzarote / AUGC

Condenas laxas y consecuencias

La AEGC señala que estas penas tan leves están contribuyendo al aumento de agresiones contra los guardias civiles. Las sentencias actuales no representan un riesgo real para los agresores, especialmente en casos donde los implicados son extranjeros, quienes a menudo regresan a sus países de origen sin cumplir las condenas económicas.

Demandas de la AEGC

La AEGC ha manifestado su descontento con estas sentencias, argumentando que agredir a un guardia civil no conlleva penas suficientes para disuadir a los agresores. El colectivo demanda que "los miembros de la Guardia Civil sean considerados como autoridad y no simplemente como agentes de la autoridad". Según la AEGC, estas agresiones, si hubieran sido sufridas por médicos o profesores, habrían resultado en penas mucho más severas.

Mordisco a un guardia civil en Lanzarote en acto de servicio.

Mordisco a un guardia civil por parte de una turista borracha en el Aeropuerto César Manrique-Lanzarote / AUGC

La AEGC expresa su incomprensión ante la reticencia del Ministerio del Interior del Gobierno de España a modificar la consideración legal de los guardias civiles. La falta de respuesta a estas demandas es vista por la asociación como una muestra de la falta de voluntad política para abordar este problema creciente.

Insiste en que hay una solución clara a este problema, que pasa por reconocer la gravedad de las agresiones a guardias civiles y, en consecuencia, ajustar las penas. La asociación asegura que continuar ignorando este tema solo agravará la situación, aumentando tanto la frecuencia como la gravedad de las agresiones.