- ¿Por qué decidió presentarse a la presidencia del Colegio de Médicos de Las Palmas?

- Siempre he pensado que era importante contribuir a la vida colegial. Hay momentos en la vida de cualquier profesional que puede aportar algo más aparte del trabajo diario. Y sobre todo porque yo creo en un Colegio de Médicos muy participativo donde se escuche a todo el mundo. La medicina está formada por muchos profesionales de diferentes especialidades que trabajan en diferentes sectores, por lo que es importante que todos estén representados y que se les escuche a través de una voz común.

- ¿Ahora no existe participación dentro de la institución?

- No, no hay la suficiente participación. Un problema general de los colegios médicos es que los colegiados se sienten alejados de la institución. Y eso es debido a que no son colegios participativos. Es importante crear foros de debate para escucharnos y que sintamos el Colegio como algo importante en nuestra profesión.

- ¿Qué puede hacer el Colegio por un profesional?

- Muchas cosas. Lo más importante es velar por la profesión médica. Es algo consustancial a los profesionales. Además de la protección hacia el propio médico: su salud, sus condiciones de trabajo...

- ¿Cuál es el mayor conflicto que tiene hoy en día el colectivo médico en esta provincia?

- A los médicos nos preocupan varias cosas. Entre ellas, la necesidad de una formación continuada y un constante reciclaje. El Colegio debe de hacer una apuesta más firme y decidida por la formación y también por la investigación. Es difícil investigar en tiempos de crisis, pero el Colegio debe apostar más por eso. Otro tema importante es la organización de los baremos para las plazas de la administración pública, un tema sobre el que el Colegio debe aportar sus opiniones. También es importante el aspecto deontológico, es decir, velar por que la ciudadanía se encuentre bien atendida y velar por los legítimos intereses de los profesionales.