Las patinetas públicas reducirán su velocidad solas en zonas de convivencia peatonal

La Sítyneta, a diferencia del sistema de alquiler recién prohibido en París, obliga a recoger y devolver el vehículo en las estaciones que habrá por toda la ciudad

La Sítyneta reducirá su velocidad al entrar en zonas de convivencia peatonal.

La Sítyneta reducirá su velocidad al entrar en zonas de convivencia peatonal. / Juan Castro

La reciente prohibición de las patinetas de alquiler en París ha abierto el debate sobre el uso de estos vehículos. El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria está ultimando su propio servicio de este tipo, que llevará por nombre Sítyneta, y que a diferencia de los que operan en la mayoría de ciudades será de gestión pública y tendrá una serie de condicionantes. El concejal de Movilidad, José Eduardo Ramírez, defiende que este modelo permitirá al Consistorio poner sus propias normas y controlar directamente la flota. Así, por ejemplo, las patinetas reducirán su velocidad al entrar en zonas de convivencia peatonal, como es el caso de las ramblas de Mesa y López.

La capital francesa llegó al extremo de llevar a consulta ciudadana las patinetas de alquiler al generar un problema de convivencia ciudadana -casi el 90% de los que votaron dijeron no a estos vehículos de movilidad personal-. Las empresas que operan en ciudades como París o Madrid funcionan mediante el conocido como free floating. Este sistema permite dejar los vehículos en cualquier parte, por lo que provoca que haya patinetas aparcadas en mitad de una acera, de una plaza o copando el espacio de un aparcabicis.

Si un usuario deja el vehículo fuera de un anclaje se enfrenta a una posible sanción y retirada del abono

Las patinetas de Sítyneta, a diferencia de este modelo vigente en numerosas ciudades, deberán ser recogidas y devueltas de manera obligatoria en las distintas estaciones que habrá repartidas por toda la ciudad. Se trata de un sistema que funcionará igual que el actual servicio de Sítycleta, con el que compartirá operativa. En caso de que algún usuario deje el vehículo fuera de un anclaje se enfrentará a una posible sanción y a la retirada del abono anual -que será de 60 euros, 80 si se opta por el combinado con el servicio de bicicletas-.

"Precisamente, para evitar los problemas que habíamos detectado en ciudades españolas y europeas apostamos por el control y la gestión pública", matiza Ramírez, "no queríamos tener ese tipo de conflictos y de esta manera podemos poner las normas de uso y controlar si se cumplen o no". Desde la oposición, el PP ha reclamado en varias ocasiones que se permita a estas empresas operar en la ciudad; según el edil de Movilidad "no queríamos que pasara ningún conflicto porque creemos que este es un instrumento útil en la movilidad sostenible".

Precios más económicos

"En las otras ciudades, las empresas que operan son concesiones administrativas y su objetivo principal es ganar dinero", apunta Ramírez, "nosotros podremos fijar precios más económicos y, además, si la dejas fuera del anclaje te vamos a seguir cobrando"; en ese caso, el personal municipal se encargará de retirar el vehículo de la calle y devolverlo a una estación. Esta penalización también se aplicará si el usuario no devuelve el casco plegable que irá incluido en el vehículo -que será obligatorio en menores y en caso de ir por la calzada en calles que carezcan de carril bici-.

Quedará registrado si el conductor entra en zonas por las que no puede circular, como Las Canteras

Las patinetas, además, estarán controladas por geolocalización. Así, si detecta que el usuario entra en una zona semipeatonal como es el caso de Mesa y López la velocidad pasará de 25 kilómetros por hora a 10. También quedará registrado si hace un mal uso del vehículo; por ejemplo, si circula por el paseo de Las Canteras o la calle Mayor de Triana, los conductores se arriesgan igualmente a una penalización. "La idea es tomar muchas medidas de control y seguridad que de otra forma sería difícil hacerlo", puntualiza Ramírez.

Sítyneta comenzará a operar previsiblemente este verano de manera piloto con los primeros 87 vehículos y 13 estaciones. A saber: oficinas de Sagulpa en la Avenida Marítima; Hotel Santa Catalina; Ministerio de Defensa -Paseo de Chil-; Estadio de Gran Canaria; puente de La Ballena; Flick Canarias; Centro Municipal de La Mujer; parque de La Mayordomía; Lomo Los Frailes; Intercambiador de Guaguas de Tamaraceite; parque de Los Galgos; Los Tarahales; y el parque Juan Pablo II.

Los vehículos, que fueron presentados a finales de marzo, han sido suministrados por Tier Mobility. Esta multinacional es una de las empresas que hasta ahora han tenido concesión administrativa en París, pero en este caso se han limitado a vender las patinetas al Ayuntamiento de la capital grancanaria. El modelo escogido tendrá un peso de 34 kilos, carga máxima de 100 kilos, una autonomía mínima de 55 kilómetros y 165 minutos de uso. El abono incluirá viajes de hasta 20 minutos y a partir de ahí se cobrará un suplemento.

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En España, las compañías de alquiler que operan bajo concesión administrativa, y que han rechazado los vecinos de París en consulta popular, están presentes en la mayoría de ciudades, incluidas Madrid o, sin ir muy lejos, Santa Cruz de Tenerife. No obstante, los ayuntamientos de Valladolid o Valencia han rechazado de plano la llegada de empresas que permitan recoger o dejar patinetas en cualquier punto por entender que generan demasiados problemas de convivencia ciudadana. La capital grancanaria también ha seguido esta línea. El edil de Movilidad, José Eduardo Ramírez, quien reconoce que hay empresas que tantearon su implantación en la ciudad aunque no de manera oficial, señala que «hay varios ayuntamientos que están pendientes de lo que hagamos aquí para ver si replican el modelo de gestión pública». | A. V.

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