Un servicio básico del Puerto de Las Palmas acaba ante la Inspección de Trabajo

El sindicato de Trabajadores del Mar denuncia a los prácticos por discriminación y desigualdad

Miguel Martel, sindicato de Trabajadores del Mar | 30/04/2024 | Fotógrafo: José Carlos Guerra

Miguel Martel, sindicato de Trabajadores del Mar | 30/04/2024 | Fotógrafo: José Carlos Guerra / José Carlos Guerra

El sindicato de Trabajadores del Mar (Sitramar) ha denunciado ante la Inspección de Trabajo uno de los servicios esenciales que articulan el funcionamiento del puerto. Se trata de la Corporación de Prácticos, un colectivo imprescindible a la hora de garantizar la seguridad en la entrada y la salida de los buques. 

Los otros servicios esenciales son el amarre y el remolque. Ambas actividades marítimas, junto al practicaje, se desempeñan mediante el cumplimiento de los pliegos de condiciones técnicas, que previamente son aprobados por la Autoridad Portuaria de Las Palmas (APLP). De ahí la relevancia de la denuncia interpuesta por el sindicato, que acude a la autoridad laboral por el incumplimiento de esas condiciones y del convenio que regula el sector. 

Las decisiones adoptadas en los últimos meses por la Corporación de Prácticos del Puerto de Las Palmas han generado «desigualdad y discriminación» a los trabajadores, cuya plantilla está integrada por una veintena de patrones y de marineros que les auxilian en los servicios con las falúas, según denuncian desde Sitramar. 

Maniobras y seguridad

Los prácticos son esos profesionales que se suben al barco en plena navegación para asesorar al capitán en las maniobras de entrada y salida de puerto. En la provincia de Las Palmas son 12 y no tienen competencia, esto es, prestan el servicio de manera exclusiva en los puertos de La Luz, Salinetas y Arinaga.

Las nuevas condiciones del contrato firmado con la Autoridad Portuaria aumentan el número de falúas que deben estar de servicio las 24 horas. El La Luz, por ejemplo, se pasa de dos a tres, mientras que Salinetas y Arinaga también debe tener una falúa siempre disponible. El problema es que no se ha contratado a personal suficiente para cumplir con los dos turnos de 12 horas que establece el convenio. 

«Si antes había 20 trabajadores para tres falúas, ahora tendrá que haber 30 para cinco. No hay patrones ni marineros suficientes para atender los barcos que llegan al puerto», sostiene Miguel Martel Muñoz, que es asesor en Sitramar. 

Tercera falúa

Javier Déniz, delegado sindical y patrón veterano, con 32 años de actividad en la Corporación de Prácticos, explica que las nuevas condiciones del servicio tienen más de un año de vigencia, pero la empresa hace todo lo posible por no activar la tercera falúa a la que está obligada por la Autoridad Portuaria en el puerto de La Luz.

Miguel Martel y Javier Déniz, del sindicato de los Trabajadores del Mar.

Miguel Martel y Javier Déniz, del sindicato de los Trabajadores del Mar. / LP / DLP

Déniz aclara que se han contratado a seis tripulantes, pero faltan otros cuatro para llegar a los 30 y poder prestar el servicio con las garantías y las exigencias establecidas en el convenio. 

Los seis nuevos, aseguran, hacen menos horas, unas ocho. Así, durante el tiempo que no están operativas la Capitanía Marítima y la Autoridad Portuaria, la Corporación de Prácticos se ahorra la salida de esa tercera lancha. Esto ocurre entre las doce y las seis de la madrugada de lunes a viernes, así como los fines de semana de seis de la tarde a seis de la mañana.

Condiciones insalubres

Tanto Déniz como Martel aclaran que han comunicado la situación a las dos administraciones, pero ninguna ha tomado cartas en el asunto, sobre todo la APLP, que está «obligada a velar» por el cumplimiento de las condiciones del servicio.

El sindicato también reclama a Inspección de Trabajo que actúe contra la empresa por las malas condiciones de higiene en el trabajo. Denuncian que la zona de descanso está en dos contenedores dentro de una nave en la que también se aparcan coches y se guarda material de trabajo, con baños y una zona para comer en mal estado, unas instalaciones que «carecen de las más mínimas condiciones de higiene y salubridad», recogen en su denuncia.

Por estos hechos tenían convocado un preaviso de huelga, pero se levantó el paso abril, pues llegaron a un acuerdo con el presidente de la corporación que no ha sido respetado por el resto de compañeros. De ahí que denuncien ahora a la Inspección de Trabajo e inicien los trámites para ir de nuevo a la huelga.