Comercios históricos de Las Palmas de Gran Canaria

Roes, el armario de la elegancia en Triana

La tienda Roes, fundada en 1957, llegó a la capital grancanaria hace 63 años

Desde hace más de dos décadas los hijos de uno de los fundadores gestionan el negocio

Ramón Escobar y Manuel Martín comenzaron con un pequeño negocio de moda para caballeros en La Orotava allá por 1957. Empezaron a trabajar a puerta fría en Tenerife, pero unos años después decidieron mudarse a Las Palmas de Gran Canaria en busca de más oportunidades. Allí se asentaron en el barrio de Triana donde están ubicados en la calle Viera y Clavijo desde hace 63 años.

Los fundadores llegaron a abrir hasta 23 tiendas entre Gran Canaria y Tenerife en la época de los 80. Sin embargo, en el 2000 los fundadores liquidaron la sociedad que habían establecido y cerraron todas las tiendas a excepción de la primigenia en Triana. Los hijos de Escobar decidieron salvar el legado de su padre creando otra sociedad para continuar con su trabajo. «Nos daba mucha pena porque esto nos lo ha dado todo a la familia, al final cada uno [de los hermanos] venía de su lado, pero tuvimos la oportunidad de quedarnos con este local y seguir con el negocio», apunta Michel Escobar, uno de los propietarios junto a Alberto y María Victoria.

Los tres hermanos decidieron continuar en el sector que aprendieron desde jóvenes a través de su padre y los empleados. «El aprendizaje fue muy natural porque nosotros tampoco esperábamos que el camino fuera este», detalla Michel. Desde que eran pequeños solían corretear por la tienda y toda Triana se convirtió en su espacio de juegos personal. «Era divertido por el tema de la ropa, después con los empleados te lo pasabas bien, yo tengo buenos recuerdos de aquella época», asegura.

Cambios en la moda

A lo largo de los años la moda ha cambiado tanto como el estilo de vida de las personas. En la actualidad, se lleva un estilo de ropa más casual que hace décadas. El traje y corbata han quedado para ocasiones especiales como bodas, graduaciones, navidades o fines de año. Ahora los jóvenes combinan los trajes con camisas y zapatos más casuales. Ese cambio de gustos provocó una transformación en la tienda y desde hace unos años comenzaron a pedir camisetas o camisas con más estampados, coloridos y que sirven para situaciones menos formales. El color también ha florecido entre las colecciones de la tienda, ya que cada vez más los clientes están abiertos a utilizar colores que se salgan del típico negro o azul oscuro. Entre sus perchas se encuentran americanas blancas, de color pastel, naranjas, rojas, azules claros, rosas, y por supuesto, las más clásicas.

Las modas nuevas dan un toque de frescura pero hay servicios que no han cambiado desde que se inauguró la tienda. Uno de ellos es el servicio de arreglos de los trajes: «Es una cosa que mantenemos porque se hacía antes y lo hemos mantenido porque nos parece un detalle hacia el cliente». También la atención personalizada es un servicio en el que se han especializado. «Cualquier persona que viene aquí y nos explica un poco lo que necesita al final lo va a tener claro y saldrá satisfecho», afirma.

Clientes jóvenes

La combinación entre lo nuevo y lo clásico ha conseguido afianzar una clientela de todas las edades. Los jóvenes también se han acercado a la tienda a lo largo de los años, aunque nunca se olvidan de su clientela fija. Algunos les han acompañado desde que el fundador estaba en el negocio y otros son hijos de estos primeros compradores. «Esos clientes se han casado con nosotros, han comprado su traje de novio aquí y han venido con su padre porque también se casaron con nuestros trajes», recuerda. 

Las bodas son una de las celebraciones que más trabajan. En otras épocas las Navidades y Fin de Año salvaban las cuentas a final de año, pero actualmente las bodas consiguen que la tienda tenga un volumen de ventas constante. En 2022 7.743 parejas celebraron su matrimonio en Canarias. El Archipiélago ha contado con un crecimiento constante en el número de bodas en los últimos años, que sufrió un parón repentino a causa de la Covid-19 y las restricciones de aforo. «La gente se casa y mucho. Y eso que creo que somos una de las comunidades de autónomo donde menos se casa la gente, pero donde más se divorcia», apunta Escobar. Por ello, asegura el propietario que es una de las mejores épocas desde que tomaron el relevo generacional hace 24 años.

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