Los patios de Vegueta inspiran a través de la música

Seis propuestas musicales, menos que otros años, inundan los patios del casco histórico de Las Palmas de Gran Canaria

Música en los patios de Vegueta por las fiestas fundacionales

La Provincia

Con el lápiz en una mano y la libretilla en la otra, Marie -nombre figurado- tiene la mirada absorta en el horizonte. En su blog está plasmando con dedicación lo que tiene ante sus ojos, el patio de los Naranjos de la Catedral de Canarias. Mira al frente de vez en cuando, con dedicación y de forma casi escurridiza, no pierde detalle. Una inspiración que no viene solo del propio claustro en sí. A su izquierda, junto a la puerta del Aire, dos jóvenes a la viola y la clave interpretan Leçons des Tenebres, composición barroca del siglo XVII del francés F. Couperin.

Y es que la música volvió este viernes a los patios de Vegueta con motivo de las Fiestas Fundacionales de Las Palmas de Gran Canaria. Lo hizo en un formato más reducido que el de otros años, puesto que en esta ocasión no hubo conciertos en la Casa de la Iglesia, la Casa de los Pinto o las plazas del Pilar Nuevo y San Agustín; pero, aún así, las seis actuaciones repartidas por el barrio antiguo -escogidas por un jurado profesional entre más de 50 propuestas- tuvieron éxito y llenaron aforo.

Conciertos con voz de mujer

A la luz de las velas, el grupo Capilla de Santa Anna firmó un primer pase en el patio de los Naranjos, donde colgaron el cartel de completo. A pocos metros de allí, en las Casas Consistoriales, los hermanos Curbelo también llenaron, con el piano a cuatro manos en este caso. En un ambiente acogedor en el patio del Ayuntamiento, interpretaron clásicos de Falla o Albeniz con letras como la de Alma ausente -texto fúnebre escrito por Lorca en 1937-, con la voz de Marta Bolaños.

Y es que la jornada de esta edición de la música en los patios de Vegueta tuvo voz de mujer. En la cercana sede de la Fundación Mapfre Guanarteme, Raquel Amegashie interpretó un particular pop-soul en inglés, francés y español, reflejando así sus múltiples orígenes. Lo hizo con Luis Merino a la guitarra y Lucas Arencibia a la batería y percusión.

En la sede del Colegio de Abogados, el grupo Puertas al Sur, formado por el guitarrista Miguel Manescau y la vocalista Beatriz Alonso, hizo «un homenaje a nuestra segunda tierra, a Latinoamérica, todo canario que se precie lo sabe». Alonso arrancó con un tango de los de Gardel -el clásico Volver- y siguió con boleros -también argentinos-, y hasta quedó sorprendida al tocar las empunto, porque «como dice Chavela [Vargas] las campanas cuando suenan te saludan y te detienen».

De América del Sur a la del Norte. Mónica Santana presentó una propuesta jazz en la Casa de Colón que llenó hasta el palco. Presentó su segundo disco, Imagine que..., con Marcos Pulido a la trompeta, Miguel Ramírez al saxo, Delgado al piano, Samantha León al contrabajo y Suso Vega la batería. Y, en la Fundación Negrín, Dácil Santana demostró versatilidad junto a la cuerda de Diego Zapata y la percusión de Carlos Olivera.

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