Mesas, casetas y pareos: Las Canteras se tiñe de una marea de personas para celebrar los fuegos de San Juan

Llegada la hora del mediodía, los primeros equipos de exploración partían en dirección La Cícer aprovechando un favorable pronóstico meteorológico. La misión que les atañe atiende primero a la exploración del terreno e instalación de un fuerte con provisiones. En su cometido del día, "los domingueros madrugadores", a como se le conoce este equipo, otean la playa de Las Canteras en vísperas de la noche más larga del año, San Juan.

Familias con pequeños aprendices de este oficio enseñan a los pequeños desde bien temprano que para un capitalino esta jornada es cosa seria. Así, migran en masa a la playa urbana más importante de Las Palmas de Gran Canaria, atendiendo este año a la peculiaridad de que el espectáculo pirotécnico se produzca en la zona de La Cícer y no La Puntilla, tal y como sus padres les enseñaron a ellos años atrás.

Pero caminar cuesta trabajo, esfuerzo y dedicación que tan solo se rellena repostando en los bares, piscolabis adosados al paseo. La bocadillería Pinomar, que lleva 32 años dando de comer sus bocatas especiales de pollo a todo aquel que ronda por la zona de La Cícer, se preparaba para recibir cantidades ingentes de personas y abarrotar la calle Lepanto.

La actual regente, Beatriz Díaz García, coordinaba a su equipo de cinco mujeres y todas se mentalizaban para trabajar en la jornada "más dura del año". "Aquí hay que cerrar a la gente echándola a patadas", ironizaba la hija de Juan Lacer Díaz Betancor, el propietario original de este tradicional negocio de Las Palmas de Gran Canaria.

En una faena parecida andaban dos trabajadores de los puestos de comida que hoy se montaron en La Cícer, Ignacio Segura y su compañero Ulises Montesdeoca. Ellos se montan el fandango en cualquier aventura que se precie, como las fiestas del Charco en la Aldea o las de la Virgen del Carmen en La Isleta.

Los perritos calientes de estos dos hombres alimentan a familias a las que el Ayuntamiento de esta ciudad podría ya cederles la parcela de la playa que llevan visitando más de 20 años, alegando usucapión. Es el caso de la familia Osorio, llegada desde Venezuela; así como la familia de Pepe Montesdeoca -"nacido y criado en Peña la Vieja", dice- y su mujer Pino Sánchez. Aunque si es por estos últimos, las provisiones traen ya de casa o eligen para abastecerse los bazares de la zona.

Uno de los personajes que paseaba por la zona, a pesar de que no podría asistir a la fiesta, era Don Saúl Melián, que estudiaba en la entrada de la Biblioteca Josefina de la Torre para "ponerse al día" del temario con el que se presentará a las convocatorias extraordinarias de su carrera. "Pienso que en cuanto a movilidad, el cambio es mejor, pero hay que hablar de la prohibición de los voladores, porque son dañinos para los perros y la pólvora afecta a la fauna marina", se queja.

Plan de tráfico

Cuando el reloj marcó las 19.00 horas, la Policía Local tomó las riendas de los cortes de tráfico en la rotonda del aviador, al final de la zona de El Lloret, y en la avenida José Sánchez Peñate. Estos desvíos responden a las necesidades del flujo vehicular.

También en un despliegue de previsión y estrategia, se interrumpirá el tráfico en la calle Juan Rejón, para asegurar el acceso libre de guaguas y taxis en caso de que la marea humana lo requiera. Con el objetivo de evitar la aglomeración de vehículos en los accesos a la playa de Las Canteras, se invita a todos los ciudadanos a optar por el transporte público, ya sea en guagua o taxi, promoviendo así una movilidad fluida y sin contratiempos.

El Ayuntamiento diseñó un dispositivo de seguridad integral para los participantes de la expedición. La Unidad Técnica de Seguridad y Emergencias, junto con la Policía Local, Bomberos y Protección Civil, desplegarán sus esfuerzos en un manto protector que cubrirá, con especial esmero, la vibrante Plaza de la Música y la pintoresca zona de Los Muellitos. Este operativo no dejará rincón sin vigilar en el entorno de la emblemática playa de Las Canteras, y contará con la colaboración estrecha de la Policía Nacional para garantizar que cada celebración transcurra sin sobresaltos.

En una coreografía de seguridad y orden que promete convertir la jornada en una experiencia memorable. La seguridad y el bienestar de todos los asistentes es la estrella que guía este dispositivo, en un despliegue que mezcla la tradición con la innovación, el cuidado con la vigilancia, y la eficiencia con la dedicación.