Darias encarga un estudio sobre el doble sentido de la calle José Guerra

La alcaldesa recibe entre reclamos a vecinos de La Isleta tras 16 semanas de movilizaciones

Vecinos de La Isleta piden la devolución de la doble vía de la calle José Guerra Navarro

La Provincia

Después de 16 jueves seguidos de manifestaciones, los vecinos de La Isleta fueron recibidos ayer por la alcaldesa Carolina Darias en las Oficinas Municipales para escuchar sus demandas sobre la restitución de la doble vía de la calle José Guerra donde se encuentran los centros de Salud y de Mayores del barrio. 

Bajo el lema «Doble vía, ya» las personas que se encontraban en el exterior del Ayuntamiento pidieron, no solo ser escuchados sino también informados sobre el documento técnico que avala la decisión de suprimir la doble circulación que existía hasta ahora.

Durante la concentración, Araceli Martín, impulsora de las movilizaciones, leyó el manifiesto La Isleta no se deja encerrar en el que resaltó que esa alteración vehicular dificulta el acceso de los vecinos al barrio e impide la salida a la autovía: «Nos condena a un atasco casi permanente y pone en peligro a los ciudadanos alargando la llegada a los centros de Salud y de Mayores, complicando su evacuación en caso de necesidad». 

Junto a ella, varios vecinos más con megáfono en mano, pancartas y hasta tapas de cacerolas lanzaron consignas contra el gobierno municipal por lo que consideraron «una falta de sensibilidad a las demandas y a sus necesidades», subrayó Martín. Explicó que la zona tenía cuatro salidas a la autovía -las calles Gran Canaria, Eduardo Benot, José Guerra y Belén María- y que a día de hoy estas han quedado reducidas a dos. 

Dificultad para los mayores

En La Isleta viven aproximadamente 25.000 personas, a las que hay que sumar a quienes visitan a diario la zona por trabajo o por turismo. Pero son los mayores los que más preocupan a los colectivos del barrio, como Félix Alonso, que va en silla de ruedas. «Si coger un taxi para ir al centro de Salud antes costaba cuatro euros, ahora puede salirnos por 20 porque hay que dar casi media vuelta a La Isleta», añadió. «Eso si te encuentras con taxis que te quieran llevar porque ya ni nos cogen para evitar quedarse ellos también atrapados en los atascos», dijo. 

Aunque la alcaldesa Carolina Darias no bajó a atender sus reclamos, sí recibió en las instalaciones a dos representantes vecinales para explicarles las razones técnicas de esa decisión. Les comentó que el planteamiento es acabar la obra y ver el impacto de la circulación de las guaguas fuera de La Naval. Además, les informó que se ha encargado una simulación en la zona con diferentes alternativas de tráfico. 

Los vecinos de La Isleta protestan en las oficinas municipales

Los vecinos de La Isleta protestan en las oficinas municipales / José Carlos Guerra / LPR

Al término del encuentro, la representante vecinal Araceli Martín dijo que les «da un poco de luz, pero la palabra no es satisfechos». Temen que si la circulación sigue siendo de un único sentido haya una situación de emergencia de la que no puedan salir con rapidez. «Esa vía para nosotros es aire, el doctor José Guerra Navarro acercó la Medicina y la Salud a la población; no puede ser que el Ayuntamiento nos las pongan más lejos», añadió. 

Las reacciones de los grupos de la oposición no se hicieron esperar. La concejala Jimena Delgado (PP) añadió que «es momento de que arreglen las divergencias de criterio entre la concejalía de Movilidad -que sí acepta la doble vía- y la de Urbanismo que lo impide». Y añadió que las obras de la Metroguagua «han terminado de estrangular al barrio».

El concejal David Suárez (CC) señaló que «no se puede condenar a que este barrio se convierta, que de hecho ya lo es, en una ratonera para los conductores» y recordó que ante el inicio de las obras de soterramiento de Belén María, «se agravará más la situación ante la falta de dispositivo y previsión municipal».