Seida solo quiere ver la playa

El agradecimiento y la generosidad dan pie al verano 

Los reencuentros ,esperados con ansias 

Un grupo de niños saharauis disfrutan de un espectáculo de un mago

Un grupo de niños saharauis disfrutan de un espectáculo de un mago / LP/DLP

Elena Montesdeoca Herrera

«Una de las actividades que más me gusta hacer es ir a la playa», cuenta Seida Jadad, una de las niñas saharauis que disfruta de sus vacaciones de verano lejos del campo de refugiados de Tinduf. El mar y la naturaleza bordean el Sáhara Occidental, pero ninguno de los saharauis que se encuentran en los campamentos puede divertirse un caluroso día de verano junto al mar. No es la primera vez que Jadad se traslada a Las Palmas de Gran Canaria para disfrutar de los meses de descanso y entretenimiento como hacen otros niños de su edad. «Es la tercera vez» que viene y, además de ir a la playa, le gusta «mucho» pasear junto a su familia. 

Agarrándole la mano a Seida se encuentra Ana León, su madre de acogida hasta que finalice el verano. «Desde hace bastantes años, mi familia ha acogido a niños y niñas saharauis» recalca. Esto, argumenta, «ha sido desde el comienzo una experiencia enriquecedora tanto para Seida, como para el resto de la familia». León está muy concienciada con la «terrible» situación que vive actualmente el país de origen de los aproximadamente 50 niños que frecuentan este verano la Isla. «Hay que seguir luchando por ellos y por conseguir un Sáhara libre tan pronto como sea posible», concluye. 

El concejal de Solidaridad Internacional, Turismo, Ciudad de Mar y Desarrollo Local del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Pedro Quevedo, subraya la importancia del compromiso que tienen los ciudadanos canarios con el pueblo saharaui. «Unos 46 años llevan viniendo niños a la Isla a divertirse, que para eso son jóvenes», insiste. El tiempo vacacional en su país natal lo pasan en un entorno «durísimo». El consistorio, prosigue, «se seguirá preocupando por la situación de todos los saharauis hasta que ese pueblo conquiste lo que la ONU le concedió y otros impiden, que es el libre ejercicio de sus derechos». 

Unas vacaciones en paz

«El Ayuntamiento siempre ha apoyado la causa, no sólo con el programa ‘Vacaciones en paz’, sino también con aquellas actividades que realizamos desde la asociación cómo manifestaciones o encuentros solidarios, que también son muy importantes», resalta el presidente de la Asociación Canaria de Solidaridad con el Pueblo Saharaui, Octavio Melián. Los niños, destaca, desprenden un sentimiento «muy grande» de felicidad desde que llegaron a la Isla.

«Muchos de los jóvenes tienen enfermedades y gracias a la generosidad de la población canaria pueden acudir al médico», aplaude el delegado del Frente Polisario, Alisalem Sibi Zein. La situación que viven estos niños en su país es «precaria y dura», lamenta. »Aquí reciben, aunque sean algunos meses, una alimentación completa y necesaria para un correcto crecimiento», resalta. 

Aurelia Pineda comenzó a contribuir con la acogida de saharauis hace más de 27 años. Este martes, conmovida y emocionada, describe cómo es el «amor» que siente por el Sáhara. Su padre trabajó en El Aaiún y, desde entonces, ha experimentado la necesidad de seguir ayudando a «los que más lo necesitan». «Hace 27 años acogí a una niña, y este 2024 estoy acogiendo a sus hijos, que para mí, son como mis nietos», relata Pineda. Explica que desde que sus hijos biológicos eran jóvenes, ella siempre les intentó inculcar el valor de la solidaridad. «Mi hija colabora ayudando a niños con autismo en el Sáhara» subraya. «Creo», agrega, «que todas las personas deberían de brindar una oportunidad como esta a unos niños que realmente están en una situación precaria y triste». Durante los próximos días, los niños y sus familias podrán pasar una jornada de diversión en la playa.