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Tú y yo somos tres

La crítica de Monegal: El zumbido del mosquito antes de picar

Decía Antonio García Ferreras, sobre el candidato Joe Biden, al concluir el evento televisivo: "Ha estado difuso, disperso, titubeante, ha comenzado incluso tosiendo"

Debate Biden vs. Trump LA SEXTA

Hay coincidencia global respecto de quién ganó el debate televisivo, cara a cara, entre los candidatos a la presidencia de los Estados Unidos de América del Norte: el ganador fue Donald Trump. La Sexta lo emitió en directo, entre las tres y las cinco de la madrugada. Decía Antonio García Ferreras, sobre el candidato Joe Biden, al concluir el evento televisivo: "Ha estado difuso, disperso, titubeante, ha comenzado incluso tosiendo".

Efectivamente. Biden fue una vela, una candela, una bujía, que cuando llegó al plató ya estaba apagada. La propia cadena que montó y emitió el debate, la CNN, insertó en pantalla, inmediatamente, su ‘Encuesta flash’: el 67% de los estadounidenses encuestados consideraron que ganó Trump. Demoledor dato. Hay consenso general en que el número de mentiras que ha lanzado Trump ha sido espatarrante. No activó la CNN, sobreimpresionada en pantalla, la verificación de datos, lo que se llama el ‘fact checking’, Es una lástima. Habría sido un servicio público necesario. Pero la tele no busca la verdad, busca el impacto. Y la audiencia nos hemos acostumbrado a ver los debates no en clave política sino en clave de espectáculo. Decían en el ‘Especial Al Rojo Vivo’: "Biden juega al ajedrez y a Trump le gusta comerse las fichas". Y romper el tablero, podríamos añadir. Esos golpes, en la tele, entretienen una barbaridad. No atrae que nos cuenten los programas de gobierno para saber cual es el que favorece más a los ciudadanos. Ni siquiera importa que un candidato dispare mentiras sin parar. Excita la brega, como si fuera un tiroteo en ‘O.K. Corral’. Atrae quién adopta la mejor postura ante la cámara, el más rápido, el más suelto, el que actúa con mayor energía, en definitiva, triunfa el ‘showman’, no el hombre de Estado. Nos olvidamos de quién pueda ser el mejor Presidente de una nación, y nos fijamos en el mejor artista de un espectáculo. Los imperios televisivos lo llaman a eso, con gran satisfacción: ¡un gran acontecimiento mediático!

Hablando de mosquitos transmisores de enfermedades, decía el otro día el humorista Javier Cansado en ‘Ilustres ignorantes’ (M+): !En el fondo son mosquitos tontos. Zumban antes de picar. Si volasen callados picarían más". A Trump también le delata el zumbido que continuamente emite y propaga. Solo se trata de escuchar con atención, y protegerse, para evitar el aguijonazo.

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